"Las mujeres no son el objetivo de los hombres que caminan solos por la noche, en sus hogares, en el trabajo, en los bares o en cualquiera de los otros miles de lugares en los que las mujeres son atacadas, acosadas y violadas, porque son pasivas, usan tacones altos, llevan mucho tiempo. peinarse, llevar vestidos o comportarse de otras formas "femeninas", pero porque son mujeres. Las niñas no son prostituidas ni abusadas por hombres adultos porque se identifiquen con la "feminidad", sino por la clase de sexo en la que nacieron. Las niñas son feminizadas , no "femeninas" por elección o por algún tipo de defecto de personalidad interno e inmutable que las convierte en víctimas."

Meghan Murphy


"No estoy interesada en evitar que nadie se someta a una cirugía u hormonas si sienten que eso está mejorando sus vidas, y ciertamente las personas deberían poder usar lo que quieran y expresarse de manera que se sientan realizadas y viviendo vidas auténticas. Pero una vez que se trató de las leyes y la legislación y el género que reemplaza al sexo, me quedó claro que esto tendría un impacto real en los derechos y espacios de las mujeres."

Meghan Murphy



"Según la doctrina activista trans actual, no se nos permite excluir a un hombre del espacio de una mujer si dice que es mujer y eso me parece bastante peligroso y preocupante."

Meghan Murphy


"Twitter es un lugar horrible para el feminismo... se fomenta la pereza intelectual, la simplificación excesiva es obligatoria, las posturas son de rigor y se recompensa el acoso."

Meghan Murphy


Voy a decir lo que la mayoría de la gente ya sabe y secunda, pero hoy en día, cuando los tweets importan más que el pensamiento crítico e informado, decir cosas razonables se ha convertido en «fanatismo« […] Una palabra muy empleada en estos debates (cuestionar la validez y el efecto de la llamada identidad de género), y que significa «Intolerancia hacia aquellas personas que no tienen la misma opinión que uno»

Sonríe, por no llorar, ante la ironía…

Vamos a considerar entonces quién ha sido intolerante en este debate, y quien sin embargo está en esta sala para considerar cuestiones que nos afectan y ayudar a formar su opinión; Quién está aquí para vilipendiar, condenar al ostracismo, acosar y amenazar y silenciar sin base informada, sin voluntad de escuchar ni participar…y basándose en estereotipos deshumanizantes. “El fanatismo es la obstinación o la devoción intolerante hacia las opiniones y prejuicios propios; El fanático es alguien que ve y trata a los miembros de otro grupo con odio e intolerancia.”

Las mujeres que se han cuestionado el impacto de la ideología de la identidad de género así como su legislación, han sido denigradas; Conozco a mujeres que han sido despedidas de sus trabajos*, que han sufrido puñetazos**, que han sido expulsadas de partidos de izquierdas, han sufrido el vacío de amigas y amigos y colegas activistas y de las plataformas que les daban voz.

En Vancouver, activistas que trabajaban por el alojamiento digno de personas mayores de origen Asiático con bajos ingresos en el barrio chino, han sufrido difamación pública y la expulsión de sus  plataformas de apoyo. Todo a raíz de una conferencia organizada por la propia Junta de Distritos y Empleo de Vancouver, en la cual una mujer iba a hablar en representación de su grupo , el “Grupo de acción de Chinatown”, dedicado a mejorar las vidas de los vecinos con escasos recursos económicos. Pero esta mujer había hecho RT a Vancouver Rape Relief y a un link de mi  página web Feminist Current. Esos fueron sus crímenes, y por ello fue acusada de TERF, calumnia que se le aplica a mujeres que apoyan los derechos basados en el sexo y los espacios segregados por sexos.

Vancouver Rape Relief & Women’s Shelter , el mayor refugio en Canadá que sirve de transición a 1.200 mujeres y sus hijos cada año, sufrió el año pasado la retirada de 30.000 dólares en fondos públicos de la ciudad de Vancouver tras declararse un espacio solo para mujeres. Estos fondos iban destinados a labores de educación pública. Pública, abierta a cualquier persona.

