El amigo jardinero de Antonín Artaud
Para Fabián Mónaco y José Maria Deville
“Cuando lo encontré muerto -dijo-
tenía un zapato en la mano.
‘Un poeta loco’, decían,
por eso, en público llegó a pincharse el cráneo
con un cuchillo. Artaud, dijo, fue un hombre
construido con el barro
de un odio
que parecía tomarlo del aire
de todo
un mundo ardiente
y salvaje.
¿Por qué negarlo? Cuando murió -dijo-, pensé
en mi propia vida, reclinando
sobre
el viejo
rastrillo
mi cuerpo cansado, allí,
anclado
en el pasto
nuevamente húmedo
de lo callado.
Y pensé, mirando el silencio que pesa como un hierro
en mi jardín, que yo conocí
a Antonín Artaud, ‘el poeta loco’,
que, al borde de su cama,
mientras yo repasaba el silencio
de toda mi vida,
me hizo escuchar, el grito indescriptible
que aún no ha dado, el mundo.”
Fabián Herrero
El recuerdo
¿y cómo podría amarte más?
a la altura del aire te amo, bajo soles
que fueron agua también, y frente a flores de luz
con mariposas. Y parado en la olita
que va a caer en un mar
que es un país temblando que reunió
nuestros gritos, pregunto, ¿cómo podría amarte más?
mientras miro esos ojos mirando
desde un recuerdo, mientras nos recuerdo
en la luz en que nos miramos.
Algo
debe estar sonando, aunque
calladamente, la luna tiembla
en mi cuerpo de agua.
Fabián Herrero
La piedrita
Quién no caminó
con ilusión y encontró
su piedrita.
Quién no quiso poner su cabeza debajo
de todo, incluso
más abajo
de la tierra.
Quién no le tiró una piedrita al mundo.
Fabián Herrero
Mundo solo
En un mundo solo
con una luna azul
atravieso solo habitaciones
vacías.
Un hombre solo paseándose
por la casa sola
con un puñado de fe
es decir, cerezas
montañas es decir palabras
sin tiempo.
El silencio
el silencio
de la luna detrás
de la ventana, adentro
con un sueño
despierto en la música de pequeñas
cosas susurrando alrededor del hombre
solo en la casa sola en el mundo
solo y dormido.
En el aliento de un mundo solo
y dormido, como si enteramente fuera
suave y liviano y celeste,
adentro de la casa
un hombre mira un tiempo
sin tiempo,
el vasto alarido azul
de la luna arriba
de la casa
sola.
Fabián Herrero
Nosotros, en noche de lluvia
El sonido
continuo es el de la llovizna
entre las hojas. También los pájaros
se alteran entre las ramas. Estamos enamorados.
¿Quién puede quedarse
callado cuando su corazón
esta feliz?
Fabián Herrero
Un montoncito de luces
parte 33
Horas de noche.
Una muchacha azul vestida con mariposas
se desnuda adelante de mí,
para enseñarme a soñar en la respiración
de la luna que duerme.
Fabián Herrero
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