Comienzo a pensar que debería hacer algo con mi vida
sobre la mesada
una marea de hormigas
se afanaba
en los restos de comida
amarronaban los cuchillos
el paño
que había sido utilizado
para recoger las migas
cruzaban por el vidrio del plato
algunas chocaban entre sí
y se detenían
moviendo las patas y las antenas
tal vez preguntaran sobre cosas que desconoceré
por siempre
tal vez se disculpaban
o de un modo amoroso
se saludaban como viejas vecinas
tomé de esos venenos que vienen envasados
y presioné
con culpa
por toda la muerte
que sobre ellas
habría de acontecer
fue instantáneo
un soplo frío las hizo encogerse
y luego
fueron puntos congelados
sobre la mesada
y los desperdicios
ahora que me dispongo a recogerlas
para tirarlas en los residuos
me descubro mirando
fugazmente
por encima de mi hombro
Jotaele Andrade
Contemplación ritual del día
Honda belleza de la catástrofe
y de la piel de cabra en el invierno
el fuego es un metal bueno
se parece a un niño que acaricia un gato
al que hay que vigilar
pero es bueno el corazón del fuego
y busca su belleza en las cenizas
yo haré de él una catástrofe sólo para probar su bondad
he de arrojar tus vestidos
los libros preciados
los hijos que perdimos a manos del encono o de las fieras
arrojaré mi casa y el recuerdo de mi padre
entonces verás que este hombre ha desencadenado la tragedia
que el agua es buena
y el aire
que he sacrificado una cabra en el sitio
donde
la ausencia se empiedra
que contemplo el día del mismo modo en que veo
pudrirse una manzana
Jotaele Andrade
El gato trae los restos de una liebre
cada vez que llueve
el gato se refugia bajo un toldo en el patio
allí duerme
mientras la lluvia golpea todas las cosas que en el mundo son
su propia desnudez
qué soñará
-pregunto
ese flaco
y aguerrido macho
que se sume a lo largo de sí mismo y gusta
de dormir bajo la lluvia
¿que con su rugido
tiemblan
las cosas que en el mundo
son su propia desnudez?
¿soñará que se aparea
con leonas
panteras
leopardos?
¿que les hace hijos
sobre los que
orgulloso
reina
y que a su paso
le ofrendan gamos
venados
ronroneos súbitos?
o
de un modo
más doméstico
soñará con los restos de liebre
que ha robado de la casa vecina
y abandonado en el patio
y que
bajo este clima otoñal
se pudren lentamente
Jotaele Andrade
"Hay una desvalorización del concepto dios. A partir de ahí creo que se busca otro parámetro. Hay un muy extendido goce de ser el que escribe. Creo que se está llevando a la escritura a cierto utilitarismo y a mercancía de la subjetividad. Y a mercancía, a secas. La poesía, no la poesía, sino la escritura de poemas ha caído al fin en las manos del negocio, pingüe, pero negocio al fin."
Jotaele Andrade
“Intento que la imaginación establezca sus nexos en mí; cuando yo puedo imaginarme pez saco de una patada al tipo que soy, al pluralmente insoportable que soy. ‘Hay que tercerizarse'.”
Jotaele Andrade
“La experiencia humana es válida poéticamente, para mí, en tanto contenga la experiencia de todo lo que está vivo, el respeto y armonía hacia todo lo demás, que le permita su lugar en el mundo. Ubicada ahí la poesía embellece la tragedia de existir.”
