William Walsham How

Oh, encarnación de la Palabra de Dios,
oh, Sabiduría de las alturas,
oh, Verdad inmutada e inmutable,
oh, Luminaria de nuestro cielo oscuro;
te pedimos luz para que,
desde la página santificada,
tu antorcha ilumina
para siempre nuestros pasos
porque de ese modo sabemos exactamente dónde estamos.

William Walsham How
The Holy Scripture
Tomada del libro El arte de ser Dios de Alan Watts, página 99


Por los santos que descansan ya

Hoy, por los santos que descansan ya
Después de confesarte por la fe
Tu nombre, oh Cristo, hemos de alabar.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Tú fuiste amparo, roca y defensor
En la batalla, recio Capitán
Tu luz venció las sombras del temor.

Oh bendecida y santa comunión
De los que aún luchan o en la gloria están
Un solo cuerpo, porque tuyos son.

Y cuando ruda la batalla es
Del cielo se oye un cántico triunfal
Se afirma el brazo, vence al fin la fe.

La aurora eterna ya despuntará
Las huestes fieles llegarán al rey
Cantando alegres a la Trinidad.

William Walsham How



 "Un buen himno es algo así como una buena oración: simple, real, ferviente y reverente". Los suyos ciertamente cumplen todos estos requisitos. Algunos de ellos en verdad se emocionan en su ternura quejumbrosa, como "Oh Jesús, estás de pie". Otros son a la vez tiernos y jubilosos, como “Por todos los santos, que descansan de sus labores” y “Resplandecen los soles de verano”, pero su rasgo más característico es solo el rasgo característico de su propia mente; son prácticos, sirven a fines de edificación. Ves al Pastor en Parroquia en todos ellos. El último himno que escribió fue para el Jubileo de Diamante de la Reina, "Oh Rey de Reyes, cuyo reinado de antaño."

William Walsham How



"Un himno es esencialmente una forma de devoción. Es un canal a través del cual deben fluir las mejores y más elevadas emociones y aspiraciones del alma. Un buen himno es algo así como una buena oración: simple, real, ferviente y reverente. Por supuesto, exige una expresión de belleza escarmentada y una elección sensible del lenguaje. El encanto y el poder de un buen himno dependen de cualidades sutiles y delicadas, que se sienten más fácilmente que se analizan. Quizás la pureza de tono, sin admitir ningún matiz de afectación o exageración por un lado, o de rigidez o incomodidad por el otro, describiría el primer atributo necesario de un himno realmente bueno."

William Walsham How











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