Es un refugio de acogida para las mujeres que sufren mayor marginación; Mujeres indígenas, mujeres prostituidas, mujeres que han escapado y han tratado de recuperarse de horribles abusos y violencia. No encuentro una excusa valida por la cual un grupo activista querría “trabajar” para destruir un lugar así. En agosto, transactivistas pintaron con spray en la fachada de Vancouver Rape Relief: «Matad a las TERFs», «A la mierda las TERFs», «TERFs  go home», «No sois bienvenidas», «Las mujeres trans son mujeres», y «Transpower». Un espacio en el que se celebran reuniones para las víctimas de violencia machista, abusos sexuales, mujeres indígenas, etc.

Estos activistas están amenazando a mujeres extremadamente vulnerables, traumatizadas… llegaron a clavar una rata muerta en la puerta, y a colar por el buzón del correo postal una mofeta destripada con un lazo al cuello a modo de soga. Yo he sido personalmente amenazada con la muerte, violación, me han difamado continuamente, han utilizado millones de apelativos misóginos para describirme, simplemente por cuestionar el impacto de la legislación sobre identidad de género en las mujeres, y por decir cosas como «No es posible cambiar de sexo a través de la auto-identificacion, auto-declaracion».

Etiquetarnos como CIS, es definirnos en estos estereotipos de género que las feministas han tratado de combatir desde que existe el feminismo

Esto es inaceptable. Las mujeres tenemos derecho a hablar de derechos basados en el sexo, a debatir nuestra preocupación sobre el impacto en nuestra seguridad de hombres identificándose como mujeres. No sé por qué tanta gente miente sobre mi punto de vista y medios locales han escrito cosas sobre mí que no representan en absoluto nada de lo que yo haya dicho o pensado nunca, así que voy a clarificar mi postura:

Nunca he dicho que las personas trans no puedan tener derechos, o que sean peligrosas. No pienso eso. No he sugerido que las personas trans sean excluidas de espacios comunes, de hecho, no me interesa si la gente se identifica o no como trans, no tiene ninguna relación con mis argumentos; me interesa, quién es hombre, y quién es mujer. Por descontado no deseo la violencia contra nadie ni he apoyado la violencia, ni he defendido el discurso del odio. Lo que si he dicho, es que los varones identificados como trans, son varones, y esto es porque lo son. No es un insulto o un juicio de valor. Es una realidad biológica y material. Si has nacido varón, serás varón toda tu vida. Todo el mundo sabe esto. Esto no es una creencia o una opinión. Es un hecho.

Por cierto y por aclarar esto; Esto no debe imposibilitar a ningún hombre llevar ropa designada como ropa de mujer, maquillarse, dejarse el pelo largo, hacerse la cirugía estética, aunque creo que hay que tomarse en serio las cirugías…y dicho esto no estoy interesada en prohibirle a nadie el gastarse decenas y miles de dólares en búsqueda del “cuerpo perfecto” si es lo que quieren. Además no creo que ser varón te imposibilite para ir en contra de los estereotipos de género machistas ligados a la masculinidad y de hecho como feminista, lo apoyo completamente.

No he dicho que las mujeres trans no puedan competir en eventos deportivos rivalizando con mujeres “ no trans”; Lo que he dicho es que las mujeres atletas no deben ser forzadas a competir con hombres atletas. Porque los cuerpos de mujer son distintos a los de los hombres, ellos son generalmente más grandes, tiene mayor masa muscular, mayores extremidades, tienen órganos de mayor tamaño…y por eso tienen categorías distintas. Incluso reduciendo su nivel de testosterona, esto no revierte su pubertad y no les despoja de su ventaja como varones.

