David Almond

"Aprendí algo sobre los chicos como lectores yendo a leerles los libros en las presentaciones: no se sientan a admirar de cierta distancia, son muy cercanos y se dejan asombrar, tienen un tipo de apertura a la experiencia que es maravillosa. Conozco a muchos de mis lectores en festivales y encuentros, y es hermoso. Creo que a muchos de los escritores para adultos les da bastante envidia cuando ven las reacciones de los chicos como lectores. En una habitación de doscientos chicos si vos decís ¿alguien tiene alguna pregunta?, todos levantan la manos. En cambio, cuando el público es de adultos, nadie levanta la mano, miran para otro lado... Son muy cálidos, los chicos, como lectores. Recibo muchas cartas de mis lectores, de los chicos y de los adultos también."

David Almond



"Como escritor, uno no elige realmente nada: simplemente escribes sobre las cosas que realmente te fascinan, las cosas que te obsesionan emergen en tu escritura."

David Almond


"En todas partes del mundo encuentro niños leyendo."

David Almond



"Lo encontré en el garaje una tarde de domingo. Fue al día siguiente de mudarnos a Falconer Road. El invierno tocaba a su fin. Mi madre había dicho que nos habíamos mudado justo a tiempo para la llegada de la primavera. Allí no había nadie más. Me encontraba solo. Los demás estaban dentro, en la casa, con el doctor Muerte, preocupados por la niña.
Él estaba ahí tirado, en la oscuridad, detrás de los viejos arcones, entre el polvo y la tierra. Daba la impresión de que hubiera estado ahí desde siempre. Se veía sucio, pálido y deshidratado, y pensé que estaba muerto. No podía haber estado más equivocado. No tardaría en comprender toda la verdad sobre él: que jamás había existido una criatura así en el mundo.
Llamábamos garaje a ese lugar porque así lo había llamado el agente inmobiliario, el señor Stone. Era más bien una zona de derribo, un vertedero de escombros o algo parecido a uno de esos antiguos almacenes que no paran de demoler en el muelle. Stone nos condujo por el jardín, tiró de la puerta para abrirla y encendió su pequeña linterna en la penumbra. Asomamos la cabeza al interior con él.
—Tienen que verlo con imaginación —dijo—. Verlo ya limpio, con puertas nuevas y el techo reparado. Verlo como un maravilloso garaje con dos plazas de coche.
Me miró esbozando una estúpida sonrisa.
—O como un lugar para ti, chaval; un escondite para tus colegas y para ti. ¿Qué te parece, eh?
Aparté la mirada. No quería tener nada que ver con él. El recorrido por toda la casa había sido más de lo mismo. Había que verla con imaginación. Imaginar lo que se podía hacer."

David Almond
Alas para un corazón



"Me gusta mucho la poesía, solía escribir poemas también y sigo escribiendo poesía ahora. Nada de eso ha sido publicado, es sólo para mí. Pero creo que iré escribiendo cada vez más poesía, conforme pase el tiempo. También escribo canciones ahora y teatro, así que me estoy moviendo hacia un método de escritura más lírico. Es un tránsito muy natural, de alguna manera, las ideas comienzan a desenterrarse en líneas únicas antes que en bloques de párrafos. Y me gusta mucho eso, el espacio alrededor de las líneas."

David Almond


"Yo no creo que haya que simplificar las cosas cuando se escribe para chicos. Los libros que escribo son los mejores que puedo escribir."

David Almond












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