Víctor Rodríguez Núñez

Caernarfon

las ovejas pastan entre navíos
abandonados por el mar en sí
las gaviotas picotean la tos
de quien busca la noche entre los frascos

el galés
como adoquín después de la tormenta
el castillo como vieja edición
de la Nueva Enciclopedia Británica
y la calle desagua en este libro

vivero de moluscos sin origen
río de arena negra
fin de nada

morosa luz del norte
siempre al tanto de todo
los pájaros sin noche no dejan de rimar

Víctor Rodríguez Núñez



Central Point

no hay nada en Central Point
todo es el viaje
por la regia autopista que desciende
del páramo al desierto

lo raro en Central Point no son las vacas
apacentando en oro sus mugidos
sino que allí se puede
ordenar la hamburguesa de tu vida

también en Central Point con aire en sí
se acierta la montaña
imposible que crece en California

por eso de Central Point una tarde has partido
a ochenta y cinco lágrimas por hora
y la franela roja ya un poco desteñida

Víctor Rodríguez Núñez



Entrada

No sé por qué camino
pero he llegado aquí
Hasta este raro sitio
sin casas ni paisaje
Este lugar desnudo
de las piedras al alma
donde el mundo germina

Quizás también tú llegas
siguiendo ese camino
En esta vida harta
de aciertos y certezas
sólo el error nos une
La poesía es el reino
de los equivocados

Víctor Rodríguez Núñez


"La poesía es más importante que la agricultura."

Víctor Rodríguez Núñez


Masatepe

para Marusa Krese

saco a bailar a la poeta muerta
con su carne precisa
su resignado olor
no quiero molestarla solo salir del paso

ante la impertinencia de un alcalde
nos han dado un diploma de tres sellos
y un rollo de pintura primitiva
extáticos los músicos

la desentierran solo para poder tocar
sus ojos caen sobre el indio viejo
que se agruma a pesar de la calor

breve como sus versos
un cáncer sin banda municipal
acaba con la vida de la muerta

Víctor Rodríguez Núñez


Santiago de Compostela

en medio del vacío está la fe
en Santiago de Compostela no llueve nunca
en medio de la fe con mar de fondo
una barca de piedra no zozobra

el físico mayor rima las cifras
y asiente en otra playa
línea de flotación donde comienza
la falta de destino

en Santiago de Compostela todas las fuentes
se encienden con surtidores de sal
en medio de la fe un ataúd

los huesos espumosos del vacío
y un terceto en gallego
para que nada se atreva a llorar

Víctor Rodríguez Núñez



"Un poeta puede morir de muchas maneras y voy a intentar describir algunas. El individualismo, el pensar solo en uno mismo, es una de las causas fundamentales de la muerte del poeta. Un poeta tendrá un destino fatal cuando se dedica a lamentarse de su situación; todo el mundo tiene derecho a lamentarse, menos el poeta. Mi maestro Gelman tuvo una vida durísima, y nunca se quejó de su destino, sino que convirtió su dolor en belleza. Un poeta puede morir también cuando se limita a su experiencia, y cierra las puertas a la imaginación; los sueños y las ilusiones deben tener cabida en la poesía. Un poeta tendrá un mal destino cuando no busque, cueste lo que cueste, otra manera de decir las cosas; la llamada experimentación es necesaria para el desarrollo de la poesía. Por último, un poeta puede morir si usa la poesía para otra cosa; perdura cuando hace una poesía que no sea otra cosa que poesía."

Víctor Rodríguez Núñez



 “Yo no pertenezco a ningún grupo ni conozco a nadie. No soy un escritor oficial cubano, ni tampoco un escritor disidente cubano. Soy un escritor independiente y la independencia se paga caro. Lo pagas con la exclusión de antologías, de las publicaciones… no tengo un editor en ninguna parte. La única forma que yo he tenido para seguir publicando ha sido someterme a la lotería de los concursos y eso me ha hecho sentirme, a la larga, bastante seguro de lo que escribo porque he ganado varios premios importantes sin conocer a nadie.”

Víctor Rodríguez Núñez



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