Oriana Fallaci

“A veces el poder se arrebata, lo que es la esencia de las dictaduras. A veces el poder se delega, lo que es la esencia de las democracias.”

Oriana Fallaci


"América es un elefante que puede permitirse cualquier lujo, hasta el de la tolerancia. Y si la criticas no siente siquiera el cosquilleo, y si lo siente se ríe a causa de él como si se tratara de un pellizquito en el sobaco. Aparte que para América yo no soy una crítica, sino un obstáculo."

Oriana Fallaci


"¿Cómo osa preguntarme por una solución? Es como preguntarle a Séneca por una solución. ¿Recuerda lo que él hizo? ¡Se suicidó!"

Oriana Fallaci



"Creer en el hombre significa creer en su libertad. Libertad de pensamiento, de palabra, de crítica, de oposición."

Oriana Fallaci



"Cuando se trata de obstáculos, el elefante no representa comedias: arrolla, aplasta."

Oriana Fallaci



"Cuando un gobierno se impone con la violencia, y con la violencia impide a los ciudadanos expresarse, oponerse e incluso pensar, entonces recurrir a la violencia es una necesidad."

Oriana Fallaci



"El castigo extremo para quien busca mundos mejores es la nada."

Oriana Fallaci


"El eterno Poder que nunca muere, que cae siempre para resurgir de sus cenizas, aunque se crea haberlo abatido con una revolución o una matanza que llaman revolución; en cambio, helo aquí de nuevo intacto, tan sólo con distinto color: aquí negro, allá rojo, amarillo, verde o violeta, mientras el pueblo acepta, sufre o se adapta."

Oriana Fallaci


"El mundo no es un concepto abstracto: el mundo soy yo, eres tú, es él. Y si yo no cambio, si tú no cambias y si él no cambia, separada e individualmente, por propia iniciativa, no cambia nada y seguimos siendo esclavos."


Oriana Fallaci

Un hombre


"El papel de víctima hay que rechazarlo siempre; Nunca se obtiene nada con el papel de víctima."

Oriana Fallaci




"El sentido e incluso el significado de la libertad se pierde al encasillarse en el dogma, en la ciega certeza de haber conquistado la verdad absoluta."

Oriana Fallaci



"El verdadero héroe no se rinde nunca, y que de los demás no le distingue el gran gesto inicial o la fiereza con que afronta las torturas y la muerte, sino la constancia con que se repite, la paciencia con que sufre y reacciona, el orgullo con que esconde sus padecimientos y los escupe a la cara de quien se los impone."

Oriana Fallaci


"En mi vida había dos personas que me importan más que mi propia vida: mi hombre y mi madre. Y los dos murieron, uno detrás de otro, en ocho meses."

Oriana Fallaci



"Es una cosa terrible matar, ya lo sé, pero en las tiranías se convierte en un derecho."

Oriana Fallaci


“Este me parece el aspecto más trágico de la condición humana: tener necesidad de una autoridad que gobierne, de un jefe; la única cosa segura es que no se le puede controlar y que mata tu libertar. Peor: es la más amarga demostración de que la libertad no existe en absoluto, no ha existido nunca y no puede existir.” 

Oriana Fallaci


"La costumbre es el más despiadado de los venenos."

Oriana Fallaci


"La costumbre es la más infame de las enfermedades porque te hace aceptar cualquier desgracia, cualquier dolor, cualquier muerte."

Oriana Fallaci


“La desobediencia hacia los prepotentes la he considerado siempre como el único modo de utilizar el milagro de haber nacido.” 

Oriana Fallaci




"La edad más desdichada de todas es la juventud, porque en la juventud empiezas a comprender las cosas y te das cuenta de que los hombres no valen nada. A los hombres no les interesa la verdad, la libertad ni la justicia. Son cosas incómodas, y los hombres se hallan cómodos en la mentira, la esclavitud y la injusticia. Se revuelcan en ellas como cerdos."

Oriana Fallaci


"La felicidad es saber que precisamente esta noche, mientras nos amábamos, en la casa de al lado ha nacido un niño..."

Oriana Fallaci

"La felicidad es un olvido que dura una semana."

Oriana Fallaci

"La gloria es una carga pesada, un veneno que asesina, y soportarla es un arte."

Oriana Fallaci


"La gran enfermedad de nuestro tiempo se llama ideología, y los portadores de su contagio son los intelectuales estúpidos."

