"Aunque el parto sea en casa, delante del marítimo y de la parentela, si la criatura sale con algun defecto, ó con alguna monstruosidad, v. gr. con una mano ó pie ménos, ó con el labio rajado, como suele suceder; en tales casos, sea hembra, ó sea varon, nadie se opone, ántes bien todos consienten en que muera luego, y así se executa; y si la muger da á luz dos criaturas, es indefectible el que uno de los mellizos ha de ser luego al punto enterrado á instancias ó por mano de su misma madre."

José Gumilla
Orinoco Ilustrado


"Fuera de esto acaece, que en estas marchas le dan los dolores de parto á una ó muchas de aquellas Indias: se aparta un paso del camino, pare, envuelve de nuevo la criatura con las secundinas, y corre apriesa para proseguir marchando con todos llega al primer rio, que se ofrece, allí laba la criatura, se laba á sí misma, y ya está libre de su parto, y convalecida tambien: ¡tanto vale criarse al rigor del Sol y del sereno!"

José Gumilla
Orinoco Ilustrado


"La Nación Caverre, la mas inhumana, bruta y carnicera de quantas mantiene el Orinoco, es la maestra; y ella tiene el estanque del mas violento veneno, que á mi ver, hay en la redondéz de la tierra. Sola esta Nación retiene el secreto, y le fabrica, y logra la renta pingue del resto de todas aquellas Naciones, que por sí, ó por terceras personas, concurren á la compra del curáre, que así se llama: véndese en unas ollitas nuevas, ó botecillos de barro...
No tiene sabor ni acrimonia especial: se pone en la boca, y se traga sin riesgo ni peligro alguno; con tal que ni en las encías, ni en otra parte de la boca haya herida con sangre; porque toda su actividad y fuerza es contra ella, en tanto grado, que tocar una gota de sangre, y cuajarse toda la del cuerpo, con la velocidad de un rayo, todo es uno. Es maravilla el ver, que herido el hombre levemente con una punta de flecha de curáre, aunque no haga mas rasguño, que el que hiciera un alfiler, se le cuaja toda la sangre, y muere tan instantáneamente, que apenas puede decir tres veces Jesús."

José Gumilla
Orinoco Ilustrado


"Las niguas son plaga muy universal, y no solo abundan en toda tierra caliente y templada, sí que no faltan en tierra fria, aunque no tantas. En el Paraguay y otras Provincias, las llaman piques; los Jiraras las llaman sicotú; y nadie se    escapa de esta epidemia, sino tal qual, de humores muy irregulares. No hay resguardo que baste; se meten por entre las medias y zapatos, y penetran la carne viva, con un dolor y comezón ardiente; luego forman una tela, y dentro de ella, á las veinte y quatro horas, ya tienen huevecitos, para criar un hormiguero de niguas. Son unas pulguillas, que las brota el polvo, y hay tantas en algunos parages, que apénas es creible: es plaga lastimosa para los Indios y Negros, que andan descalzos, y gastan poco cuidado en sacarse las niguas, que les entran por todas partes en gran abundancia; y como multiplican tan apriesa, los imposibilitan á poco tiempo. Unas familias, que de Canarias llegáron á la Guayana, por los años de 1720, se descuidáron tanto en sacarse las niguas, que muriéron gran parte de ellas, sin otro achaque que éste."

José Gumilla
Orinoco Ilustrado


"Llenos de sangre y de saña salían a pelear como unos tigres rabiosos."

José Gumilla o Joseph Gumilla
Tomada del libro El dominio mental de Pedro Baños



"No está todavía averiguado, ni es fácil de averiguar, si la culebrilla, de que voy á dar noticia, nace en las plantas de los piés, por alguna congelacion de los humores del mismo cuerpo humano; ó si se origina de algun animalejo, que se entra al modo que diximos de las niguas. Lo cierto es, que en Cartagena de Indias, y en semejantes temperamentos, sumamente cálidos y húmedos, aunque no con freqüencia, se padece la culebrilla; la qual se da á sentir, y á conocer por la inflamacion que ocupa la planta del pié, y por la calentura que de ella se excita. Para observarla, lava un Cirujano el pié con agua tan caliente, quanto puede sufrir el paciente; y despues de limpio y enjuto el pié, se dexa ver un verdugon, mas ó menos enroscado, segun los dias que lleva de engendrada la culebrilla, el qual indica su grandeza. Con este conocimiento se procede á la curacion en el modo siguiente: se prepara un lazo, hecho de un torzál de seda fuerte, y se vuelve á meter el pié en el agua caliente; sufocada la culebrilla del calor, ó la tenia ya, ó abre puerta para sacar su cabeza; y al sacarla, prontamente, ántes que la retire, se le echa, y ajusta bien el lazo, cuya extremidad se debe afianzar sobre los tobillos, en la garganta del pié, de modo que quede, tirante, y se dexa arropado el pié, y quieto hasta al otro dia: se repite el baño, y se halla, que ya la culebrilla salió hácia fuera, supongamos el espacio de una uña, y en este estado la destreza y cuidado grande se ha de poner en dos cosas: la una, en no violentar demasiado la culebrilla para que salga: la otra, en que el lazo no afloxe, y retirándose ella hácia dentro, se pierda lo ya ganado. En uno y otro se requiere gran tiento; porque si se parte la culebrilla, se corrompe la parte que queda dentro, y se apostema el pié, dando materia á una prolixa y arriesgada curacion. Y á fuerza de tiempo y de prolixidad, sin mas que repetir los baños dichos, sale últimamente la culebrilla entera, de cosa de tercia de largo, del grueso de un bordón ordinario de arpa; y es casi nervosa, y de poca carnosidad. Esta relacion, casi con los mismos términos, la oi al Padre Cárlos de Anisón, de mi Religion, quien decia haber padecido de la culebrilla, y haber sido curado en el modo referido."

José Gumilla
Orinoco Ilustrado



"Quarenta días antes de casar los Guayquiries á sus hijas, las tienen encerradas en un continuo y rígido ayuno: tres frutas ó dátiles de Muriche y tres onzas de cazabe con un jarro de agua, es su diaria ración: y así, el día de la boda, mas parecen moribundas que novias. ¿Por qué usáis esta crueldad, le dixe yo al Cacique? y él con mucha satisfacción respondió así: «Reparáron nuestros antiguos, que todo quanto pisaban las mugeres, quando estaban en la costumbre ordinaria ó lunacion, todo se secaba; y si algún hombre pisaba donde ellas habían puesto los pies, luego se le hinchaban las piernas; y habiendo estudiado remedio, mandaron que para que sus cuerpos no tengan veneno, las hagamos ayunar quarenta días, como ves; porque así se secan bien, y no son dañosas; ó á lo menos no tanto como lo eran antiguamente»; así engaña el Demonio á estos ignorantes, y los induce á que usen de estas crueldades, paliadas con necia erudición, aparente piedad y oculta, pero cruel tiranía."

José Gumilla
Orinoco Ilustrado


"Y así yo en su nombre apuntaré aquí lo mismo que largamente medité entre ellos, al ver su modo, su estilo y su desdicha, digna de toda compasión. Digo lo primero, que los Indios son hijos de Chám, segundo hijo de Noé, y que descienden de él al modo que nosotros descendemos de Japhet, por medio de Tubal, Fundador ó Poblador de España, que fue su hijo, y nieto de Noé, y vino á España año 131 después del Diluvio Universal."

José Gumilla
Orinoco Ilustrado










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