"Como es bien sabido, Mahler afirmaba que la verdad está detrás de las notas. Esta es en mi opinión una de las frases más importantes que dijo pues implica que para entender su música no debemos ceñirnos únicamente a lo que está escrito. Nos está pidiendo a los directores que nos preguntemos cuál es el significado de su música, qué quiere expresar con esas notas.
¿Tiene que ser interpretada su música a un tiempo estricto, siguiendo rítmicamente lo que está escrito o puede haber una cierta libertad? Mi conclusión es que es necesaria una cierta flexibilidad para transmitir lo que Mahler quiere expresar. Expresión es en mi opinión la palabra clave. Ésta, en ocasiones ha de ser extremadamente árida, cruel, cruda, etc. En otras nos habla sin embargo sobre el cielo, sobre el amor; nos pide por tanto el fraseo más hermoso que podamos realizar. Por todo esto creo que en un compositor como Mahler sería un error especialmente grave convertirse en un esclavo de las notas. Y de hecho, para los directores enfrentarnos a estas cuestiones, es una experiencia de lo más estimulante. Es un aspecto creativo que personalmente me atrae enormemente."

Manfred Honeck


"Cuando uno se enfrenta nuevamente a una pieza que ha hecho a menudo tiene que decidir si va a repetir lo que ha hecho previamente o bien si quiere probar con un nuevo enfoque de la obra. Personalmente prefiero combinar los aspectos básicos de lo que he estudiado y aprendido en las repetidas interpretaciones con la búsqueda de nuevos aspectos en la obra. Esta cuestión es de hecho muy importante para mí. Nunca estoy totalmente satisfecho si me limito a repetir lo que he hecho en anteriores ocasiones. Me resulta muy estimulante mirar hacia atrás y comparar, por ejemplo en la Quinta sinfonía de Mahler, la forma en que la abordé la primera vez con la forma en que la dirigí en la última ocasión. Es muy importante reconocer ese proceso de cambio y evolución pues más que un fenómeno musical es un proceso vital en el que todas las reflexiones y experiencias asociadas con una obra se van acumulando y dejando su poso.
De hecho, el propio Mahler a lo largo de la su vida retocó continuamente sus partituras; nunca estaba plenamente satisfecho, hasta el punto de que animaba a los futuros directores de su música a que modificasen la pieza si consideraban que de esa forma ayudarían a que resultase más convincente. Como director, este aspecto me resulta fantástico pues significa que uno nunca cae en la rutina, le mantiene a uno vivo y despierto, pues siempre tienes que estar preparado para descubrir nuevas cosas. Es para mí algo hermoso."


"El mejor consejo que le daría a un joven director es tener paciencia. Es desde luego importante aprender la técnica de dirección, estudiar las partituras, pero lo fundamental es desarrollar al máximo la musicalidad y eso sólo se logra con el tiempo. Como Carlos Kleiber decía; sólo música, música y música. Por tanto, paciencia hacia uno mismo y hacia los demás y sólo música."

Manfred Honeck


"La dirección de orquesta es un ejercicio de liderazgo; tal cual sucede en cualquier corporación o equipo. Ese liderazgo hacia los músicos o empleados se puede ejercer de forma dictatorial o de una forma más humana, pero para mi existe una tercera opción: ver a los músicos como compañeros que tocan con y para uno. El director por supuesto es el centro de todas las miradas, pero no debe nunca olvidar que sin sus músicos no puede hacer absolutamente nada. Es muy importante motivar las decisiones que se toman, involucrando a los músicos en ellas y escuchando siempre sus opiniones. A partir de ese momento los músicos valorarán al director por lo que realmente es.

Es en ese punto donde el director ha de encontrarse a sí mismo y actuar tal cual es, con absoluta honestidad, sin pretender ser lo que no es. Las decisiones que tome deben responder plenamente a como es uno. Parece sencillo, pero es un proceso largo. Es habitual que muchos directores jóvenes se sientan obligados a impresionar a los músicos y para ello toman decisiones o actitudes que realmente no responden a su forma de ser. Es un error. Por eso digo que es tan importante la paciencia: hace falta tiempo y experiencia para conocerse mejor a uno mismo.

Para ser un líder hay que ser un ejemplo, un modelo para los demás. Son fundamentales la honestidad, la integridad y la profesionalidad para que los músicos le tomen a uno en serio y hagan lo que uno quiere.
No quiero que me malinterprete. Lo que he comentado no es una crítica a los directores jóvenes. Hay muchos directores jóvenes con un enorme talento, muy dotados, pero pienso que el tiempo es necesario para llegar a la esencia de la música. Yo mismo veo las cosas de forma muy distinta a como las veía hace treinta años y seguro que mi visión seguirá evolucionando.

Pero hay hoy en día una tendencia en el mundo a impresionar a cualquier precio. Y por ejemplo es desde luego impresionante ver a un joven de dieciocho años dirigir de memoria La consagración. A mí también me impresiona. Es innegable que los jóvenes de ahora técnicamente son muy superiores a como éramos los jóvenes de hace treinta años. Pero sin embargo, pensemos en lo que sucede cuando estos jóvenes tienen que dirigir a Mozart. Les resulta mucho más difícil, pues aunque técnicamente sea música más sencilla, hacer una interpretación de Mozart que impresione al público, que le haga sentir que está descubriendo el secreto de Mozart, requiere una sabiduría y unos conocimientos que sólo se adquieren con el tiempo.

Es difícil hacer entender al público el secreto de Mozart, pero sin embargo, la fuerza y el poder de La consagración siempre van a impresionar. Es para mí fundamental que el director se introduzca a fondo en las partituras de un compositor y que logre la máxima comprensión de la música. Pero por supuesto hay directores jóvenes de un enorme talento que son capaces de desarrollar esa comprensión con relativamente poca experiencia. Creo que corresponde a los responsables de las orquestas discriminar este talento de lo que puede ser una carrera construida por los medios de comunicación o en base al marketing.

Sea como fuere, la principal y única motivación de un director ha de ser el llegar a ese secreto, luchando por él con todo su esfuerzo. Se podrá alcanzar el éxito o no, pero esto ha de ser secundario frente al gran objetivo: llegar al secreto de la música."

Manfred Honeck


"Un líder debe ser honesto, íntegro y profesional."

Manfred Honeck













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