"En Yalta (el 23 de septiembre de 1950) se firmó la sentencia de muerte de los jóvenes que están muriendo hoy en las montañas y valles de Corea. Aquí se firmó la sentencia de muerte de los jóvenes que perecerán mañana en las junglas de Indochina (posteriormente llamado Vietnam). ¿Cómo podemos explicar nuestra situación presente a menos que creamos que los hombres que ocupan los más altos cargos en el Gobierno están concertando lanzarnos al desastre? Tiene que ser una gran conspiración, una conspiración a una escala tan inmensa que empequeñece cualquier aventura previa de la historia de la humanidad. ¿Qué se puede decir de esta serie ininterrumpida de decisiones y actos que están contribuyendo a la estrategia del fracaso? No se pueden atribuir a la incompetencia."

Joseph Raymond McCarthy
Tomada del libro Los amos del mundo están al acecho de Cristina Martín Jiménez



Enemigos en el interior

"Damas y caballeros, esta noche me gustaría poder hablar de la paz en nuestro tiempo -de la guerra prohibida- y del desarme mundial. Cinco años después de haber ganado una guerra mundial, el corazón de los hombres debería anticipar una paz prolongada y su mente estar liberada del gran peso de la guerra. Pero éste no es un período así, porque no es un período de paz. Es una época de guerra fría. Es una época en la que todo el mundo se divide en dos campos armados ampliados y cada vez más hostiles: una época de una gran carrera armamentista.

"Hoy en día podemos escuchar casi físicamente los murmullos y los rumores de un dios de la guerra vigorizado. Podemos verlo, sentirlo y escucharlo desde las colinas de Indochina, desde las costas de Formosa, hasta el corazón mismo de Europa.

"Lo único alentador es que todavía no ha llegado el momento de locura para ese disparo o esa explosión de una bomba que pondría a la civilización en la tarea final de destruirse a sí misma. Todavía hay esperanza de paz si finalmente decidimos que ya no podemos cerrar los ojos ni taparnos los oídos ante unos hechos que se están perfilando cada vez con más claridad. Y es que ahora estamos inmersos no en la guerra habitual entre naciones por áreas territoriales u otras ganancias materiales, sino una guerra entre dos ideologías diametralmente opuestas.

"La gran diferencia entre nuestro mundo cristiano occidental y el mundo comunista ateo no es política, es moral. Por ejemplo, la idea marxista de confiscar la tierra y las fábricas y administrar toda la economía como una sola empresa es trascendental. Del mismo modo, la invención de Lenin de un estado policial de partido único para hacer que la idea de Marx funcione no es menos trascendental.

"La firmeza de Stalin ante estas dos ideas ha hecho mucho para dividir al mundo. Sin embargo, con estas diferencias, el Este y el Oeste podrían vivir en paz con toda seguridad. El problema radica en su inmoralidad. Esta religión de lo inmoral inventada por Marx, predicada febrilmente por Lenin y llevada a extremos inimaginables por Stalin, si triunfa más allá de medio mundo -y bien podría hacerlo- herirá y dañará a la humanidad más profundamente que cualquier sistema económico o político concebible.

"Hoy estamos comprometidos en una batalla final y total entre el ateísmo comunista y el cristianismo. Los ganadores actuales del comunismo han elegido este momento y, damas y caballeros, las cosas están mal, están realmente mal. Para que no les quede ninguna duda de que han elegido el momento escuchemos lo que dijo líder del comunismo de hoy, Stalin, a los dos años de acabar la guerra: 'Pensar que la revolución comunista se puede llevar a cabo pacíficamente, dentro del marco de una democracia cristiana, significa que uno se ha vuelto loco y ha perdido todo entendimiento normal, o ha repudiado de manera burda y abierta la revolución comunista'.

"Damas y caballeros, ¿puede haber alguien esta noche estar tan ciego como para decir que la guerra no ha comenzado? ¿Puede alguien no darse cuenta de que el mundo comunista ha dicho que es el momento del enfrentamiento entre el mundo cristiano democrático y el mundo ateo comunista? A menos que nos enfrentemos a este hecho, pagaremos el precio que deben pagar los que esperan demasiado.

"Hace seis años había dentro de la órbita soviética 180 millones de personas. Alineados en el lado antitotalitario había en el mundo en ese momento aproximadamente 1.625 millones. Hoy, sólo seis años después, hay 800 millones de personas bajo el dominio absoluto de la Rusia soviética, un aumento de más del 400%. En nuestra parte, la cifra se ha reducido a alrededor de 500 millones. En otras palabras, en menos de seis años, las probabilidades han cambiado de 9 a 1 a nuestro favor a 8 a 5 en nuestra contra.

"Esto indica la rapidez del ritmo de las victorias comunistas y las derrotas estadounidenses en la guerra fría. Como dijo una vez una de nuestras destacadas figuras históricas: 'Cuando una gran democracia es destruida, no será por enemigos externos, sino por enemigos internos'.

"La razón por la que nos encontramos en una posición de impotencia no es porque nuestro único enemigo potencial poderoso haya enviado hombres a invadir nuestras costas, sino más bien por las acciones traidoras de quienes tan bien han sido tratados por esta nación. No han sido los menos afortunados ni los miembros de grupos minoritarios los que han sido traidores a esta nación, sino aquellos que han tenido todos los beneficios que la nación más rica del mundo ha tenido para ofrecer. Las mejores casas, la mejor educación universitaria y los mejores trabajos en el Gobierno que podemos ofrecer.

"Esto es evidente en el Departamento de Estado. Allí, los jóvenes brillantes que nacen con cucharas de plata en la boca son los que han sido más traidores. Tengo aquí en mi mano una lista de 205. Una lista de nombres que se dieron a conocer al secretario de Estado como miembros del Partido Comunista y que, sin embargo, todavía están trabajando y dando forma a la política en el Departamento de Estado.

"Como saben, muy recientemente el secretario de Estado proclamó su lealtad a un hombre culpable de lo que siempre se ha considerado como el más abominable de todos los crímenes: ser un traidor a las personas que le dieron un puesto de gran confianza, alta traición.

"Ha prendido la chispa que está resultando en un levantamiento moral y terminará sólo cuando todo el lamentable lío de pensadores retorcidos sea barrido de la escena nacional para que podamos tener un nuevo nacimiento de honestidad y decencia en el Gobierno."

Joseph Raymond McCarthy
Discurso que pronunció ante auditorio republicano el 9 de febrero de 1950



"¡Le diré algo, señor, a usted y al resto de oficiales!. Acepto que los comunistas rechacen responder, pero no acepto que un oficial del Ejército proteja a un comunista, y va a responder a mis preguntas o su caso acabará ante el Senado por desacato y llegaré hasta el final. ¡Estoy harto! ¡Éste es el escándalo más grave con que me he topado! ¡Alguien en su cadena de mando ha estado protegiendo a un hombre culpable de traición!"

Joseph Raymond McCarthy





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