Dafne
Encerrado en Saint Pélagie Courbet quiso (…) representar
París vista desde las bóvedas de la prisión. Escribe a uno
de sus amigos: «La hubiera pintado en el estilo de mis marinas,
con un cielo de una profundidad inmensa, con sus movimientos,
sus casas, sus cúpulas simulando las ondas tumultuosas del océano».
G. Bachelard
Bailar sobre las
olas
bailar el goteo
tenaz contra la
loza
si estoy contenta bailo
rápido,
si estoy
triste,
despacio
bailar
la asfixia
el viento
sordo
el estallido del
metal
si estoy irritada,
de las dos formas
bailar la
luz
vacía
las grietas
el rictus
las bocas de
tormenta
la rama
deshojada
Judith Filc
Suplicantes
Le dicen Colo tiene
24 años hace
seis que lo
busco
El filo del
metal contra el
cuello
La cabeza se
inclina bajo el
chorro de
agua bajo el
secamanos busca un
rincón donde
acomodarse
el altavoz anuncia llegadas y
salidas
Me dijeron que estuvo en
Olmos también en la
veinticinco tiene
24 años le dicen
Colo
La punta de la
mesa de
plástico
filosa
Parada frente a la
tierra
removida
ve dos
puñitos contra la
cara
Atraviesa la
cuadra de
ventanas tapiadas
entra por la
puerta del
garage:
tres pisos
oscuros
de escalera
la bolsa de
dormir sobre el
suelo de la
cocina y semillas para el
canario
Toto, las balas no se
sienten. Te juro, Toto.
¿Viste un cigarrillo cuando
traspasa un nylon? Así es,
y después algo caliente.
Nunca más, vieja,
me dijo, te prometo,
por vos y por la
nena
Las cuentas de
plástico pasan una por
una entre los
dedos son los
cinco puntos,
me dice.
El del medio es el
cana.
Alguien me despertó diciéndome
que fuera al hospital.
Cinco policías rodeaban la
cama. Uno la pateó diciéndome:
¿Es su hijo o no, señora? No, dije.
Judith Filc
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