Día vigésimosegundo: Partimos desde el puerto de la última noche. Las montañas podían verse a lo lejos. Un niño de ocho años —que parecía aún menor— estaba sorprendido de descubrir que, a medida que nuestro barco se movía, las montañas parecían moverse con nosotros también. Así que compuso este poema:

Vistas desde un barco que se mueve
incluso las montañas están moviéndose—
pero acaso sabrán esto
los pinos de las montañas?

Ki no Tsurayuki



"En nuestros días a la gente le importa el aspecto atractivo de las cosas, admirándose la ostentación. A nuestro alrededor aparecen poemas sin sabor y de corta vida."

Ki no Tsurayuki


"Hay otros poetas también conocidos por ser tan innumerables como las hojas de los árboles del bosque y por estar tan extendidos como la hierba de los campos. Creen, sin embargo, que todo lo que componen es poesía, sin saber qué es un poema."

Ki no Tsurayuki



"La opinión del mundo nos causa recelo y la confianza en el espíritu de nuestra poesía a veces nos flaquea, pero estando en esta vida o yéndonos como las cambiantes nubes, en estado de sueño o de una vigilia tan atenta como la del ciervo que brama, podemos decir que nos congratulamos de haber nacido en esta generación y de vivir en la era en que tuvo lugar el suceso de la compilación de estos poemas. Hitomaro está muerto, pero la poesía sigue aquí. Los tiempos cambian, la alegría y la pena van y vienen, pero las palabras de estos poemas son eternas, ilimitadas como las ramas de los verdes sauces, inmutables como las hojas de los pinos, alargadas como los pámpanos de las parras trepadoras, permanentes como la escritura semejante a huellas de aves. Los hombres de futuras generaciones que conozcan la poesía y perciban el corazon de las cosas, mirarán la antigua poesía como miran la luna en el ancho cielo. Y, si es así, ¿por ventura no celebrarán también nuestro poemas?"

Ki no Tsurayuki
Kokinshuu" en la edición bilingüe de Carlos Rubio para Hiperión


Los cerezos
se derraman en la estela
del viento
y en el cielo sin agua
hasta olas se levanta

Ki no Tsurayuki
Poema de primavera compuesto en el concurso de poemas del palacio de Teiji, el año 913 d.C., recoiplado en el Kokinwakashu



"Nació la Poesía cuando se mostraron por primera vez el cielo y la tierra."

Ki no Tsurayuki



¡Qué inalcanzable
el corazón del hombre!
Pero las flores
de mi aldea ¡qué fieles
guardan viejos aromas!

Ki no Tsurayuki



Se levanta la neblina
y entre los brotes de primavera
al caer la nieve,
hasta en los pueblos sin flores
las flores se derraman.

Ki no Tsurayuki









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