“Este libro está dedicado a las mujeres que estén cerca de, o que ya estén viviendo, o que ya hayan vivido la menopausia. Con frases cortas e ilustraciones a color, Me abrazo relata el sentir de muchas mujeres en esta etapa y ofrece diferentes auto-abrazos para darse.
Durante toda la vida de una mujer, la luna ha estado muy presente. Pero a partir de la menopausia comenzamos a tener otro ritmo y a vivir cambios profundos en nuestro sentir como en nuestro cuerpo. Toda esta revolución suele provocar en muchas mujeres, susto, enfado, rabia… En general, no llevamos bien esto de envejecer. El libro Me abrazo para vivir mejor la puñetera menopausia, propone una manera de darnos mimos, calor y presencia en un momento que estamos un poco confusas, nerviosas, angustiadas y con ganas de hacer volar por los aires el juego de vajilla heredado de la abuela.”

Gabriela Waisberg


"La mujer madura en un huevo de energía que toma su fuerza desde su interior, una energía propia que la recorre toda, que deja en la tierra, que se nutre de la tierra. Este movimiento entre lo interior y el exterior me recuerda a unas preguntas que me hago a mi misma muchas veces a lo largo del día, sobre todo cuando atravieso algún momento de incertidumbre o insatisfacción: ¿En esta situación, me estoy cuidando amorosamente? Y la otra: ¿Qué me dice mi energía ahora?

Estoy aprendiendo a escuchar y a percibir mi energía, a no “hacer por hacer” a lo loco, a no hacer tantísimo “porque puedo hacerlo”, a no hacer para agradar, o para probarme a mí misma, o para cumplir con las exigencias del exterior. A no hacer –de algún modo- para volver a  lo “seguro y calentito”, que en mi caso, son aquellos patrones de sufrimiento, soledad y victimismo. 

Ahora, a veces, me permito parar, me permito hacer menos para tener momentos en el día de quedarme recogida en mí y sentirme. Puedo darme cuenta de que mi energía ‘se me acaba’ y necesita ‘cargarse’ de nuevo. Y para ello, necesito hacer, pero sin llegar hasta el agotamiento… Descansar, meditar, mover el cuerpo, sentarme en un banco del parque a mirar el cielo, sentarme ente mis plantas con una buena taza de hierbas, conectarme de nuevo de forma amorosa conmigo para luego, otra vez, si lo necesito, salir al mundo exterior. O estar en el mundo exterior, pero muy desde mí.

El dibujo, a mi entender, muestra una posibilidad maravillosa que la vida nos trae a las mujeres en estas edades. Pero, si no la vemos, si no la hacemos nuestra, de la manera que sea, a partir de los procesos de cada una, me parece que sólo nos podemos quedar en los sofocos, la angustia y la necesidad de que se nos pase rápido.

Ahora que lo pienso, creo que durante toda mi vida estuve buscando cual era la fórmula ideal para mí entre “ser/estar en mí” y “ser/estar en el mundo”… Y creo que recién ahora, con la energía que me trae estos años la menopausia y con todo el trabajo terapéutico y espiritual que he hecho, estoy llegando a una manera menos angustiosa de vivir, más alegre y con mayor comprensión de mi misma."

Gabriela Waisberg


"Lo primero que le diría a una mujer que se acerca a la menopausia es que necesita conectar consigo misma para escucharse, recogerse, quedarse buenos ratos en ella misma…Es un momento que, en principio, puede resultar muy duro, muy puñetero (sofocos-angustia- llantos- hiper sensibilidad- miedos- tristeza…) Pero si lo transitas de forma consciente y eres amorosa contigo puede resultar un momentazo: liberar- despedir- crear la mujer que quieres ser.

Luego, si puede, si quiere, si le apetece sentir y expresar con el cuerpo y a través del arte, le invitaría a explorar estas preguntas:

¿Qué es para ti, cómo es o cómo estás siendo tu menopausia…?
¿Cómo quieres prepararte para vivir este momento? ¿Cuáles son tus emociones? ¿Cómo las gestionas? ¿Qué te pasa cuando las sientes?
Para conectar con la menopausia como un ritual de paso, ¿Qué aspectos internos quieres dejar atrás? ¿Qué símbolos quieres usar? ¿Cómo colocas tus fortalezas y debilidades? ¿Cómo es tu ilusión para crear tu mujer madura?
Por último, sentir e integrar que es un momento con mucha potencialidad. Muchas mujeres llegadas a estas edades logran sentirse de maravillas consigo mismas, más libres, más ellas mismas incorporando y aceptando los aspectos físicos de hacerse mayor. Como decían los antiguos nativos americanos:

En su primera menstruación, una mujer descubre su poder.
Durante sus años menstruales, practica su poder.
En la menopausia, se convierte en su poder.

Y tener muy presente algo que pocas veces se dice cuando se habla de la menopausia: el clítoris no envejece. Pues eso: ¡a seguir disfrutando de la vida, ahora como mujeres extraordinarias mujeres maduras!"

Gabriela Waisberg












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