Cantante

El vacío es un trato, un canal de comunicación para la lluvia
Siempre que llega el momento de vértigo, de titubeo
me pongo a oler esto y tocar aquello
No percibo un sabor de mañana, no hay muerte
Es otra cosa como cuando te marchas
y caes en la ubicación de mis sueños enmarañados
Pero los que siempre salen lastimados son los peces
y las palabras que caen en la trampa
Palpitan en mi mano con los ojos desorbitados de angustia
No, vive tú, yo moriré
El que escupe sangre es el sastre, no la tela
Las lágrimas son el preámbulo de la separación
que yace muerto en la consciencia
La muerte es nuestro juramento, nuestra marca de nacimiento
Pero, ¿qué hacer con esa llama fervorosa y punzante?
La lívida cabeza del caballo galopa sobre los árboles dorados
El canto es un tarro que creó un artesano diligente
Un tarro lleno hasta el borde de voces primaverales,
él flota sobre un bosque de manos que se alzan y retiran
Ay, rompámoslo, hagámoslo pedazos
liberemos los residuos del cielo estrellado y las flores decapitadas

Deng Xiang




Capítulo sobre una noche de verano

Al llegar a esta página, la noche ígnea
lanza al aire las cenizas de difuntas flores
y disemina los panfletos de las estrellas
Al llegar a esta página, el guardián del templo
barre las hojas de afeitar que dejaron los rayos de luna
y seca las huellas de sangre en el horizonte
Al llegar a esta página, las ánimas aún vivientes
se reúnen bajo el fragante árbol de osmanto
vivaces como peces liberados
auténticas como las malas hierbas
No te engañes que en la rama más alta estás a salvo
La realidad sigue dentro de ti, parece una ardilla
tan grande como un corazón
La llovizna empapa los muñequitos de papel
que aun después del naufragio siguen esperando al novio

Deng Xiang











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