Altar de amor
Déjame postrarme ante
el altar del amor deja
que haga una genuflexión
en este lugar sagrado
es inútil que argumentes
que es normal ese fulgor
y común a todo tu
sexo para mí es el punto
justo para el sacramento
el altar donde se cumple
el ritual de los Misterios.
James Laughlin
Atraído por la luz
Esta cálida tarde un bicho diminuto
volando ha penetrado por la ventana abierta.
Después de aterrizar en mi cabeza, está
explorando mi pelo, haciéndome cosquillas.
Como un buen jain, no intento matarlo. Criatura
de Dios. ¿No tengo suerte a mis 79
años por conservar bastante pelo para
resultar atractivo a un bicho diminuto?
Tú, a quien ahora estoy dirigiendo estas líneas,
¿sigues pensando en mí allá lejos, en Londres,
tan distante de aquí como te hallas ahora?
Tú sigues siendo para mí la luz.
James Laughlin
Calendario de famosos
"Adiós, adiós, manos amadas"
dijo Rachmaninoff en su lecho de muerte:
Y Joseph Hofmann, el gran pianista,
inventó el limpiaparabrisas
al observar su metrónomo.
Soy tan genial, que todo lo que puedo hacer
es golpear las teclas equivocadas en mi máquina de escribir.
James Laughlin
El deslumbramiento del amor
Procede frecuentemente
de la llamarada de
la luz, cuando un asteroide
pasa demasiado cerca.
También existe la
radiación más suave
cuando nos separamos
y entramos en el sueño
pensando uno en el otro.
James Laughlin
El enlace
El dormirse en los brazos
de alguien que se ama
tiene algo de sagrado:
algo que sobrevive
de un rito primitivo
es más que acurrucarse
como los animales
en días de tormenta
es un cuerpo un santuario
para el otro: el enla-
ce es un pacto de cara
hacia el futuro una alianza
que no debe romperse
ahora entra en contacto
la sangre con la sangre
y la respiración
con la respiración
como si fueran manos
tocándose, estrechándose.
James Laughlin
La danza de la piel
Sobre su carne la piel
danza no intentes hablar
de la danza de la piel
no digas nada de nada
quieto sin más siéntela
moverse quieto sin más.
James Laughlin
Las consolaciones
Los placeres de la vejez
son las pequeñas aventuras
de la imaginación.
Un rostro maravilloso nos recuerda otro
al que hace tiempo amamos mucho,
y nos consolamos
diciéndonos: "Soy joven de nuevo".
James Laughlin
Una noche de invierno
El exterior, donde la nieve
es suave y silenciosamente
cae (no hay viento
esta noche), ha traído su quietud
a la casa tan ruidosa
durante el día con las voces de la televisión,
los timbrazos del teléfono
y los gritos felices de los niños
brincando de una habitación a otra.
Ahora, a excepción de mí, el sueño
ha tomado posesión de la casa.
Traigo el silencio de la oscuridad
de fuera. Arropo con él
a quienes cuido. Pronto, también yo
estaré durmiendo.
James Laughlin
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