Tierra
Broté de ti,
fui arrancado, tierra,
un trozo de tu aliento.
El sueño pacífico de tus himalayas,
el fulgor de tu pavo real
y también el subterráneo rugido de furia
que conmueve con lava tu pecho.
En mí resplandece, fluye,
el caudaloso fuego
de tu ardiente cerebro.
Por encima de mí, dentro de mí
habita una enorme claridad.
Yo soy tu brillante, luminosa
mota de polvo.
Como tú, yo soy de cerca
sólo dura realidad, corteza solamente.
Pero en mis profundidades
es el mar,
es la voz olvidada
de la eternidad.
Por venas secretas:
oro, radio y carbono.
Como en ti, en mí se oculta
tras la boca fría, la llamarada.
Moyshe Nadir o Moishe Nadir seudónimo de Itzjok Raíz
Un deshollinador
¡Y si hace falta ser deshollinador, se es!
¿Qué tiene de vergonzoso y qué de feo?
Hay que procurarle un camino al humo
si se quiere que arda el fuego.
¡Y si hay que ensuciarse el rostro, uno se ensucia!
Los chicos ríen, ríen el tonto y el malvado;
pero tú, que pasas un instante entre gargantas negras,
recibes la claridad del fuego a cambio.
Quien barre una chimenea sale sucio
si es necesario hacerse deshollinador;
pero debe ser así seguramente
y uno se arrastra por la chimenea hacia el sol.
Moyshe Nadir
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