Desconfinamiento

Por fin regresamos a casa, y poco después ya extrañábamos
el cuarto de hotel en aquella ciudad pequeña,
ese lugar del que, con todo el corazón, queríamos irnos.
Parece que los días de confinamiento no acaban,
la gente de cabello gris y piel terrosa aún vive allá.
Fue tan doloroso como haber abandonado a mi mujer…
No es cierto, en aquel momento ella estuvo a mi lado;
el viento sobre la autopista desmelenaba su pelo
 que llevaba ya dos meses sin cortar.
Más bien fuimos nosotros quienes abandonamos
a las sombras acumuladas
durante dos meses de estiramientos, sueño y cavilación.
Me pregunto si van a conversar o a pelearse,
o sólo a compartir la comida en silencio,
mientras la depresión en medio de la cama
 poco a poco vuelve a ser llanura,
ya que las sombras no tienen peso.
¿Habrá quién mire a través de la ventana
 la canola en flor que reluce en la lejanía?
En el cuarto oscurece, mientras afuera todavía hay luz.
Cada día el mundo se sume en la negrura
 pero nunca de golpe, nunca del todo…
Lentamente desciende el ocaso, el alba despunta lentamente,
igual que mi memoria que se pierde y renueva poco a poco.
El terror y el amor de aquel cuarto
 también se desvanecerán sin dejar huella.

Han Dong


Noche en el área de epidemia

En el área de epidemia, de noche vi un perro
que volcó los cubos de basura
 y siguió corriendo por un camino recto:
imperturbable, a un ritmo bien acompasado,
 engreído como si fuera el rey del mundo…
Parecía un recorte de viento gris,
aceleró sobre la autopista libre para él solo.
Nos sentimos solos porque no hay otros
que nos acompañen,
y en la soledad de él
no había hombre ni perro que lo acompañara.
Si no hay otros, sentimos una alegría
 que en el caso del perro es ciertamente doble.
Gris era el viento, y las estrellas tan brillantes.

Han Dong



Otra especie

El terror ha dominado a cada persona aquí.
Antes de morir dejamos las avenidas desiertas.
Miramos desde de las ventanas, pero
nadie se percata que estamos detrás del vidrio.
Desde casas y cavernas, todos y cada uno
estamos viendo un mundo desolado
hundimos las miradas en el insondable vacío
de un pozo gigantesco
Encima de él, un poco más allá,
en medio de la vegetación resplandeciente,
dos campesinos están trabajando la tierra.
Como seres inmortales u hombres de épocas antiguas.

Han Dong



Tu mano

Con tu mano sobre mi cuerpo
te dormís profundamente
impidiéndome dormir
Su peso tan liviano
de a poco se vuelve plomo
La noche es muy larga
y tu postura no cambia
Esta mano debería simbolizar amor
pero tal vez tenga
otro significado más profundo
no me animo a sacarla
o a despertarte
En el momento en que me acostumbro
e incluso llega a gustarme de golpe
en sueños sacas tu mano
completamente inconsciente.

Han Dong














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