Oriana Fallaci


“La historia de ayer es una novela llena de hechos que nadie puede controlar, de juicios a los que nadie puede replicar. La Historia de hoy, no; porque se escribe en el mismo instante de su acontecer. Se puede fotografiar, filmar, grabar el curso de los acontecimientos. La noticia se puede difundir enseguida. Amo el periodismo por eso. Temo al periodismo por esto.” 

Oriana Fallaci



“La inteligencia embellece a la gente.” 

Oriana Fallaci



"La libertad, como dijo Platón, es disciplina. No es la libertad para hacer lo que te de la gana, para no tener límites. La libertad requiere sacrificio: es un deber antes de ser un derecho. Y no se debe confundir la libertad con el libertinaje; si haces eso, la pierdes."


Oriana Fallaci


"La libertad es un deber; antes que un derecho es un deber."


Oriana Fallaci


"La libertad no tiene patria."


Oriana Fallaci


"La muerte es una ladrona que nunca se presenta por sorpresa."

Oriana Fallaci


"Los héroes pueden ser dulces."

Oriana Fallaci


"Nadie dice que el verdadero fascismo consiste en ser anti por principio, como quien agarra una rabieta, negando a priori que en cada corriente de pensamiento haya algo justo o algo susceptible de ser utilizado para buscar lo justo."

Oriana Fallaci



"Nada es indigno cuando el final es digno."

Oriana Fallaci



"No creo que el periodismo se pueda estudiar en la escuela. La única verdadera escuela de periodismo es la práctica cotidiana. [...] Lee, lee y lee."

Oriana Fallaci


"No entendéis o no queréis entender que estamos ante una guerra de religión. Querida y declarada por una franja del islam... una guerra que no mira a la conquista de nuestro territorio, quizás, pero que ciertamente mira a la conquista de nuestra libertad y de nuestra civilización."

Oriana Fallaci
La rabia y el orgullo


"¿No has pensado nunca que la guerra es un manicomio y los que están en ella sus pacientes?"

Oriana Fallaci


"No hay héroe vivo que valga lo que un héroe muerto."

Oriana Fallaci




"No puedes sobrevivir si no conoces el pasado."

Oriana Fallaci




"No quiero enterarme de mi muerte."

Oriana Fallaci




"No quise matar a un hombre. No soy capaz de matar a un hombre. Quise matar a un tirano."

Oriana Fallaci



"No se puede gobernar, no se puede administrar, con un ignorante."

Oriana Fallaci


"No soy socialista. Lo he sido. Si usted realmente hubiera leído mis artículos y mi último libro, conocería mi desconfianza en los dogmas, y mi poca esperanza en que ni tan siquiera el socialismo pueda cambiar a los hombres."

Oriana Fallaci




"¿Quién nos asegura que en la escuela no nos han enseñado mentiras? ¿Quién nos aporta pruebas capaces de demostrar la verdadera naturaleza de Jerjes, de Julio César o de Espartaco? Lo sabemos todo sobre sus batallas y nada sobre su dimensión humana, sus debilidades o sus mentiras o, por ejemplo, sobre sus chirridos intelectuales o morales."

Oriana Fallaci



"Quien se resigna no vive, sobrevive."

Oriana Fallaci



"(...) Quizás porque no comprendo el poder, el mecanismo por el cual un hombre o mujer se sienten investidos o se ven investidos del derecho de mandar sobre los demás y de castigarlos si no obedecen. Venga de un soberano despótico o de un presidente electo, de un general asesino o de un líder venerado, veo el poder como un fenómeno inhumano y odioso."

Oriana Fallaci




"Ser mujer es fascinante, constituye una aventura que requiere considerable valentía, un desafío que nunca llega a aburrir."

Oriana Fallaci


"Sí, almorzar con Juan Carlos y Sofía es lo peor. Conozco a esos dos idiotas. Los entrevisté en Atenas antes de su estúpido matrimonio, y están hechos del mismo molde que Franco."

Oriana Fallaci



"Si nos detuviéramos a considerar lo que es de buen sentido y lo que no lo es, lo que es posible y lo que no lo es, la tierra dejaría de girar, y la vida perdería su finalidad."

Oriana Fallaci


"Somos una era sin líderes. Hemos dejado de tener líderes a finales del siglo 20."

Oriana Fallaci



"Soy atea, y si un ateo y un Papa piensan las mismas cosas, debe haber algo verdadero. Debe haber alguna verdad humana que está más allá de la religión."

Oriana Fallaci



"Su secreto es no resignarse, no considerarse víctima, no mostrar a los demás tristeza o desesperación."

