Entre los descubrimientos científicos más apasionantes en este campo ocupan un lugar de excepción las encefalinas. Estas son sustancias naturales sintetizadas por el organismo humano que, entre otras cosas, alivian el dolor como sólo lo pueden hacer drogas de la familia de la morfina. Sin embargo, varias encefalinas son cientos de veces más potentes que la morfina y, lo que es más importante, carecen de los efectos secundarios de ésta.

Jack Lawson
Endorfinas, la droga de la felicidad, página 4


Existe un estado de felicidad serena, rayano a la beatitud, en el cual una maravillosa sensación de alegría parece subir por nuestra espalda y sumergirnos en un gozo suave y delicado. Vibramos entonces con la Vida, sentimos que formamos parte de un todo, que de un modo u otro estamos conectados con este todo. Es más, sentimos que todos somos uno, que el prójimo no es distinto de uno mismo y que por esta razón tan sencilla debemos amarle: nos estamos amando a nosotros mismos. Nuestra mente se encuentra inundada por una misteriosa sensación de felicidad y de plenitud: estamos eufóricos. A veces, esta sensación de felicidad es furtiva, pasajera, transitoria. Dura apenas unos segundos, o a lo mejor unos minutos. Son las endorfinas, y con las endorfinas ocurre lo mismo que con el espíritu: nadie sabe ni cuándo ni dónde sopla. Al menos en el estado actual de nuestros conocimientos.

Jack Lawson
Endorfinas, página 6


Las endorfinas transmiten información en las sinapsis o conexiones de las células nerviosas; actúan como verdaderos mensajeros bioquímicos que aumentan o disminuyen la capacidad de comunicación de las células nerviosas. Las células tienen en sus paredes unos receptores destinados a combinarse con las distintas sustancias que circulan por el cuerpo. Son, en cierto modo, como «cerraduras» que necesitan de una «llave» que entre perfectamente en ellas para poder «desempeñar» una función determinada. Tenemos, a lo largo de todo el cuerpo, «cerraduras» para endorfinas que llamamos «receptores de endorfinas»: éstos se encuentran, por ejemplo, en el corazón, la piel, el cerebro, el páncreas, los riñones, etcétera. Como Quirón, el centauro de la curación, las endorfinas están representadas por la llave.

Jack Lawson
Endorfinas, página 8


Las migrañas y los dolores de cabeza corresponden, según estudios realizados por neurólogos de Estados Unidos, a una disminución de endorfinas. Por esta razón, para muchas personas un simple disgusto puede ser el causante de un fuerte dolor de cabeza. Del mismo modo, la sensación de placer que puede producir una simple imposición de manos es capaz de estimular la circulación de endorfinas y aliviar un dolor.

Jack Lawson
Endorfinas, página 9


… cada día adquiere más vigencia el viejo proverbio chino que afirma que «matar al ladrón no cierra la puerta». Dicho de otro modo, un gran número de especialistas opinan que más que dedicarse desaforadamente a matar microbios y virus, lo ideal es llegar a mantener el sistema defensivo del organismo en un estado óptimo. El concepto de salud cada día tiene menos que ver con una guerra sin cuartel contra los microbios y los gérmenes nocivos y mucho con el concepto de inmunidad.

Jack Lawson
Endorfinas, página 13


La inmunidad general, o sea, el conjunto de las defensas del organismo, se beneficia del flujo correcto de endorfinas.

Jack Lawson
Endorfinas, página 14


A medida que un ser humano se eleva espiritualmente, a medida que evoluciona, su habilidad para adaptarse, entender y perdonar va creciendo de un modo paralelo.

Jack Lawson
Endorfinas, página 20


Para combatir el estrés sólo hay un método: equilibrar el flujo de endorfinas en nuestro organismo.

Jack Lawson
Endorfinas, página 26


Se ha dicho que las endorfinas «son nuestra morfina interna». El consumo de drogas provoca en el adicto una drástica disminución de los niveles naturales de endorfinas y, dándole la vuelta, lo único que puede ayudar realmente a abandonar la adicción es un aumento de los niveles naturales de endorfinas.

Jack Lawson
Endorfinas, página 30


Como el bostezo, la carcajada es terriblemente curativa. Todos los verdaderos maestros espirituales gozan de un fino sentido del humor y muchas de sus enseñanzas no carecen de un aspecto humorístico.

Jack Lawson
Endorfinas, página 36


Para ser felices hemos de saber colocarnos por encima de ese espejismo que llamamos realidad. Hemos de estar por encima de las vicisitudes del destino, y el sentido del humor, de lo grotesco, de lo ridículo nos ayudará…
Ríase a carcajadas porque todo es una broma. Cada momento de su vida era como un trozo de una comedia, sólo que muchas veces usted no se contaba entre los que reían. Pero ahora sí puede reírse, porque es lo único inteligente que puede hacer. Si llega a encararla como se debe, la vida es un fluir constante de gozo y alegría, un perpetuo nacimiento. Nada es eterno y, al mismo tiempo, todo lo es; nada es inamovible, nada es estable. Como en el mito de Sísifo, la piedra siempre acaba cayendo; no vale la pena esforzarse tanto. Ría, ría a carcajadas porque es lo mejor que puede hacer.

Jack Lawson
Endorfinas, página 36-37


El sonido de los pájaros, de un río, de las olas del mar o de las hojas que caen en otoño puede resultar de una gran belleza si sabemos escuchar. Según los estudios de la doctora Susan M. Ryan, los pájaros cantan porque eso los hace felices: cantando segregan endorfinas. Y lo que es mejor, si logramos desarrollar la sensibilidad necesaria, también nosotros fabricamos endorfinas cuando escuchamos cantar a los pájaros. El que muchas personas no sepan vivir sin un canario o un periquito se debe a este maravilloso mecanismo natural.

Jack Lawson
Endorfinas, página 51


Desengañémonos, no nos va a hacer felices cambiar el automóvil, sino las endorfinas que nuestro cuerpo va a segregar cuando nos entreguen el coche nuevo y nos sintamos admirados por nuestros vecinos.

Jack Lawson
Endorfinas, página 56


Nos hallamos en una época de expansión industrial y económica y, sobre todo en Occidente, «nunca se había vivido como ahora». Sin embargo, a pesar de los innegables adelantos técnicos e higiénicos, esto no es enteramente verdad. Muchas veces es más feliz el hindú que sólo come un plato de arroz al día que el europeo que come cinco veces. Por otra parte, ¿a quién no le han explicado sus padres o sus abuelos que eran pobres pero felices? Sin duda, lo que se ha convenido en llamar «calidad de vida» era superior. Y ser feliz es una cuestión de calidad de vida, no de cantidad de letras que pagar a final de mes. Ser feliz es una cuestión de equilibrio, de estar en paz con nosotros mismos, con nuestros deseos, con nuestras aspiraciones, incluso con nuestros sueños. Se trata de aprender a ver el lado positivo de las cosas y de aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida.

Jack Lawson
Endorfinas, página 56


… podríamos decir que la felicidad se respira, pero no se respira de afuera, con los pulmones, sino de adentro y el «oxígeno de la felicidad» son las endorfinas.

Jack Lawson
Endorfinas, página 57


Es necesario que te rebeles contra el aburrimiento, contra la depresión. ¡Drógate con la Vida! ¡Drógate con tus propias endorfinas!

Jack Lawson
Endorfinas, página 58









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