Jotaele Andrade
La rosa orgiástica
yo parí a mi madre y retuve
entre mis manos
sus huesos de pájaro
y esos pobres huesos
crujen
y tratan de elevarse
porque un hijo no es otra cosa que una piedra o una cuchillada sobre el lomo
nadie debió esperarme más que yo mismo
más que mi sombra escondida
todavía
en la memoria del mundo
y si me abrazó el desierto
si el sol cavó en mi carne
fue porque soy proclive a desgastarme contra las cosas
porque veo reinos que se devastan y se construyen
cada vez que aletea
cualquier insecto
y porque yo inclino mi testuz ante lo instantáneo
pues sé que lo único que perdura entre los días
es el mineral
indivisible
del misterio
y acaso los huesos desperdigados de lo perdido
que buscamos como perros
o huérfanos
yo parí mi propio nacimiento
soy de una edad labrada en el terror del pájaro
apedreado
mi pena es una rosa orgiástica
Jotaele Andrade
La soledad es una misma tierra de sepultura
a veces tolero mi muerte del modo en que el perro
sus pulgas
envejece la carne del corazón
y la tarde se ensimisma en su caída
desearía
oh cómo desearía
no aferrarme al tablón en medio del naufragio
decir:
es hora de recoger el hilo de la pesca
o sentarme en medio del escándalo
a morder las frutas
verdes del desprecio
cavo en la carne de mi soledad
me aparto y me hago mío
con el barro reseco de mi existencia
a cada lado
me extiendo
como si abriera mi propia sepultura
y
detrás de mí
alguien golpea con su pala
y usa esa tierra
para cubrir su propia soledad
Jotaele Andrade
Mosca sobre mi padre muerto
yo te hubiera preferido deslumbrante
hermoso mío
–y mantengamos en secreto esta tristeza
hubiera deseado que una luz enorme te tragara
que hubieras combustionado de pronto
y desaparecieras en un revuelo de cenizas
brillantísimas
pero estabas hundiéndote despacio
en medio de las cosas quebradas
tan despacio te hundías
como despacio crecen los árboles y los niños
lento en tu quieta carne
estabas
y nosotros alrededor
la mosca y yo
que no me atrevía a tocarte
¿qué diferencia hay entre esta mosca
que ahora revolotea en este aire
y aquella que se posó sobre el cadáver de mi padre?
aquella que no atiné a espantar
ni a matar
quizás porque la desmesura mortuoria de tu cadáver era todo cuanto
podía resistir el mundo
no lo sé
nada sé todavía
sólo decirme en una media lengua que eras un lugar apacible
para esa mosca
que posó
sus patas
y no que empezabas a heder como una fruta derrumbada bajo un sol implacable
Jotaele Andrade
“Se está llevando la escritura a cierto utilitarismo y a una mercancía de la subjetividad.”
Jotaele Andrade
Todo lo que vuela me da pena
me da pena
la viva estadía de los insectos en la telaraña
la pena roja de la sangre
que borbota de la herida
y qué es la pena
además del balido triste en la intemperie
además de esta inmensa soledad
donde el dolor atruena
con millones de puños
golpeando
qué es sino los signos
que dibujan en el polvo
nuestros dedos
donde indicamos lo más hondo
la increíble y disparatada maravilla
de haber estado
y haber gemido y amado
y dormido entre los días
pena me da el agua y lo inasible
y el color definitivo de la muerte
pena
pena azul del color azul
la pena aterida del agua dentro de la nieve
la pena negra de los colores que se abisman en el negro
y todo lo que vuela me da pena
el pájaro
el papel arrastrado por el viento
la niña que sueña
con corceles
sangrantes
en los ijares
los insectos y su insistencia de roer la luz
hasta caer fulminados
el papalote y la nube y los aviones
y las hojas arremolinadas
todo
todo lo que vuela me da pena
porque no dura el éxtasis de pisar el aire
en la rosa orgiástica de los días
Jotaele Andrade
"Una vez dije que quería escribir cosas como el Verba Dicendi divino que dice y crea eso que dice. Entonces yo quiero crear cosas con alma. Quiero decir la rosa del hueso y que duela esa flor escondida tras la carne, que pugne por salirse. La poesía es un mismo hilo en la tremenda hiladura de la existencia, nos une con el escarabajo, con el chancho jabalí, con el hincha de fútbol con que nada me uniría, hace una misma cosa de la diversidad y eso también, para mí, es lo espiritual: una conjunción múltiple de la mismidad."
Jotaele Andrade
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