Oriana Fallaci


"Todas las banderas, incluso las más nobles y puras, están sucias de sangre y de mierda. Cuando miras los estandartes gloriosos, expuestos en los museos y en las iglesias, venerados como reliquias ante las que hay que arrodillarse en nombre de los ideales, NO TE HAGAS ILUSIONES: esas manchas parduscas no son trazas de herrumbre, sino residuos de sangre, residuos de mierda y más a menudo de mierda que de sangre. La mierda de los vencidos, la mierda de los vencedores, la mierda de los buenos, la mierda de los malos, la mierda de los héroes, la mierda del hombre que está hecho de sangre y mierda. Donde está la una, está la otra por desgracia; la una tiene necesidad de la otra. Naturalmente, depende mucho de la cantidad de sangre vertida, de la mierda salpicada: si la primera supera a la segunda, se cantan himnos y se erigen monumentos; si la segunda supera a la primera, se clama escándalo y se celebran ritos propiciatorios. Pero establecer la proporción resulta imposible, dado que la sangre y la mierda adquieren el mismo color con el tiempo."

Oriana Fallaci
Un Hombre


"Todo el que muere a causa de un espejismo merece un buen funeral."

Oriana Fallaci



"Un hombre que no habla con nadie y a quien nadie habla es como un pozo al que no alimenta ningún manantial: poco a poco el agua que se estanca en él se pudre y se evapora."

Oriana Fallaci


"Un partido funciona como una empresa, como una industria donde el director general (el líder) y el consejo de administración (el comité central) detentan un poder inalcanzable e indivisible. Para detentarlo precisan sólo de managers obedientes, empleados serviles, yes-men, o sea los hombres que no son hombres, los autómatas que dicen siempre que sí."

Oriana Fallaci



"Un partido no necesita individuos con personalidad, creatividad, imaginación ni dignidad: necesita burócratas, funcionarios y siervos."

Oriana Fallaci


"Una vez muerto, tendré la eternidad para dormir."

Oriana Fallaci


"Uno no cumple con su deber para que alguien le dé las gracias; lo cumple por principio, por sí mismo, por su propia dignidad."

