"A finales de agosto de 1956 tuve el inolvidable privilegio de encontrar a uno de los hombres más evolucionados de los otros planetas. Fui hacia uno de los lugares de contacto y vi llegar a la astronave. Se parecía a un gran sol y por esto recordé el milagro de Fátima y la enorme bola de fuego que los testigos identificaron con el astro solar. Una vez aterrizado el platillo veo que se acerca hacia mí un hombre alto y bello de cabellos rubios que transmitía un sentimiento fuerte de compasión y de amor. Pienso que si se me hubiese aparecido el Maestro Jesús mis sentimientos hubieran sido los mismos que he sentido por este ser. Levantó los brazos y comenzó a comunicarse telepáticamente conmigo, transmitiéndome en pocos minutos más informaciones de las que me habría podido aprender en una semana de conversaciones. “Vosotros vivís en un mundo de ilusión – me dijo – no comprendéis que sois seres cuatridimensionales en cuanto a que poseéis vuestro pensamiento, que es vuestro sexto sentido. Sabed bien que el espíritu piensa siempre, incluso después de la muerte que, en realidad, no es el final de todo. Conocemos vuestro errado concepto sobre la naturaleza de Dios. La Inteligencia Suprema no tiene forma. Dios no es un hombre. Dios es el mismo Universo. El hombre es limitado, pero Dios no tiene límites, es infinito: Él se expresa en todos los hombres, en todas las formas. Los hombres son dioses que se forman en la escuela de la vida, sobre éste y otros planetas, que buscan el Saber y la Sabiduría para poder servir a sus hermanos y al Creador. El hombre avanza continuamente sobre la escalera que lleva hacia la perfección e incluso si un peldaño se rompe por el peso de sus errores, su objetivo es siempre el de volverse perfecto, una sola cosa con Dios. Su Alma registra sus errores, sus experiencias, sus pensamientos. El alma de un hombre como en el caso de las formas de vida inferiores, perros, gatos, vacas, caballos, etc. es el resultado del proceso de evolución de una Conciencia. La que vosotros llamáis reencarnación es precedida por un proceso de transición que vosotros llamáis muerte, pero esta no representa el final de la Conciencia, sino que es la continuación de las experiencias vividas sin ayuda del cuerpo físico. La muerte es solo una ilusión: tú has existido siempre y existirás siempre, tú eres eterno como el Universo, como Dios. Vuestros científicos no están suficientemente abiertos todavía, porque niegan lo que no pueden explicar con la ayuda del llamado método científico. Pero un día tendrán que aprender a elaborar una nueva conciencia”. Esto es lo que me dijo aquel maravilloso ser que con sus palabras me transmitió fuerza y coraje."

Howard Menger


"Allí y en compañía de otros humanos, visitamos las bases e instalaciones y vimos a sus pobladores..."

Howard Menger


"Aunque había sostenido contactos personales con extraterrestres desde muy temprana edad, no fue consciente de ello hasta que llegó al servicio militar. En aquella época recibí la visita de cierto hombre de larga cabellera rubia."

Howard Menger



"Durante mis conferencias he dicho siempre: “Todos vosotros sois especiales… ¿Por qué? ¡Porque estáis aquí!”."

Howard Menger


"Era el año 1932 y yo tenía 10 años. Estaba paseando en el bosque, cuando vi cerca de un arroyito, a la mujer más espléndida que mis ojos hubiesen contemplado jamás: sus largos cabellos rubios le enmarcaban la cabeza y los hombros y la indumentaria que tenía puesta parecía la de un esquiador.
Cuando giró hacia mi tuve un fuerte sentimiento de amor y de atracción física hacia ella y la sensación de conocerla desde antes. “Howard – me dijo mientras vibraba de alegría – he emprendido un largo viaje para venir a encontrarte y para hablar contigo”. Me reveló que sabía de dónde venía yo y cuales habían sido mis misiones sobre la Tierra; ella y sus pares semejantes me observaban desde hacía mucho tiempo, con medios que yo no podía comprender. Luego se acercó y me dijo que me conocía desde hacía mucho, mucho tiempo. De improviso su expresión se volvió triste y comenzó a hablarme de los grandes cambios que mi país habría soportado así como también el mundo entero: guerras tremendas, torturas y destrucción llegarían a ser la consecuencia de la incomprensión entre los pueblos. “Cuando seas más grande – dijo – comprenderás mejor tu misión. Y recuerda que nosotros contactamos a nuestros semejantes”."

Howard Menger



"Hace años, en un programa de televisión, cuando expresé por primera vez mi opinión de que las personas que conocí y con las que hablé en la nave podrían no ser extraterrestres, se pensó que me había retractado. Sin embargo, ellos (los extraterrestres) dijo que acababan de llegar del planeta que llamamos Venus (o Marte). En mi opinión, estos viajeros espaciales pueden haber pasado por alto o visitado otros planetas (como estamos planeando) pero no eran nativos de esos planetas más que nuestro los astronautas son nativos de la luna."

Howard Menger


"He podido sacar las (fotografías) que he querido, solo que para poder hacerlo necesitaba una lente especial, que me regalaron ellos, los viajeros del espacio."

Howard Menger


"Los extraterrestre me dijeron que conocían muy bien a los hombres de la Tierra, mucho mejor de lo que nos conocíamos a nosotros mismos. Cuando le pregunté a mi amigo por qué nuestros científicos no habían descubierto todavía la fuerza electromagnética él me respondió: “¡Ah, pero la han descubierto! Pero no la saben utilizar. Si conociesen el secreto se aprovecharían de ello, probablemente con fines destructivos. Hasta que no hayan alcanzado la madurez necesaria el Omnipotente les impedirá que la usen”.
P: Usted ha declarado muchas veces que ha viajado en otras galaxias y que ha visitado otros planetas. ¿Qué recuerda de estas experiencias?
R: El 1º de septiembre de 1956 tuve la envidiable posibilidad de viajar a bordo de una de sus astronaves. Me hicieron entrar en una gran sala circular en el centro de la cual había una especie de maquinaria con forma de espiral, aparentemente de oro. Me hicieron sentar mientras uno de los tres hombres que constituían la tripulación se sentó delante al panel de control. Otro ser se puso junto a él mientras el tercero se quedó cerca de mí. De improviso se iluminó la pantalla y vi grandísimos planetas sobre un fondo de estrellas. Sobrepasamos la Luna y observamos el paso de algunos meteoros y al final llegamos a Venus. Sobrevolamos el planeta y vi magníficas construcciones con forma de cúpula con rellanos en espiral en medio de bosques y jardines. Vi selvas, grandes extensiones de agua y personas vestidas de colores pasteles. También noté la presencia de animales que no me resultaban familiares y de vehículos sin ruedas que parecían flotar sobre el piso. Cuando regresé sobre la Tierra me pareció que entré en una prisión. Sucesivamente, he hecho otros viajes con ellos. He estado por ejemplo sobre la Luna."

Howard Menger


"Mi mensaje y el de mi mujer es el siguiente: “Somos todos responsables de nuestro destino… cada uno individualmente… ellos (los extraterrestres) quieren que nos salvemos solos y no pueden interferir con el destino de la humanidad… ellos solo pueden interceder.”

Howard Menger


"Soy optimista porque he encontrado a los ángeles. Incluso mi mujer piensa como yo."

Howard Menger







No hay comentarios: