A la sombra del tilo
Viene del monte un aroma a casuarina
y lujuria recién lavada
que me envuelve
Arrojo los dados minerales:
números tallados por la constancia del viento
astillan mi suerte
Ella gotea hacia arriba y cae
desnuda
pero dispuesta
No hay dádivas para este corazón
señor de la mañana;
Altagracia en derredor, no tengo más verdad
que un salvaje palmar
y el éxtasis en puntas de pie,
de saber,
que este amor,
se come
con las manos.
Lucio Madariaga
Il dolore
El pordiosero de la oficina
en el pulmón
del asma,
comulga con la derrota
y la dona
al mejor postor.
No se trata de volver al origen.
Hablo de puntos de partida.
El único dolor eficiente
es
el constitutivo.
Lucio Madariaga
Metamorfosis del tiempo
No haber nacido animal es una de mis secretas nostalgias.
Clarice Lispector
Una noche soñaste que tocabas cumbia en los arbustos
y estabas solo
sin preocupaciones,
a conquistar las luciérnagas con tu piel, saltando
como una rana enloquecida por la humedad,
esparciendo el toque de tus acrobacias junto con el rocío,
rodeado por un séquito de moscas aromáticas
de jazmín,
corriendo salvaje y rodando
en las estrellas
Un día te despertaste y la profecía
se logró:
eras un animal.
Lucio Madariaga
Silencio y después
La mujer del vestíbulo en la calle
del ruido
ríe
desafiante
confiándose a la noche
como si poco importara el dolor
¡Ay si supiera!
Lo que suele tener ese aroma
dulce
a tanta vida
Una fracción de segundo arrítmica
inmensa y solitaria
es todo lo que nos hace falta
para comenzar
de nuevo.
Hay algo desgarrador en el silencio:
me resulta auténtico.
Lucio Madariaga
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