Calla
Lejano cielo
ábrete a la lejanía
pero tú
siéntate y calla
según tu costumbre
embebido en ti mismo.
Calla.
Yo he de vencer la lejanía
y silenciosamente, como un gato,
he de arrimarme a ti,
acurrucar mi rostro contra tu pecho
y relatar.
He de contártelo todo.
Calla.
Calla.
Malka Heifetz Tussman
En los azules estanques de tus ojos
Observa la reina:
deja caer de los hombros
a sus pies
las vestiduras reales.
Formando un circulo a su alrededor
yace el ropaje.
Observa la reina:
sale del brocado de oro
y penetra
en los azules estanques de tus ojos.
Malka Heifetz Tussman
Hasta qué altura
Si vengo a tomar tu ternura,
¿hasta qué altura habré de alcanzarte?
¿hasta tu hombro? ¿tu boca? ¿tus cejas?
Si vengo a tomar tu ternura
¿quién hacia quien habrá de alzar la mirada?
Uno—dos ha de erguirse mi esbeltez.
Si yo vengo a tomar tu ternura
¿hasta qué altura habré de alcanzarte?
Malka Heifetz Tussman
Viudez
Embebida en luz de mi propio interior,
soleada—oro
envuelta en mi dulce grato calor
soy una columna
de áureo sol.
Y él
se inclinó sobre mí,
se inclinó profundamente.
Yo alcé mi mirada hacia él,
mi voz,
y blandamente femenina
le dije:
—Mi nombre es deseo,
¿es tu voluntad?
Y él:
—No,
mi nombre es compasión.
Y abrió su boca,
una boca enorme
cuadrada.
Y la boca cuadrada
sopló sobre la columna de fuego
y me apagó
me a—
pagó.
Malke Jeifetz Tuzman (Malka Heifetz Tussman)
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