Oriana Fallaci

"Vaciaste la segunda botella y pediste la tercera. 'Lástima. Me hubiera gustado hacerme viejo y satisfacer esa curiosidad. Además, siempre he pensado que la vejez es la edad más hermosa de todas. La infancia es una edad desdichada. No hacen más que reprocharte y tiranizarte en la infancia. ¡Cuántos puntapiés recibí de niño! (...) Mi padre, en cambio no me pegaba. (...) Mi padre era bueno. Porque era viejo. Los viejos siempre son más indulgentes, mejores. Porque son viejos y están de vuelta. Hacerse viejo es la única manera de estar de vuelta.' 'Alekos, deja de beber.' 'También la adolescencia es una edad desdichada. (...) Debes llegar a ser esto, te dicen; debes llegar a ser aquello, aunque no tengas ganas de llegar a ser nada porque quieres limitarte a vivir. (...) ¡Cuánto se sufre de adolescente! Pienso que de viejo se sufre mucho menos, aunque se muera. Porque de viejo la muerte es algo normal. ¿Me equivoco? Nunca sabré si me equivoco. Para saber si me equivoco debería llegar a ser viejo, y yo nunca seré viejo. Lástima.' 'Alekos, deja de beber.' Vaciaste la tercera botella y pediste la cuarta. 'Pero la edad más desdichada de todas es la juventud, porque en la juventud empiezas a comprender las cosas y te das cuenta de que los hombre no valen nada. A los hombres no les interesa la verdad, la libertad ni la justicia. Son cosas incómodas, y los hombres se hallan cómodos en la mentira, la esclavitud y la injusticia (...) Un día, a los veinte años, fui a ver al político que admiraba más. (...) Se echó a reír y me contestó: Joven, ¿no irás a creer que se hace política con ideales? Luego me dijo que me había equivocado de dirección. Aquel día lloré, me emborraché y lloré. Antes no me había emborrachado nunca, pues el vino no me gustaba. (...) Pero aprendí a beber vino a los veinte años, aprendí a emborracharme porque una vez borracho se llora mejor. Se soporta mejor el hecho de que los hombres no valgan nada, de que cuanto mejor se comprenden más difícil resulta amarlos. Yo sólo consigo amar a los hombres cuando son niños o cuando son viejos. (...) A los políticos no les importan nada los niños ni los viejos: los niños y los viejos ni siquiera van a votar. Y como fui niño también me hubiera gustado ser viejo. Un hermoso viejo con bigote blanco y tos. Cuando iban a fusilarme sentí esa añoranza: no llegar a viejo. Porque no es verdad que hacerse viejo sea una lata. Hacerse viejo es un placer. Y es justo. Todos deberían hacerse viejos, satisfacer esa curiosidad. Camarero, otra botella.' 'Alekos, deja de beber.' Bebías con fría decisión. (...) 'Alekos, te ruego que dejes de beber.' 'No, quiero beber.' (...) 'Es tarde, Alekos, muy tarde.' 'Nunca es tarde para vivir un poco más. Incluso desdichadamente.'
(...) el camarero alineó las cuatro copas de ouzo, excesivamente grandes y excesivamente dobles. Tragaste dos de golpe, mientras en la mesa de al lado alguien reía, y pronto una lágrima te descendió por la nariz para sumergirse en el bigote. 'No llores, Alekos. ¿Por qué lloras?' 'Porque me he equivocado en todo. He confiado en los hombres, y me he equivocado en todo. He creído que a los hombres les importaba la verdad, la libertad y la justicia. Me he equivocado en todo. He creído que comprenderían. Me he equivocado en todo. ¿Para qué sirve sufrir, luchar, si la gente no comprende, si a la gente no le importa? Me he equivocado en todo.' 'Calla, Alekos. ¡Calla!' 'No debí salir de mi celda. En cuanto me sacaron de mi celda debí volver a ella. Volver y volver una y otra vez. Entonces hubieran comprendido. Cuando estaba en mi celda comprendían. (...) Para hacerme comprender ahora debería morir.' 'Calla, Alekos. ¡Calla!' 'Un funeral, sería preciso un hermoso funeral. Acudirían de los campos, de las islas, atascarían las carreteras, se encaramarían a los tejados como los cuervos. Y comprenderían. Al menos por un día comprenderían. (...)' 'Calla, Alekos. ¡Calla!' 'Incluso tú acabarías por comprender. Porque ni siquiera tú comprendes. ¿Lo ves? No me amas y no me comprendes. Para ser comprendido a veces hay que morir. Para ser amado a veces hay que morir.' 'Calla, Alekos. ¡¿Qué dices?! Te están mirando, te están escuchando.' (...) '(...) ¿Qué saben ellos de mi llanto, de mi bebida? Tienen demasiados automóviles. (...) ¿Sabes qué harán ésos el día de mi funeral? Irán a un partido de fútbol. (...) Y después del partido de fútbol tal vez vayan a un mitin, al mitin de cualquier chacal que ha metido un gol sin luchar, sin sufrir. Y lo aplaudirán, entusiastas. Para ellos ni siquiera morir sirve. (...) Les odio a ellos y a sus automóviles. Me meo en sus automóviles.' Te levantaste, tambaleándote. Arrojaste sobre la mesa un billete para pagar el ouzo. Saliste para dirigirte hacia los automóviles aparcados en la plaza. Te liberaste de mí, que trataba de detenerte, y llegaste a ellos. Luego te desabrochaste los pantalones sin prisa, te sacaste el pene sin prisa, lo empuñaste como el asta de una bandera y, tranquilo y decidido, te dedicaste a inundar de orina los laterales, los capós y las ventanillas de los automóviles. (...) y mientras lo hacías recitabas tu poesía, aquella acerca de los que no desobecen nunca, no se comprometen nunca, no arriesgan nunca.
'Vosotros, tumbas que caminan.
insultos vivientes a la vida,
asesinos de vuestro pensamiento,
fantoches con formas humanas.
Vosotros, que tenéis envidia de las bestias,
que ofendéis la idea de la creación, que buscáis refugio en la ignorancia,
que aceptáis como guía el miedo.
Vosotros, que habéis olvidado el pasado,
que véis el presente con ojos enturbiados,
que no tenéis interés por el futuro,
que respiráis sólo para morir.
Vosotros, que sólo tenéis manos para aplaudir,
y que mañana aplaudiréis
con más fuerza que nadie, como siempre,
como ayer y como hoy.
Sabed entonces, vosotros,
excusas vivientes de toda tiranía,
que a los tiranos los odio tanto,
tanto como me asqueáis vosotros
y vuestros jodidos automóviles'."

