Aceite de humores
Estoy leyendo
una antigua farmacopea:
"El centeno posee la virtud
de reducir humores
pero causa
melancolía."
Bueno, me digo, yo conozco
un remedio apropiado.
Es un jardín, y en él
hay una joven y encantadora dama
detenida en el tiempo.
Con gracia, se levanta
el borde de la falda
y al mismo tiempo
espanta a los gorriones
con un simple gesto de las manos.
Voilá! Eso es todo…
O prueba algún aceite de la sagacidad.
Carl Rakosi
Confesión, 1931
Y ahora los jóvenes seguidores
de Pound cierran filas,
yo entre ellos,
y desean hacerse oír.
Como el populista que soy
deseo proceder
con sobria dignidad:
“Mis convecinos y amigos, etcétera”,
pero tengo un baile de marineros
en mi cabeza,
haciendo sonar sus tacones
y buscando salir
pero con delicadeza,
como si una mariposa
hubiera salido volando
del idioma inglés.
Carl Rakosi
Experimento con una rata
Cada vez que tocaba ligeramente aquel resorte
sonaba una campana
y un hombre salía de una caja
diligente y perspicaz
como una de nosotras
y me traía queso
¿Cómo había caído
en mi poder?
Carl Rakosi
Poema
Las hormigas llegaron
para investigar
la serpiente toro
muerta,
mordisquearon
las vísceras
y se marcharon deprisa
con la boca llena
agitando las frenéticas
antenas.
Las mariposas se posaron,
los escarabajos pulularon,
las moscas zumbaron
en el estómago.
Tres cuervos
tironearon y desgarraron
y echaron a volar
hacia su roble
con la piel.
En todas las casas
hombres, mujeres y niños
masticaban carne.
¿Quién dijo
“Lo asombroso del mundo
es su inteligibilidad”?
Carl Rakosi
Poesía
Su naturaleza es parecer
al mismo tiempo absoluta y mortal
como si un niño hubiese pasado por ahí
o la huella de su pie
se hubiera conservado
inalterada
bajo las cenizas de Herculano.
Carl Rakosi
Un poeta menor no notoriamente deshonesto
Nah, Bunting, un poeta astuto
no tan notoriamente menor en
cuyos ojos
no entró ningún hombre,
su sonrisa
un niño de seis.
Pero ¿qué es
lo que el zorro
acecha con
esa mirada de asombro?
Antípodas ligeramente furiosas
han enrojecido esta cara.
El robusto campesino.
Carl Rakosi
Viajando por el código genético
Mi corazón está buscando
el Elíseo
algún país sencillo
ausente de los mapas
con sólo tres
abogados
y ninguna embajada
y sin embargo se ha extraviado
en una tierra extraña
poblada por genomas
más ancianos que Dios
un punto infinitesimal
en el mapa del hombre.
Carl Rakosi
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