El letrero de seguridad

La valla se come el letrero de
seguridad y desde entonces
diecinueve o veintisiete
cantilenas habrán sido entonadas
en Transilvania
Los nombres en las escuelas
escuchan y atrapan
al hombre que nace.
Las minorías en la
carretera no son masas
que puedan impedir una guerra.
Embalan sus equipajes,
llenan de gas sus coches
y a las estaciones dan
la espalda. 

Oskar Pastior


Progresivo metabolismo de una sextina

Este seis que veis así
como este que ve el seis
dijo que el seis es
así como este ve que el seis
es seis para quien lo ve
y para quien dice que lo ve.

Aquí hay seis que ven
y ven que aquí hay seis
y que hay quienes ven seis
y quienes ven seis allí
y seis aquí.

Ya que veis seis aquí
así como este ve seis aquí
así serán los seis de aquí
y los seis de allí.

Hay seis allí que ven aquí
y ven aquí seis allí
y dicen que ven seis.

Oskar Pastior


Siempre

No hay tal cosa como el poema.
Siempre existe sólo este poema
que te está leyendo.
Pero porque en este poema ves por encima
de lo que puedes digo que
no hay tal cosa como el poema
y que siempre existe sólo este poema
que te está leyendo
aunque el poema que no lees te puede leer
y no hay tal cosa
como siempre sólo este poema.
Ambos, tú y tu lectura de esto y aquello.
Llámalo con nombres que te leen
incluso si no hay tal cosa
como tú sólo aquí. 

Oskar Pastior












No hay comentarios: