Antes de la mañana
Todo el aire del afuera impregna la habitación.
El día lo proyecta contra esta pared blanca.
No más que la blanca hoguera de la mañana, cuando nos
acercamos
a la luz,
del frío. Como el pecho
abierto, de la mañana fría.
El aire liso
el suelo y el aire
la tierra como una habitación
en el intervalo del fuego.
(190)/
El día
con los trabajos del día
el blanco de los muros
me dispongo
antes de prender fuego
como el viento
en el comienzo de la mañana.
(191)
André du Bouchet
«Avant le matin» en Ou le soleil (1968)
Traducción de Víctor Bermúdez.
Cerca de lo que te alumbra
Cerca de lo que te alumbra,
tan lejos como la extensión
donde se tuerce el calor,
oigo ya, más lejos, el redoble
del aire sobre la tierra seca.
El rocío nos aprieta.
André du Bouchet
Del borde de la guadaña
I
La aridez que desnuda al día.
Mientras la tormenta anda de un lado a otro,
de un lado a otro.
En una senda, que a pesar de la lluvia, seguirá seca.
La tierra inmensa se derrama, y nada se ha perdido.
A la herida en el cielo, el espesor del suelo.
Doy vida a esas rutas y a sus encrucijadas.
II
La montaña,
el día bebe de la tierra, sin que el muro se mueva.
La montaña
como una falla en el aliento
el cuerpo del glaciar.
Las nubes vuelan bajo, a ras de la cañada, alumbrando el papel.
No hablo previo a ese cielo,
a sus heridas,
como
una casa sometida al aliento.
He visto al día estremecerse, sin que el muro se mueva.
III
El día despelleja los tobillos.
Postigos bajados y en vela, en la blancura de la pieza.
Tardío apunta el blancor de las cosas.
Camino recto hacia el día turbulento.
André du Bouchet
El fuego y la luz
Esta profundidad,
esta superficie cuyo campo
compone el ala.
El día, mariposa helada.
Seguí el día, lo atravesé, como se atraviesan las tierras.
André du Bouchet
La segunda falso
Otra vez más lejos que viento.
Pero sin abandonar el día. Oh, delatados, ¡oh apoyados en el
calor de la amplitud!
André du Bouchet
Rudimentos 5
En lo peor,
la tormenta dormida pegada al muro. La montaña, el guijarro que amortaja la montaña.
Cuando cae la noche, múltiples países de sombra cubren la ruta inútil.
He construido un verano en pocos días, sobre mis manos, sobre la tierra.
André du Bouchet
Vuelta
Que haya, en la parada, un talón roto, un fuego que
se enciende o parte,
en la esquina de este fuego aún atareado,
reconozco al viento.
Su mano,
tal como el calor
de los muros de la casa desaparecida, entre las piedras en
libertad.
Se reabre ella en el viento.
André du Bouchet
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