El mero hecho de que los medios principales canadienses se refieren ahora a las mujeres como “no trans”, debería darnos una idea de cómo de regresiva es esta ideología; Históricamente, las mujeres han sido posicionadas por debajo de los hombres. Versiones del hombre venidas a menos, nos han posicionado, nuestra existencia, en comparación al hombre, siendo el hombre, la norma. Incluso a día de hoy, como dice Caroline Criado-Pérez en su libro «Mujeres Invisibles», quien ha investigado a fondo como el mundo está construido alrededor del estándar masculino: Por ejemplo, las oficinas regulan el termostato para la temperatura corporal masculina, por lo que siempre ves mujeres con jerséis en pleno mes de Julio. Las mujeres tenemos más posibilidades de morir o sufrir daños en un accidente de coche porque los coches están diseñados para cuerpos de varón. Las mujeres morimos de infarto más a menudo que los hombres porque nuestros síntomas son diferentes a los de los hombres y los ignoramos. Hasta los smartphones están hechos para las manos de hombre, y así sucesivamente.

La feminidad se refiere a un conjunto de estereotipos impuestos a las mujeres en una sociedad patriarcal. Así que no me identifico con estos estereotipos. No soy pasiva, irracional, demasiado emocional. No soy una mujer por llevar maquillaje o tacones. […] Si empezase a jugar al fútbol, seguiría siendo mujer y no hay nada que pueda hacer al respecto. No salí del útero de mi madre con falda.

El movimiento trans ha decidido que existen varones y no varones
Así que el hecho de que en 2019 el movimiento trans haya decidido que no existen hombres y mujeres sino varones y «no varones» básicamente deja a las mujeres completamente al margen, y  parece que al final el futuro no va a ser tan feminista. El lenguaje del transactivismo ha borrado a las mujeres para acomodar a una diminuta minoría de personas que quieren que finjamos que la realidad material no existe. Ya no somos mujeres. Somos mujeres «CIS». Que significa que, supuestamente, somos mujeres que se identifican con el género asignado al nacer.

Esto es INSULTANTE.

No soy una mujer porque me identifique o no con la feminidad.

La feminidad – y es una definición de genero Vs. Sexo-, se refiere a un conjunto de estereotipos impuestos a las mujeres en una sociedad patriarcal. Así que no me identifico con estos estereotipos. No soy pasiva, irracional, demasiado emocional. No soy una mujer por llevar maquillaje, tacones… Mi pelo largo no me hace mujer. Si estuviera aquí en chándal, sin maquillaje, con la cabeza rapada, y empezase a jugar al fútbol, seguiría siendo mujer y no hay nada que pueda hacer al respecto. No salí del útero de mi madre con falda.

En ningún punto de mi vida me he sentido identificada con todos los estereotipos asociados a mi género. No soy CIS. Nadie lo es. No es tan sencillo. No me gustaban más los vestidos de pequeña, ni las muñecas , de hecho , quería ser más “ como los chicos”, lo que no digo que sea bueno, pero es cierto. Elegí el uniforme negro de los chicos en ballet en vez del rosa, el poco tiempo que pude sufrir el ballet…Y si, hay muchos estereotipos femeninos que se me pueden aplicar, pero no soy “genero binario”. Soy más compleja que todo eso, todos los somos. Y peses a eso y a la multitud de rasgos personales, gustos, aficiones que entran o no dentro del “genero binario” como quieren llamarlo, sigo siendo mujer. Y etiquetarnos como CIS, es definirnos en estos estereotipos de género que las feministas han tratado de combatir desde que existe el feminismo.

Este movimiento transactivista  es  completamente retrógrado, irracional, anti-feminista, y se ha convertido en un movimiento  autoritario que nadie puede cuestionar, o estar en desacuerdo. Y quienes lo hacen, como yo, son amenazadas de cualquier forma posible…cárcel, ostracismo, pérdida de ingresos, violencia, muerte…

Es una auténtica locura. No lo entiendo, pero aquí estamos. Pero es más locura aún cuando piensas que las que estamos intentando tener un debate, hacernos preguntas sobre leyes e ideas y políticas que afectan nuestras vidas y la vida diaria de otras, quienes somos acusadas de fanatismo, fascismo, violencia. El gobierno y los medios han fallado a las mujeres en este tema. No han dado validez ni han escuchado nuestra preocupación, y pese a ello aquí estamos, la mitad de la población.

