"Conocer a los 17 años los haikus japoneses (composiciones poéticas de tres versos), me hizo apreciar la contención. Y aunque no siempre escriba haikus, tengo esa lección de disciplina y condensación en mi mente."

Rossella Di Paolo


El cuerpo donde habito

I

Todo este buen objeto que es un cuerpo:
sus brazos flacos despegados por arriba
sus alocadas piernas cortadas hacia abajo
y en el medio el pedacito de torso
con su corazón puntual, sus riñones limpios
y este pulmón que se asoma a la ventana
y conversa con el otro
sobre si el cerebro encabezado, si la boca armada
si las altas hogueras parpadeando al unísono.
Ah este cuerpo alegre como un perro chico
con su sexo despierto saltando en la puerta.
Sin este honroso cuerpo, duro y claro,
sin su lúcida arquitectura
de huesos quietos y pellejo alzado
dónde habitaría y cómo
tanta tierna acongojada nada?


II

En los brazos de mi cuerpo estoy
en sus pies me alzo y ando.
De mi cuerpo soy hija única
y en su piel me sumerjo entera.
Sin mi cuerpo no hay voz
ni mi voz ni tu voz
sin las orejas de mi cuerpo
ni tu cuerpo sin los ojos del mío
sin sus manos.
Me ama este cuerpo que yo habito
me abre sus ventanas y me teje
y desteje cada día que me asomo.
Es mi cuerpo quien fabrica las palabras
la conciencia de estar / de ser aquí
porque él lo quiere
y si no lo quiere entonces nada
de nada.

Rossella Di Paolo


El dios del acantilado

Nadie sabrá de mis hombros derruidos
     o de mis pasos de piedra edificando distancias

        Sólo para mí el conocimiento
     de la terrible hondura de estas manos
como la de ciertos estanques que extravían sus fondos

No dirán: tuvo una frente ceñida de espacios
         o: una frente adelantada hacia el sueño
     Es lo mismo.

Nadie para mi rostro de muralla absorta
         con su crecida barba de retama
Nadie para medir el aire que me muerde
Nadie para arrimar la arena tibia que cae de mis ojos.

Rossella Di Paolo



La noche oscura

  a oscuras, y en celada,
        estando ya mi casa sosegada
                     San Juan de la Cruz

En una noche oscura
seis cajas de libros, un vestido, la máquina
de escribir con ansias, en amores inflamada.
Mi madre gritando en la escalera, mis hermanos
los pelos arrancados
¡que no lo sepa nadie!
¡oh dichosa ventura!
una mujer sola, en Lima, qué dirán
salí sin ser notada
qué dirán: puta en cierne
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa
en secreto que nadie me veía
en un taxi negro hacia otra habitación
sin otra luz que mi rabia por vivir
y escribir lo que viviera
y esas clases que dictar ajustándome a la lengua
lo que en el corazón ardía:
una mujer sola, en Lima, qué dirán
qué dirán, puta en cierne.
Puta con burdel tapizado de libros
mi cama de combate con tantas palabras que poner
y enderezar
el poema en mi cuello
y todos mis sentidos suspendidos.
Todos no, que allí tuve yo los ojos para verte
de lejos la cabeza, tu adelantada frente
oh noche que guiaste la habitación al lado
oh noche amable más que el alborada
hombros bravos de toro, suaves ojos de toro
oh noche que juntaste
su risa con la mía, su leche en mi café
amado con amada
y el beso en el abismo, los círculos de fuego
amada en el amado transformada.
Quédeme y olvídeme
el rostro recliné sobre ti
el rostro, el vientre, los muslos…
Cesó todo y dejéme
dejando mi cuidado, el llanto del domingo,
la honra de mi casa
todo
entre las azucenas olvidado.

Rossella Di Paolo


Las montañas

Las montañas azules como el aire
ceñidas de altísima distancia
miran con nostalgia sus hombros vulnerados.

Bajan sus ecos lentos. Ya no claman
se están quietas soñando las montañas
en sus alas, en sus alas.

Rossella Di Paolo



Me ama este cuerpo que yo habito
me abre sus ventanas y me teje
y desteje cada día que me asomo.

Rossella Di Paolo



"Me encanta ver a las mujeres empoderadas, pisando con más firmeza."

Rossella Di Paolo


No

no sigue el amor mis pasos
tuerce la cabeza, se resiste
¿he de golpear sus patas?
¿silbar desde aquí abajo?
y aun viniendo
lento, de espaldas
¿cuál hazaña la mía?
un animal cansado
que no acierta
a saciar su vértigo de monte
–la lumbre alta que lo arrastra–
entre mis pocas manos

Rossella Di Paolo


Piedras

I

arrojabas las piedras contra mi cuerpo
y yo me mantuve en mi sitio,
feroz.
ninguna dio lejos del blanco.
cómo dejarlas caer sin haberme tocado.
eran tus piedras.
era sólo mi cuerpo.

II

pudiste lanzarme abismos, selvas oscuras, barcos en llamas,
pero sólo tenías piedras
y yo necesitaba algo de ti, cualquier cosa
que se desprendiera por fin de ti
y me buscara.

III

una piedra lleva tus huellas digitales,
mirando más al fondo: la palma de tu mano, su humedad.
si fuerzo aún las cosas, la precisa
atención de tus ojos, el pulso
que avienta tu vida
hacia la mía.

IV

es mejor que me incline a recogerlas.
no llegaré con las manos vacías
a la casa del amor.

V

hay gozo en la casa del amor
así cuentan
y música.
golpearé una piedra contra otra
una contra otra
disciplinadamente.

Rossella Di Paolo


Sal si puedes II

Vivo en la casa de la poesía.
Subo despacio sus escaleras
y también, saltando, las bajo.
Me siento en la silla de la poesía,
duermo en su cama, como en su plato.
La poesía tiene ventanas
por donde se deja caer
mañanas y tardes,
y bien me cuelga una lágrima
bien sopla hasta tumbarla / Con esto
quiero decir que trae
curitas y heridas
en la misma canasta.
Yo quiero tanto a la poesía que a veces creo
que no la quiero / Ella me mira,
mueve la cabeza y sigue tejiendo
poesía.
Como siempre, me quedará grande.
Pero cómo decirle / cómo decirle
quiero salir / quiero freír
honestamente mis espárragos…
Ya la veo alcanzándome
con su botella de aceite
y su loca sartén.
Ya la veo,
con su atadito de espárragos
saliéndole de la manga.
Ah su frescura / su fulgor desordenado
y el demorado compás con que me cerca.
Y yo me rindo / me rindo siempre porque vivo
en la casa de la poesía / porque subo
las escaleras de la poesía
y porque también las bajo.

Rossella Di Paolo


"Sé que hay poetas que escriben un poema, lo terminan y lo cuelgan. Y están buscando los likes. Y de eso no se trata. No es exhibicionismo. Uno escribe porque se está buscando, para vertebrarse, para entender el mundo, a tus semejantes. Es una forma de vivir, no es escribir un producto, ponerlo en la vitrina y que todos te den like y se quede en eso."

Rossella Di Paolo






No hay comentarios: