El ángel y el niño
Radioso un ángel del cielo
Sobre una cuna inclinado
Mirábase retratado
Como en límpido arroyuelo.
"¡Ven —dice— inocente niño!
No eres para el mundo, no;
Somos iguales, y yo
Te ofrezco y pido cariño.
"Nunca el alma en lo terreno
Halló cumplida ventura:
Tiene la miel su amargura
Y las flores su veneno.
"Nadie con tranquilidad
Gozó de fiesta mundana:
Hoy todo ríe; mañana
Rugirá la tempestad.
"¿Y habrán de nublar enojos
Esa tu cándida frente?
¿Vendrá a empañar llanto ardiente
El limpio azul de tus ojos?
"¡Oh, no! Volemos los dos
Sobre campos de zafir;
Lo que habías de vivir
Va a perdonártelo Dios.
"Nadie por ti lutos vista;
Y todos tu alejamiento
Miren cual renacimiento,
O cual feliz reconquista.
"No haya faz triste, ni sello
Sepulcral que duelo arguya;
Que en edad como la tuya
El día último es más bello."
Tal sobre la cuna dijo
Ángel amoroso y blando,
Y fuese, fuese volando
¡Ay madre!, tu hijo murió.
Jean Reboul
Traducción de Miguel Antonio Caro incluida en el libro Traducciones poéticas, 1889
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