“A mí lo que me angustia genuinamente es la cantidad de casos que deben seguir ahí, en las revistas y periódicos antiguos, esperando que los descubramos. Esa es la punta del iceberg en la que pienso todos los días. Yo no sé si en el futuro el tema sea más aceptado. A veces pienso que en el futuro el tema no le va a interesar a nadie. He discutido con otros amigos interesados en los ovnis porque suelo ser muy pesimista respecto a lo que se viene. Yo creo que el fenómeno ovni ya tocó techo, y como todo relato deberá reinventarse o desaparecerá.”

Sebastian Von Kleist



“Cuando miras la ufología a nivel internacional, revisas libros escritos en otros lugares y ves que los casos chilenos prácticamente no aparecen consignados en ellos. Para los grandes libros clásicos, Chile es un país menor en comparación con otras potencias en casuística, como Brasil, Argentina, España, México, Italia, Francia, Estados Unidos o Reino Unido. Venezuela y Perú incluso tienen más casos conocidos a nivel internacional que nosotros. Cualquier país donde haya testigos será rico en casos. En ese sentido, Chile no es la excepción y tiene muchísimo material para el investigador.”

Sebastian Von Kleist



"Desde que empezaron a verse ‘platillos volantes’ han pasado 73 años y no ha pasado nada. El problema es asociar OVNI con nave extraterrestre. Una cosa no tiene que ver con la otra."

Sebastian Von Kleist


“Durante muchos años he coleccionado recortes de diarios con noticias de ovnis en Chile y otros países. Los que siempre me llamaron más la atención, cuando era un niño y también después, eran los casos de humanoides. Tengo la costumbre de catalogar las cosas y esos casos los empecé a ordenar en una plantilla de Excel, de puro maniático. De pronto me di cuenta que tenía mucho material y que quizás era mejor no solo tenerlos en una plantilla, sino escribir pequeños resúmenes de los casos. Con los años me di cuenta de que tenía una enorme cantidad de casos y que quizás valía la pena sistematizar el material, y completarlo. Y casi sin darme cuenta, monté un libro. Y sí, con el tiempo me fui poniendo más descreído. Eso es cierto.”

Sebastian Von Kleist



"El tema ovni despierta un interés parejo en Occidente. Pero sí es cierto que Chile muestra un interés mayor al promedio. En términos de literatura, y si hacemos un paralelo con su población, la cantidad de libros de ovnis que se han publicado en Chile es altísima, solo superada en el ámbito hispanoparlante por España, México, Argentina y Colombia, que son todos países que a lo menos duplican la población de Chile. La prensa chilena también se ocupó desde temprano de los discos volantes. En todo el mundo el tema de los discos voladores primero, ovnis más tarde, generó mucho interés. Pero el hecho de que en un rastreo de los medios escritos haya sido posible encontrar 233 casos de humanoides habla mucho de cuán interesados están los chilenos por el tema, independiente de que en los últimos años ese interés haya decaído un poco."

Sebastian Von Kleist


“Falta de evidencia, imagino. Más allá de fotos borrosas y testimonios, muy respetables pero solo testimonios, no hay nada concreto, si vamos a ser honestos. Y uno puede creer que sí, que nos visitan seres del espacio. Está bien, pero el problema es que eso, en ciencia, no tiene valor probatorio. A mí me encantaría que seres extraterrestres aterrizaran y se dejaran ver. Pero no lo han hecho. Cuando lo hagan y se presenten abiertamente, seré el primero en llorar de felicidad, porque los científicos y los aficionados a estos temas deseamos fervorosamente entrar en contacto con otras civilizaciones.”

Sebastian Von Kleist



"Hay varios casos que me parecen curiosos. Hay una señora que menstruó de color verde tras ver un alien. Otra que vio a unos marcianos en el patio de su casa y les dijo telepáticamente “los quiero” y ellos le respondieron “nosotros también”. En otro los ET pidieron llevarse vegetales de un huerto, o conejos angora o un vaso de agua. En uno el testigo les dijo que no quería viajar con ellos por el espacio porque “la teoría de la relatividad me lo impide” y su familia, además, podía echarlo de menos.
Pero mi favorito es el llamado “caso Huamachuco”, que se lo pelean los ufólogos en Chile y sigo sin entender por qué. Es tan abiertamente ridículo que me daría vergüenza defenderlo. Como expresión de humor es notable: un señor fue masturbado por una marciana rubia que después pilotaba una nave que fue abatida por un rocket disparado por el mismo señor que fue masturbado. En la nave había otras dos mujeres: una morena y una colorina. Los extraterrestres, que resultaron ser ummitas, secuestraron a decenas de soldados. Hubo un verdadero enfrentamiento que mereció la visita del dictador Augusto Pinochet, quien abrazó al soldado masturbado y lloró con él. Después llegaron agentes estadounidenses que fueron engañados por los chilenos, porque había un pacto con Israel. La historia es tan mala, y graciosa a la vez, que a su autor yo lo llevaría a contar chistes a la televisión.
De cualquier modo, todos los casos me parecen interesantes por alguna razón u otra, y si bien ninguno me intriga especialmente, todos son dignos de atención. Yo a veces pienso que ninguno me quita el sueño porque leí tantas historias desopilantes que al final me volví inmune a la sorpresa ufológica."

