Del amor



Hago todo lo que puedo por parecer seco. Quiero imponer silencio a mi corazón, que piensa tener que decir muchas cosas. Cuando creo haber anotado una verdad, tiemblo siempre por si no escribí más que un suspiro.

Stendhal
Del amor, pág. 68, capítulo IX


DEL ENCAPRICHAMIENTO


Los espíritus muy delicados son muy susceptibles de curiosidad y de prevención; adviértase esto principalmente en las almas en que se ha extinguido el fuego sagrado, origen de las pasiones, y esto es uno de los síntomas más funestos. También hay encaprichamiento en los escolares que entran en el mundo. En los dos extremos de la vida, con mucha o con poca sensibilidad, nadie se expone sencillamente a sentir el efecto justo de las cosas y a probar la verdadera sensación que ellas deben causar. Estas almas, demasiado ardientes o ardientes por exceso, enamoradas a crédito, si se puede hablar así, se lanzan hacia los objetos en vez de esperarlos.
Antes que la sensación, consecuencia de la naturaleza de los objetos, llegue hasta ellas, ellas los cubren desde lejos, sin haberlos visto, con este encanto imaginario de que encuentran en sí mismos un manantial inagotable. Después, al acercarse, ven estas cosas, no como son, sino como las han hecho, y gozando de sí mismas bajo la apariencia de tal objeto, piensan gozar de este objeto. Pero un hermoso día se cansa uno de hacer todos los gastos y se descubre que el objeto adorado no devuelve la pelota; el encaprichamiento cae y el fracaso que experimenta el amor propio hace que sea injusto para el objeto estimado en demasía.

Stendhal
Del amor, pág. 95, capítulo XXII




En amor no se goza más que según lo que cada cual se ilusiona.

Stendhal


Nota que, como un maniático, es impelido a realizar actos extraños, advierte en él la sensación de tener dos almas: una para obrar y otra para censurar lo que obra.

Pág. 104-105


El gran hombre es como el águila: cuanto más se eleva, menos se le ve, y su grandeza es castigada por la soledad de su alma.

Stendhal


"Sí: la mitad, la más bella mitad de la vida está oculta para el hombre que no ha amado con pasión."

Stendhal


Todo el arte de amar se reduce a decir exactamente lo que el grado de embriaguez del momento requiera, o, expresado en otros términos, a escuchar a su alma.

Stendhal, pág. 141


Todas las páginas de la vida de un ser frío son las mismas; consideradlo hoy, consideradlo ayer; siempre parece tallado en la misma madera.

Pág. 144


Somos lo que podemos, pero sentimos lo que somos.

Stendhal



Para las gentes mediocres nada hay tan odioso como la superioridad del espíritu.

Stendhal


El amor es una flor deliciosa, pero hay que tener el valor de ir a cogerla al borde de un horrible precipicio.

Stendhal


Pero en fin, cada hombre, si quiere tomarse el trabajo de estudiarse a sí mismo, tiene su bello ideal, y siempre me parece un poco ridículo el querer convertir a su vecino.

Stendhal, pág. 285



Cuanto más perdidamente enamorado está un hombre, mayor es la violencia que se ve obligado a hacer para atreverse a tocar tan familiarmente y aventurarse a disgustar a un ser que, semejante para él a la divinidad, le inspira un amor y un respeto extremados.

Pág. 287







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