Me alegra ver que los medios de Toronto por fin nos hacen caso, aunque sea básicamente por la protestas y peticiones de censurar este evento. Sigo decepcionada sobre lo que he visto en prensa sobre mí y sobre este evento. Los escritores que iniciaron la petición de censurar el debate, me acusaron de transfobia, y de sacar beneficio económico de “ tweets de odio”. No se cómo te pueden rentar los tweets, pero ni siquiera me han permitido tener cuenta…Y exigieron que la biblioteca cancelase el evento bajo amenaza de boicot. Nunca he promovido el odio y la discriminación hacia nadie.

La ideología de identidad de género es retrógrada, machista, sin sentido
No voy a quedarme quieta y a permitir que la gente diga que proteger los derechos de las mujeres es fanatismo. A las mujeres se nos ha dejado en la estacada para que personas muy privilegiadas que viven en Canadá puedan jugar al postureo ético con sus amigos online.

Esta semana hablé con una mujer llamada Heather Mason, que defiende a mujeres presas, y que ha sido presa ella misma. Me dijo que ya hay hombre violentos, depredadores sexuales, compartiendo techo con las mujeres en prisión, aquí, en Ontario. Algunas de las mujeres tienen con ellas a sus bebés. Ya ha habido acoso y agresiones sexuales en prisión, aquí en Ontario.

Las mujeres presas son uno de los grupos que sufren más marginación de todo el país. Son a menudo mujeres pobres; Las mujeres indígenas representan un porcentaje de las presas desproporcionado en base al resto de la población; Son mujeres que han sufrido una tasa altísima de agresiones sexuales, traumas, violencia, y vuelven a sufrir un nuevo trauma al ser encarceladas, mujeres con problemas de adicción, de salud mental, etc. Y es horrible lo poco que le importan estas mujeres al gobierno. Y a los medios, que no cubren este tema en absoluto. ¿Por qué los deseos y preferencias de unos cuantos hombres importan más, especialmente cuando esos hombres entrañan un riesgo y una amenaza hacia estas mujeres? Y Heather me confesó que su impresión es que hasta que no pase algo horrible el gobierno y los medios no van a entrar en este tema. Y por desgracia creo que tiene razón. Y no entiendo a qué esperamos.

En Vancouver, acabamos de ver el caso de un hombre depredador arrastrando a varias mujeres al tribunal de derechos humanos de British Columbia por negarse a hacerle la cera en su escroto. Estas mujeres han sufrido un enorme estrés y consecuencias psicológicas durante el proceso; la mayoría de ellas mujeres inmigrantes que trabajan desde sus casas, y han perdido ingresos por esto, una de las mujeres incluso teniendo que cerrar su negocio. Y la única razón por la que este hombre ha sido atendido en sus quejas es por la ley C-16 (Ley de identidad de género) y la legitimación de la identidad de género, la noción de que cualquier hombre que se declare a si mismo mujer, es mujer y debe ser tratado como tal sin hacer preguntas.

Así que, uno de los motivos por los que cuestiono la ideología de identidad de género es porque creo que es retrógrada, machista, sinsentido. Que nos limita, más que nos amplia el rango de posibilidades como seres humanos, con intereses diversos, rasgos de personalidad, etc. Pero también pienso que tiene un enorme impacto negativo en los derechos de las mujeres en particular. Y creo que sería importante que cuando se ejecutan las leyes y se hacen grandes cambios en las políticas que afectan a mujeres y niñas, tuviéramos un debate riguroso y público. Y eso no se ha hecho en Canadá en absoluto.

Las mujeres tienen derechos específicos basados en la historia y la realidad de la opresión por sexo. También tenemos espacios segregados por sexos, que se basan en el hecho de que los hombres son una amenaza para las mujeres. No todos los hombres, pero sólo los hombres. Las feministas construyeron y financiaron los refugios, “hogares de transición”, para mujeres escapando de la violencia de los hombres. Desde cero, por medio de voluntariado, luchando para que se mantuvieran abiertos, para que las mujeres tuvieran algún lugar al que ir cuando fueran víctimas de abusos. Ahora nos dicen que esto es discriminación. Que tener espacios para mujeres, para protegerlas de la violencia machista, es fanatismo.