Sebastian Von Kleist


"Hay investigadores serios que se toman esto con profundo espíritu científico y, como en todas partes, charlatanes. Pero cada vez hay menos grupos ufológicos y menos interés por el tema. Revistas casi no hay, y las que quedan circulan muy marginalmente. Grandes grupos ufológicos y boletines como los de antaño, como el JUFOF, CENAP-Report y otros, desaparecieron. Es hoy por hoy un tema secundario, y creo que la palabra que usas, indiferencia, refleja bastante bien lo que sucede acá con el tema de los ovnis."

Sebastian Von Kleist


"La ufología actual está en una fase decadente, diría yo. Pero si algo me ha mostrado la experiencia de revisar prensa a lo largo de tantos años es que el fenómeno ovni es cíclico y nunca ha estado cien por ciento muerto. Creo que mientras haya ufólogos, habrá ufología, y aunque la actividad de los ovnis está floja, la de los ufólogos sigue en pie. Pese a ellos, la ufología sigue siendo algo hermoso, especialmente para quienes gozamos coleccionando historias."

Sebastian Von Kleist


"Me parece curioso que tanta gente diga ver seres del espacio. Los primeros que me llamaron fuertemente la atención fueron unos que se vieron en Coquimbo y La Serena en 1978. Yo tenía 7 años, en el diario La Segunda aparecieron muchas noticias sobre esa oleada donde un pescador vio un ser salir de una nave, un joven apareció en shock en la carretera tras ver unos supuestos ET y otros casos parecidos. A mí me daba mucho miedo pensar qué tan cerca de casa podía haber extraterrestres. Yo creo que eso marcó de verdad mi interés por los ovnis y sus supuestos tripulantes."

Sebastian Von Kleist



"Por razones de trabajo, mi familia se vino a vivir al sur de Chile cuando yo era pequeño. La oleada de 1978-1979 me marcó mucho, aun cuando yo era muy pequeño. En mi casa siempre había al menos un periódico, y yo coleccionaba noticias de ovnis. Tiempo después, mi papá empezó a traerme de sus viajes a Alemania la revista UFO-Nachrichten, que era más bien contactista, espiritual. Eso me aburría un poco, pero conocer esa vertiente (y descartarla) hizo que me interesara más en historias de humanoides. Bueno, en 1978, cuando yo tenía 7 años, aparecieron noticias de avistamientos de extraterrestres en el norte de Chile que me marcaron mucho. Desde entonces hice de la colección de recortes de prensa una afición casi enfermiza."

Sebastian Von Kleist


"Yo creía que los extraterrestres nos visitaban. Claro que sí. Pero con el tiempo, y conociendo casos, fui adoptando una mirada más descreída, porque me encontré con testimonios tergiversados, gente que buscaba figuración o fraudes. Uno termina desilusionándose. Yo nunca he estado relacionado con la comunidad ufológica precisamente por eso. Me decepcioné de las cosas que oí en los pocos congresos a los que asistí de adolescente en Chile y ya mayor en Alemania.
Mi tesis es que los ovnis responden a un fenómeno social donde cualquier estímulo extraño o difícil de clasificar se mete al saco de “lo ufológico”, donde entran luces en los cielos, apariciones nocturnas de seres inclasificables, círculos en los campos de trigo, tiempos perdidos, implantes marcianos, hallazgo de anillos bajo el mar, etcétera. La gente ve cosas, de eso no tengo dudas. Que esas cosas sean las que los ufólogos dicen que son… bueno, ahí sí tengo mis dudas. Y se publican en los medios en la medida que la prensa ve en estas noticias un elemento llamativo y potencialmente explotable.
Pero mi revisión de los casos dejó algo en claro: cuando el tema aburre, es dejado rápidamente en el olvido. Y sí, hay muchos casos que son calcados de otros publicados en el extranjero. No sé si sean copias, pero se repiten patrones: avistamientos en la noche en medio de un dormitorio, o en un bosque oscuro, o en carreteras. Es interesante. Las historias de amigos que salen de paseo al bosque y se encuentran con extraterrestres son pan de cada día, es impresionante la cantidad de marcianos que andan sueltos por ahí."

Sebastian Von Kleist



"Yo creo que nadie duda que el universo es un lugar donde la vida no es un fenómeno aislado. Eso es una cosa. Otra distinta es que haya seres inteligentes que puedan viajar por el espacio y que quieran visitarnos. Si el universo está lleno de vida, no veo por qué los extraterrestres tendrían que interesarse tanto en nosotros. Pero sí, ojalá alguna vez hubiera un contacto verificado y masivo entre eventuales seres del espacio y nosotros, aunque fuera a través de mensajes radioastronómicos. Espero no morir sin haber presenciado esa, que sería la mayor noticia de la historia de la humanidad."

Sebastian Von Kleist





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