"Se les ha reprochado a estas  prácticas rusas el hecho de que son las mismas que empleaba Hitler. Sí y no. Sí, desde el punto de vista técnico. Sí ,toda vez que, en ambos casos, la base fisiológica de la propaganda afectiva es la misma -la pulsión número 1, o agresiva-. No, porque en el caso de Hitler era sobre todo el elemento del miedo el que utilizaba para que las masas fueran en la dirección que el Estado quería, mientras que en la URSS, la fuerza motriz es el lado inverso de la pulsión combativa -el entusiasmo-. En realidad, lo que se denomina alecciones en la URSS no es sino una manifestación de lo que hoy estamos acostumbrados a llamar la cultura popular, utilizada para educar a un pueblo que algún día quizás logre instalar en su país una verdadera democracia. Y esta es la razón por la que las elecciones en la URSS, a pesar de todo, no son una farsa, no son una violación psíquica clásica, no son demagógicas, sino que son una preparación, un preludio a una psicología colectiva."

Serguéi Chajotin o Sergei Chakhotin o Sergei S. Tchakhotine

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