Alzáronse las voces de los bardos,
y reclinóse el rey sobre la adarga
de Trenmor, y cerráronse sus ojos,
y comenzó a soñar en sus batallas.
La hueste toda en derredor dormía;
y al enemigo vigilaba en guardia
Fillan, el de la negra cabellera;
y sus pasos sonaban a distancia;
y el clangor do su escudo nos venia
de tiempo en tiempo de la brisa en alas!

James MacPherson


La muerte de Cuthullin

¿Es el viento sobre el escudo de Fingal?
¿O es la voz de los tiempos pasados en mi salón?
Porque eres agradable, ¡canta dulce voz!
Te llevas mi noche con dicha.
Canta, oh Bragela, hija del zurdo Sorglan.

Es la blanca ola de la roca,
Y no las velas de Cuthullin, a menudo la niebla
insinuando el barco de mi amado me engaña,
Cuando como un espectro se levanta
Y extiende sobre el viento sus grises faldas.
¿Por qué retrasas tu llegada, hijo del generoso Semo?
Cuatro veces ha vuelto el otoño con sus vientos,
Levantando los mares de Torgoma,
¡Desde entonces has estado en el trueno de las batallas
Y lejos de la remota Bragela!
¡Colinas de la isla de la niebla!
¿Cuándo responderás a tus perros de caza?
pese a que las nubes forjen tu oscuridad.
¡La triste Bragela en vano te llama!
Mientras la noche desciende girando.
Se oscurece el rostro del océano.
El gallo esconde su cabeza bajo el ala.
La cierca duerme con el ciervo en el páramo.
Se levantarán con la luz de la mañana,
Y en el húmedo arroyo beberán,
Pero mis lágrimas retornan siempre con el sol,
Y mis suspiros con la noche vuelven.
¿Cuándo volverás con tus armas.
Tú, poderoso jefe de las guerras de Erin?

¡Agradable es tu voz en el oído de Ossián,
Hija del zurdo Sorglan!
Pero retírate al salón ante el rayo de la encina.
Escucha el murmullo del mar:
Que gira en Duncai contra sus muros,
Deja que el sueño caiga sobre tus azules ojos.
¡Deja que el heroe se alce en tus sueños!

Cuthullin está sentado ante el lago Lego,
viendo el oscuro girar de las aguas.
La noche rodea al héroe.
Sus huestes se extienden por el brezo.
¡Cien encinas arden en el centro!
El festín humea a sus anchas.

¡Dulce sea tu descanso en las cavernas,
Jefe de las guerras de Irlanda!
Bragela no esperará tu vuelta,
Ni sobre la espuma del océano verá tu llegada.
Sus pasos no están sobre la playa,
Ni su oído atento a la voz de los remeros.
Ella se sienta sola en el salón,
Viendo las armas del que ya no existe.
¡Tus ojos llenos de lágrimas,
Hija del zurdo Sorglan,
Bendita en la muerte sea tu alma,
Oh, jefe de la umbrosa Tura!

James MacPherson



¿Por qué agotar tu luz esplendorosa
sobre Morven? ¿Por qué, sublime astro?
Los héroes no contemplan ya tu lumbre,
los ojos de los muertos se han cerrado
en una eterna noche, y sólo brillas.
¡Oh tibio sol, sobre sus huesos blancos!
¡Cómo se han extinguido tus fulgores,
Morven! Desvanecidos, apagados
están como la llama de la encina,
que al consumir los troncos con su abrazo,
alumbrara radiante tus salones,
hoy morada de sombras y de espanto.
Lo mismo que tus huéspedes alegres
se han hundido en la tierra tus palacios,
y sobre el templo del placer, despliega
la muerte desolada el negro manto.

James MacPherson



"Profundo es el sueño de los muertos; hundida está su almohada de polvo. El muerto no atenderá jamás a la voz, no despertará con tu llamada. ¡Ah, cuándo se hará de día en la tumba para que mande al que duerme: Despierta! ¡Adiós al más noble de los hombres, al conquistador en la lucha. Nunca te verá el campo de batalla, nunca brillará el bosque oscuro con el fulgor de tu acero! No dejaste hijos, pero el canto conservará tu nombre, y los tiempos venideros oirán hablar de ti, oirán hablar de cómo cayó Morar. "

James MacPherson
Los cantos de Selma

















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