"La conquista romana acabó de dar conciencia definitiva a los habitantes de la Península de que eran hispanos, y la conciencia de la vieja unidad no se perdió nunca. El nombre mismo de Hispania, con su antigüedad de tres mil años y que se aplicó, por tanto, a gentes que se hallaban en plena Prehistoria, lo que no suele ocurrir, pues por lo general los actuales países llevan nombres de origen mucho más moderno, constituye por sí solo una vieja raíz.
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El artista paleolítico lo era con valor semejante al que damos al artista moderno: alguien que siente la belleza de las formas reales pero que además es hábil y capaz de realizarlas y copiarlas con diversas técnicas, y que al hacerlo sirve algunos de los fines o los ideales de la sociedad de la que forma parte, ocupará un papel destacado en el medio social en que se mueve, ha aprendido con maestros y enseña a su vez a sus discípulos y continuadores, y su inventiva puede llegar al simbolismo y a la abstracción, merece el título de artista con no menor derecho que el escultor griego, el mosaísta romano, el decorador de catedrales o el pintor actual de grandes frescos que quiere servir con ellos a una causa popular."

Lluís Pericot
Reflexiones sobre la Prehistoria hispánica



"Ni en belleza, ni en antigüedad, nada ha podido desbancar el arte cantábrico. Con Altamira la pintura alcanzó una cima que no puede ser ya superada, sino sólo ampliada con temas y maneras distintas."

Lluís Pericot i Garcia



"Viriato simboliza al guerrillero español de todos los tiempos. Su perspicacia estratégica, sus movimientos envolventes, sus retiradas fingidas basadas en una gran movilidad y en el conocimiento del terreno, en su sobriedad y resistencia, su misma autoridad personal y la fidelidad de sus soldados, concuerdan con la manera de actuar de otros caudillos españoles hasta los tiempos más modernos.
Numancia luchó sola. ¿Qué habría pasado si las tribus hispánicas hubieran actuado juntas y cada ciudad se hubiera convertido en otra Numancia? Roma, ocupada en otros graves problemas y dificultades en todos los frentes de su actuación, no habría podido dominar a España. Los textos romanos nos enseñan las características espirituales de los pueblos hispánicos. Sus cualidades y defectos son los del pueblo español de todos los tiempos. Vivos, valerosos, capaces de los mayores esfuerzos, hospitalarios, leales hasta la muerte, heroicos, llegando al salvajismo en su heroísmo, excelentes soldados, pero al mismo tiempo perezosos, inconstantes, cansándose de las empresas, aficionados a vivir de la depredación, orgullosos. Reconociendo todo lo que debemos a Roma, no estaría bien renegar de nuestros antepasados indígenas, como un nuevo rico podría hacer con sus padres pobres. En el fondo del alma hispana es imposible que las raíces milenarias no hayan dejado un sedimento más poderoso que todas las aportaciones de los últimos dos mil años. Somos un producto del natural crecimiento de las pequeñas bandas del Paleolítico superior, con el sello que el medio geográfico le impuso y con el matiz que les dieron un par de nuevas inyecciones de sangre africana y el baño de indoeuropeísmo de los celtas, ya muy mezclados por su parte, cuando llegaron aquí."

Lluís Pericot
La España primitiva












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