Una y otra vez pregunto a quienes afirman que las mujeres trans son mujeres, qué significa la palabra mujer. Se niegan a contestarme, y simplemente responden que es una persona que se identifica con una mujer, que en esencia no significa absolutamente nada. Es cualquier cosa que alguien diga que es. ¿En qué se basa la existencia de los derechos de las mujeres, si la palabra mujer no tiene significado? Si cualquiera puede entrar y salir de la” mujerez” en un abrir y cerrar de ojos?

Si queremos proteger los derechos y los espacios de las mujeres, no podemos separar «mujer» de «hembra», es irracional y es peligroso. Hace vulnerables a las mujeres y las niñas y, por otro lado, no hay ningún motivo por el cual no se puedan proteger los derechos de personas individuales que quieren salirse de los roles de género y expresarse como quieran y al mismo tiempo comprender que el dimorfismo sexual es real, los hombres y las mujeres, varones y hembras, existen, y que estas diferencias son importantes.

Aun no se sabe que define a una persona trans. No se sabe qué convierte a un varon en una mujer. A dia de hoy no hay una definición coherente de la palabra «transgénero», puede ser cualquier cosa o persona, no es sino una declaración que no puede ser verificada. Y legislar sobre algo completamente indefinido e indefinible, me resulta extraño cuando no peligroso. Me han dicho que decir este tipo de cosas hiere los sentimientos de las personas y que por tanto no puedo decirlas. Pero si vamos a hablar de sentimientos, ¿por qué los sentimientos de las mujeres no importan en todo esto?

Nada de esto va sobre la transfobia; va sobre el derecho de las mujeres a decir que No a los hombres. Su derecho a no sufrir luz de gas y acoso por atreverse a considerar el derecho a su propia seguridad y sus propios sentimientos primero, a hablar, a decir la verdad, a mentar la realidad y a mantener sus derechos basados en el sexo.

Aquí en Toronto una mujer llamada Christy Hanna puso una queja contra el centro Jean Tweed, un centro hermanado con Palmerston house, un refugio para rehabilitación de adicciones, cuando la dijeron que tenía que compartir habitación con un señor que decía ser mujer. Ella dijo que este hombre tenía aspecto de hombre, hablaba como un hombre, llevaba barba y unas botas militares, que no se había sometido a ningún tipo de cirugía de “cambio de sexo”, pero que le admitieron de todas formas. Y cuando ella y otras mujeres se quejaron al personal, su respuesta fue: «Solo estamos siendo inclusivos».

Esto, a una mujer que ha sufrido múltiples agresiones sexuales, que sufre PTSD (Desorden de estrés post-traumatico), insomnio, además de estar luchando contra el uso de fármacos o drogadicción, la hizo sentir tan insegura (el hecho de la llegada de este hombre a su habitación) que tuvo que marcharse. Le era imposible conciliar el sueño. ¿Qué hay de sus sentimientos?

Para ser un grupo que se dice interesado por los sentimientos y la empatía, estos activistas no tienen ningún tipo de interés por los sentimientos de mujeres o las niñas en absoluto.

Nada de esto va sobre la transfobia; va sobre el derecho de las mujeres a decir que No a los hombres. Su derecho a no sufrir luz de gas y acoso por atreverse a considerar el derecho a su propia seguridad y sus propios sentimientos primero, a hablar, a decir la verdad, a mentar la realidad y a mantener sus derechos basados en el sexo. Las personas que cuestionan la ideología de identidad de género, no lo hacen por crueldad, o por odio. Lo hacen porque tienen una preocupación real que se merece ser tomada en serio y tratada.

No es bueno ni normal que yo tenga que estar aquí hablando con guardaespaldas y que tenga que haber una enorme presencia policial para que yo pueda decir obviedades. No está bien que la gente tenga miedo de hablar, no digamos ya de asistir a este debate, y la única forma de combatir esto, es hablando más, por lo que os agradezco vuestra presencia, y que no hayáis cedido a las presiones de la multitud. Y agradecer a las organizadoras del evento, que solo son mujeres normales, como todas las mujeres normales que hay aquí, no están financiadas, no tienen poder político…y espero que este sea el principio de muchos debates más.

conferencia de Meghan Murphy en Toronto
















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