"Antes de la década del 80, recuerdo que conseguía retal de papel periódico que ofrecía El Heraldo de Barranquilla. Eran piezas sobrantes de las rotativas del periódico. Yo las extendía sobre la pared y escribía con marcador, intentando grandes trazos –casi pinceladas- que me permitían “medir”, “pesar”, “valorar” los atributos o los excesos de cada palabra. Cuando escribía la palabra cuerpo, casi que podía sentir su “respiración”.
Ahora continúo apoyándome en los formatos de impresión que nos permite la tecnología y es así como regularmente imprimo y enmarco los poemas en un tamaño que inspira “EXPOSICIONES” de poesía.
Otra costumbre: la observación en compañía. Esto es, permanecer por horas frente al texto recién escrito estableciendo una profunda complicidad para ir logrando los “ajustes”. Dejarlo. Abandonarlo. Volver después de un tiempo y hacer el mismo ejercicio. O sea, corregir. Corregir. Una y otra vez."

Hernando Socarrás


Bocas muertas

Bocas muertas:

atraen
aves y felinos no nacidos.

Hernando Socarrás


Como no se sueña

Te dejaría morir
de mi mano

en su lugar
y juntos,

como sangre cruel y media
espada

empuñando uno al otro
sin voz, 

sin rabia
como no se sueña.

Hernando Socarrás


Eréctico

Cavar en el enjambre de tu eco
cuando aún húmeda,
entreabierta
suenas a mar
contra mi cuerpo.

Hernando Socarrás



LA CASA,
Otro paso interior
Que no he sido.

Hernando Socarrás


MCMXCII

Lo mortal basta.
Nos concede la vida.

Hernando Socarrás


"Me apoyo en tres conceptos que acompañan las colecciones de poesía que he escrito y que se ajustan, con cincel, al suceso cotidiano que experimento en mi trabajo.
Ha escrito el poeta Gonzalo Márquez Cristo: “El blanco es el color que usamos para morir, el color de la luz. Y tu poesía me acompaña como un candil, es precisa, desoladora, desarraigada y perversa. Poeta, agradezco tu palabra marina”.
De Saulo Socarrás: “El blanco es el color de la creación porque todo lo recibe. El negro es el color del principio porque a partir de ahí todo es nuevo. El papel recoge todo el espectro de tu inspiración y tu inspiración mueve nuestros corazones y espíritus”.
Del poeta Gustavo Tatis Guerra: “… una poesía que insinúa universos interiores, casi como un lienzo templado al infinito. No abarcable en su primera lectura. El aparente vacío de las márgenes en blanco son parte del intimismo dramático del poema. Cada palabra tiene un impacto visual, a veces como una pintura abstracta, a veces como una pincelada expresionista resuelta como los grandes artistas orientales”.
He asumido “lo blanco” como prolongación. Como lugar. Lo blanco dice lo no dicho en el poema y en esa pausa, solo pide lo reservado para la observación. Cuando esta actitud hace su trabajo, creo que se logra la identidad que asiste al lector."

Hernando Socarrás


Oficio de blanco natural

Escribo.

La necesidad es disolver
todo papel

en blanco natural.

Hernando Socarrás



Serena voracidad

Cada cuerpo que pierdo
por error

por la elipse que fue
voluntaria,

iba a ser mi espíritu impío.

El sueño elige su propia
lucidez

y pide una serena

voracidad.

Hernando Socarrás



TODO lo que va a sanar
Espanta.

Hernando Socarrás




Un pájaro dispuesto al color del aire.
Es el dios de la tarde.
Todo lo que va a sanar espanta.
Cada palabra oculta su rosa y su veneno.
Sombra que dejó una cometa muerta.
Amar empieza en el tacto.
El poeta carga la victoriosa basura del mundo.
El destino de un hombre depende de su primera palabra.
Cómo beber en las manos de las fuentes secas.
La dulce rosa de los vientos.
Levanta un ojo y ten fe en el desierto.
El pequeño nudo que soy.

Hernando Socarrás

















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