Artis laboral

Mundos sumergidos
en la arena desolada 
distancias de ensueño.

Y en un gesto verde emergen
al aire libre,
en la aventura nocturna
y siempre escondido
para violar la tierra. 

Y estar atento
al silencio redondo
que envuelve angustia
de los vientos sin hogar,
buscando estrellas
y horizontes. 

De todos modos, amor y noche
generar el instante;
y la breve luz de un día
proporcionar caminos
en la arena desolada
a los hombres que acamparon. 

¿Está intacta la tierra?
(A la sombra virgen,
en las manos, o en los graneros,
con disfraces sutiles
los frutos se pudren.)

Moacyr Félix de Oliveira



Destino. ¿Qué es el destino? Qué hacer
contra estas sombras íntimas, tan mías
como la elusiva tela de mi mismo
clavado en mis huesos, palpitando un ser
de alas de sal mordiendo un piso de opio?
Ah, destino, espero que no haya errores
cuando llegue al final de esta web
de gastar gestos lentos cosidos
con el triste hilo de estos años! 

Cuando se detiene, a tiempo, esta alma llena
de opciones terminadas, rosa tranquilo
desintegrándose en vientos arrastrados,
ah vida no me pegues en alerta nocturna
detrás del abismo
y que se enciendan los abismos:
déjame poner una cara en mi cara
de tiempo irreversible, sonido de arena
que alguna vez fue una casa o un puente, no un desierto...

Moacyr Félix de Oliveira





"Los poetas siempre llegan tarde."

Moacyr Félix de Oliveira


Noche

Quiero dormir
Duerme sin mitos, un sueño largo como una piedra
quien no sueña por cierto 

Quiero la forma de las llamas congeladas
o de las sombras mudas
cuando la noche muere como un animal oscuro
bajo la mirada de los locos
Ya no quiero las barras
ni la luz incruenta de esta ciudad! 

Quiero marihuana, opio, cocaína
despertar sin tiempo,
pero tan atemporal como esa calle que termina en un punto
hecho para que mi poesía baile
victoriosamente la muerte de Dios.

Moacyr Félix de Oliveira



Padre mío, ¿qué es la libertad?

- Padre mío, ¿qué es la libertad?

- Es tu rostro, hijo mío,
tu forma de pedirle
al mundo que pida cobijo
en el brillo de tus ojos.
La libertad, hijo mío,
es el rostro mismo de la vida
que la vida quiso desvelar.
Es su hermana en una escalera que
empezó hace miles
de años hacia el amor,
su cuerpo hecho de nubes,
carne, sal, deseo, calcio
y cimientos de dolor.
La libertad, hijo mío,
es el rostro mismo del amor.

- Padre mío, ¿qué es la libertad?

Su mano está limpia, el vaso de agua
sobre la mesa es como un altar
abierto al hombre que pasa
por el verde viento del mar.
Es el simple acto de amar a
tu amigo, el vino, el silencio
de la mujer mirando la tarde
- naranja cortada por la mitad,
temblando de un bote que
sale, están en una melena sin freno.

- Padre mío, ¿qué es la libertad?

Es un hombre muerto en la cruz que
él mismo plantó,
es la luz que su muerte expande,
puntiaguda como una espada.
Es Cuauhtémoc para crear una rosa de oro y plata por el orgullo mexicano
del brasileño que lo mata . Hay cuatro caballos blancos, cuatro compases de sangre en la plaza de Vila Rica y otro Felipe dos Santos de pie escupiendo en los mantos de miedo que indica la muerte.

Es la blusa abierta del pueblo de
bandera blanca arrojada al
jardín de estrellas de sangre desde
el cielo de mayo, caído
en la noche goyesca.
Es la guillotina madura
cortando el asombro y el terror
sin cortar la luz y el canto
de una lágrima de amor.
Es la barba blanca de Karl
mezclándose con la nieve
fría y sin lana de Londres,
su corazón sobre las fábricas como una
manzana gigante.
Es Van Gogh y su tortura
de vivir en una habitación en Arles
con el sol atrapado en su pintura.
Es el verso largo del
extraordinario horno de Whitman que
hornea arcilla
de barro para la época industrial.
Es Federico en Granada.
Es el hombre muerto en la cruz
que se plantó él mismo
y la luz que su muerte expande,
puntiaguda como una espada.

- Padre mío, ¿qué es la libertad?

La libertad, hijo mío,
es algo que asusta:
terrible visión (¡que lucha!)
De la vida contra el destino
trazado de cabo a rabo
como ya lo contaba
el sonido de las campanas.
Él es el amigo de la muerte
Por querer demasiado la
vida, la vida nunca se pudre.
Es un sueño que terminó en desgracia de
esta alma, que luchando
dejó sus plumas gratis
en la rejilla donde fue herida ...
libertad, hijo mío
es la realidad del fuego
en mi rostro cuando ardo
en la inmensa noche para buscar
la luz que pide cobijo
en la oscuridad de mi mirada.

Moacyr Félix de Oliveira





















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