Arqueologí­a de la memoria 

La memoria conserva a su antojo lo imprevisible,
lo ondulante: la última nube roja que precede a la noche,
la tí­mida caricia de la mano sobre la piel del agua,
la no oí­da palabra cuando nos ahogábamos en otra pupila.

Wilson Pérez Uribe




Asombro y enigma 

Hay un fractal de arcoí­ris en la nube,
esa lejana voz de luz y de agua
flota cual espejo en un cielo de marina profundidad:
el universo planta jardines en la pupila humana.

Wilson Pérez Uribe




"La creación poética es un ejercicio de respeto con las palabras, es un ejercicio de diálogo con lo que nos acontece, es una defensa absoluta de nuestra soledad, pero también es una construcción fraterna en torno a los otros y con los otros. Creo que esa sensibilidad se compone de esos aspectos. Una sensibilidad dialógica es una sensibilidad también particular, porque atiende a hechos sobre el mundo que no percibimos a simple vista, sino que pasa por un lente reflexivo, un lente de cuidadosa atención y eso es lo que hace el ejercicio de la creación poética."

Wilson Pérez Uribe



Melodía en C menor, Op. 4, N. 2 -Fanny Mendelssohn-
Una gota en la ventana hilando, al verla, los tejidos de un Recuerdo: el rostro de una mujer joven cuya condición de sombra hoy se revela presente, algo palpable. El lenguaje se hace cuerpo, gesto, palabra. Los tiempos se superponen. La memoria ordena entre la niebla unas pocas imágenes y un único instante es una piadosa inquietud. Contemplar en ese silencio de la gota de agua, aferrada aún al vidrio, sus lágrimas abundantes, su ajustado cabello, el eco de su voz. Su recuerdo persistirá mientras la gota se deslice sobre la ventana. Todo pasado en su mayor claridad es irrecuperable, todo intento de atesorarlo es un vano estímulo; siempre se recae en la deformación o en la transformación. Tal vez toda presencia sea la memoria de aquello que no podremos recuperar. Ha caído la gota de agua. Qué admirable su deslizarse sobre el cristal. Ha dejado una recta humedad en la que he creído recobrar la tersura de sus manos o la razón de la tristeza que hizo de su sueño la trama de una larga vigilia.

Wilson Pérez Uribe




Microcosmos 

Advierto con un asombro jamás compartido
el frágil temblor del átomo en el rocí­o:
quietud de su universo en la luz matinal,
sentido sacro del mundo en su diminuta mansedumbre.

Wilson Pérez Uribe



Nocturno # 2, Op. 9 -Frédéric Chopin-
El cuerpo quiere ser ola y espuma. Tras las ruinas de la tarde no queda más que el consuelo de una música callada. Los libros están ordenados. Las palabras por decir ya se han dicho. El aire es ligero, está tatuado de un aroma muy lejano, tal vez sea la presencia de algo perdido. Mientras camino por la habitación, de ida y vuelta, como transitando una ruta en el desierto que imponen las cosas, llevo a cuestas la tarea de descifrar el mundo en el sonido de una palabra. Entre las manos se diluye la forma como se aprendieron a unir los vocablos en la memoria. El corazón solo sabe de esa música recobrada en un tiempo y perdida al ser escuchada. No vale preguntarle al corazón, su respuesta es la misma, un ritmo secreto que alienta en el vivir y cuyo pálpito disminuye instante a instante. El poema: el mismo hilo, la herida de una palabra, la costumbre de borrar los trazos al mirarlos. El poema: si lo pensaba era una imagen verbal vívida; si lo transcribía era un acto doloroso, una exigencia apasionada que me enfrentaba directamente con el reverso de las cosas. Tal vez nunca sabremos cómo nace el poema o cómo surge el fuego del madero.

Wilson Pérez Uribe


 “Pero el amor no es la memoria del que ama. Yo aprendí tu nombre de las cosas que saben callar.”

Wilson Pérez Uribe











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