"En Holanda hay muy poca información referente a Bilderberg. Si buscas en las hemerotecas no encuentras casi nada. Al principio, todos estaban interesados en lo que se cocía en el Hotel Bilderberg entre los grandes capitales del mundo, pero el Príncipe siempre mantuvo a la prensa a raya, excepto a algunos medios importantes de sectores conservadores. Si tú le preguntas a un holandés medio por el Club te responderá que se creó en 1954, pero poco más. Por otro lado, la prensa holandesa tampoco se dedica a hacer este tipo de preguntas. Sin embargo, eso no quita para que los periodistas holandeses sepamos que el Club se fundó para unir a los grandes capitales europeos y americanos. Desde entonces, todas las sesiones anuales se han celebrado en un clima de discreción y falta de transparencia."

John Pomian
Tomada del libro El Club Bilderberg de Cristina Martín Jiménez, página 34


"Era todo muy nuevo y diferente. Fuimos a Holanda. No había reporteros y la seguridad era abrumadora, con guardias apostados por todos los rincones del hotel. En el acto inaugural todos estaban intranquilos, nerviosos y se observaban de arriba abajo como extraños. Temían hablar de más. El príncipe Bernardo iba de un lado a otro desplegando su encanto personal. Poco a poco, el ambiente se tornó distendido y los presentes empezaron a discutir entre ellos. El príncipe mantuvo la calma y, cuando sintió que las cosas se estaban poniendo demasiado tensas, fue capaz de relajarlos a todos con alguna frase ingeniosa o imponiendo su autoridad. Aunque es un hombre encantador también sabe ser severo. Restauraba el orden de un modo tan sutil que nadie podía ofenderse."

John Pomian
Tomada del libro Los amos del mundo están al acecho de Cristina Martín Jiménez









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