Oriana Fallaci
Un Uomo



"Y junto a ustedes deberían estar también los ministros, los subsecretarios y los siervos que se uncieron a los coroneles, los industriales que sostuvieron el régimen con su dinero, los editores y los periodistas que lo apoyaron con su cobardía. Sin contar los falsos resistentes, los falsos revolucionarios que hoy van a declarar ante ese tribunal como partes perjudicadas; A acusar, a recitar el papel de víctimas, ellos que no hicieron nada para combatir la dictadura..."

Oriana Fallaci


"Y llegamos al delito, señores. Pero, antes de ilustrarlo, les digo: supongamos que uno de ustedes se halla gravemente enfermo y necesita una medicina. La medicina está al alcance de la mano; la salvación consiste en el sencillo gesto de la persona que la ofrece. ¿Qué nombre darían a quien, en vez de suministrar la medicina, la tira y la sustituye por un veneno? ¿Loco, inhumano, culpable por negar un auxilio? No, eso es poco. Yo lo llamo asesino. Señores jurados: no cabe duda de que el niño estaba enfermo y de que el medicamento al alcance de la mano era la inmovilidad. Pero esta mujer no sólo se lo negó: le suministró el veneno de un viaje que hubiera perjudicado incluso al embarazo más fácil. Horas y horas en avión, en coche por carreteras en mal estado, por lugares de topografía accidentada y en soledad. Yo le rogué que no lo hiciera. Le demostré que por entonces su hijo ya no era un multiplicarse de células, sino un niño de verdad. Le advertí que lo habría matado. Me opuso su dureza despiadada, y firmó un documento mediante el cual asumía todas las responsabilidades. Partió. Lo mató. De acuerdo: si nos halláramos ante un tribunal de leyes escritas, arduo sería para mí sostener su culpabilidad. No hubo sondas, fármacos ni intervenciones quirúrgicas: según las leyes escritas, esta mujer debería marcharse, absuelta, porque el delito no existe. Pero nosotros somos un jurado de la vida, señores, y en nombre de la vida yo les digo que la conducta de la acusada fue peor que las sondas, los fármacos y las intervenciones quirúrgicas. Porque fue hipócrita, vil, y no corrió riesgos legales.
“Daría mucho por admitir en ella circunstancias atenuantes, por absolverla aunque fuera parcialmente. Pero no veo dónde ni cómo. ¿Acaso era pobre, se ahogaba en estrecheces económicas que le impedían mantener un hijo? Absolutamente no. Ella misma lo reconoce. ¿Tenía que defender su honor en cuanto miembro de una sociedad que la hubiera perseguido por traer al mundo un hijo ilegítimo? Tampoco. Pertenece al establishment cultural que, en vez de rechazarla, hubiera hecho de ella una heroína. En cualquier caso, se trata de un establishment que no cree en las leyes de la sociedad y rechaza a Dios, la patria, la familia, el matrimonio y los principios mismos de la convivencia. Su delito carece de atenuantes porque lo cometió en nombre de una libertad: la libertad personal, egoísta, que no tiene en cuenta a los demás ni los derechos de éstos. He pronunciado la palabra derechos. Lo hice para anticiparme a la palabra eutanasia, para que no me contesten que ella, al dejar morir a ese hijo, hizo uso de un derecho, el de ahorrarle a la comunidad el peso de un individuo enfermo y, por tanto, malogrado. No nos corresponde establecer a priori quién se malogrará y quién no. Homero era ciego y Leopardi, jorobado. Si por espartanos los hubiesen arrojado desde la roca Tarpeya, si sus madres se hubiesen cansado de llevarlos en el seno, hoy la humanidad seria más pobre. Niego que un campeón olímpico valga más que un poeta contrahecho. En cuanto al sacrificio de custodiar en el vientre el feto de un campeón olímpico o de un poeta contrahecho, les recuerdo que así es como se propaga la especie humana, nos guste o no. Mi conclusión es: ¡culpable!”
Me encogí ante aquel grito."

Oriana Fallaci
Carta a un niño que nunca nació



"(...) Yo me di cuenta al meterme en política. Es preciso meterse en política para comprender que los hombres no valen nada, que les gustan los charlatanes, los impostores y los dragones. Uno se mete en la política lleno de esperanzas, de maravillosas intenciones, diciéndose a sí mismo que la política es un deber, una manera de mejorar a los hombres, y luego se da cuenta de que es todo lo contrario, que nada en el mundo corrompe tanto como la política, nada en el mundo malea tanto."

Oriana Fallaci