Karl-Otto Apel

"Actúa siempre como si tú fueras núembro de una comunidad ideal de comunicación."

Karl-Otto Apel


"Al regresar a Argentina en 1966, como profesor universitario, bajo la dictadura militar de Onganía, se fue bien pronto viendo la distancia entre una fenomenología "descomprometida" y la realidad política de América Latina. En 1969 acontece el "Cordobazo" (análogo al "mayo" parisino del año anterior). Discutiendo en ese mismo año con sociólogos en Buenos Aires, vi profundamente criticado el proyecto que venía realizando de escribir una ética ontológica heideggeriana. Fals Borda había escrito una Sociología de la liberación en Bogotá; Gunder Frank acababa de lanzar la temática de la "teoría de la dependencia", ante el fracaso del desarrollismo. Nació así la hipótesis de una "ética de la liberación" -como puede observarse en el pasaje de los capítulos 1 y 2 al capítulo 3 de mi obra Para una ética de la liberación latinoamericana: "La exterioridad metafísica del otro" Éste es quizá el momento más crucial y el originario de la primera filosofía de la liberación.
La teoría de la dependencia mostraba la estructural articulación de las naciones subdesarrolladas al sistema mundial, en el que dichas naciones pobres transferían valor de manera continua, sistemática e inevitable. El H. Marcuse de El hombre unidimensional, y la Escuela de Frankfurt en general, nos dieron la posibilidad de "politizar" la ontología. Y así, la experiencia de estar "fuera" de Europa, de ser la parte explotada del mundo capitalista (naciones subdesarrolladas, periféricas, la "otra-cara" de la modernidad), se nos impuso "filosóficamente" como la exigencia de superar dicha "ontología" -aun ya politizada. La "dependencia", originaria desde el comienzo de la "modernidad" en 1492, tenía como contradicción positiva a la "liberación". "Liberación" del explotado, del oprimido, del dependiente, por ejemplo, propuesta por Franz Fanon. Fue en este momento que el primer fenomenólogo francés -que estudió con Husserl y Heidegger en Freiburg, que tradujo las "Meditaciones cartesianas" del alemán al francés para que Husserl las leyera en 1930 en París-, nos permitió "despertar del sueño ontológico heideggeriano."

Karl-Otto Apel
Fundamentación de la ética y filosofía de la liberación



"El ser, empero, no “es”. Sólo un determinado ente que se halla en el mundo “es”. Por eso el ser no puede tampoco decirse en proposiciones verificables empíricamente. Sólo un “ente” que se encuentra dentro del mundo puede ser objeto de proposiciones verificables empíricamente. El “ser”, por el contrario, “se temporaliza” en el “proyecto mundano”, el cual nos hace entrega siempre (a priori) de todo ente, que debe podernos encontrar dentro del mundo, en la forma categorial de lo que es afirmado de él en el decir-“es”. En este proyecto mundano nosotros hombres nos anticipamos siempre, en cuanto que en la forma del lenguaje se consolidó ya una precomprensión de la concepción del ser del ente. Si elevamos a concepto esta previa comprensión del ser, entonces no se trata de la comprobación teórica de algo que junto a otra cosa además se dé, sino de la post-ejecución mental de la “preontológica comprensión del ser” del lenguaje."

Karl-Otto Apel
La pregunta por el sentido del ser



“En mi opinión, la superioridad de la Semiótica de Peirce consiste en que  puede hacer comprensible la conexión interna entre los procesos sintéticos de razonamiento y la interpretación lingüística del mundo.”

Karl-Otto Apel



“La ética del discurso no procede sólo de la analogía pragmático-trascendental del ‘reino de los fines’ de comunicación anticipada contrafácticamente, sino a la vez, del a priori de la ‘facticidad’ de la comunidad real de comunicación.”

Karl-Otto Apel



"Mi programa durante 10 años ha consistido en intentar una transformación de la filosofía trascendental. Una reforma de la filosofía kantiana y neokantiana basada en el yo, en la conciencia trascendental del sujeto."

Karl-Otto Apel



"No estamos solos. No puedo seguir adelante sin una ética ya que mi yo no está aislado. No sólo está mi yo, sino también un tú, él, ella. La ética presupone la comunidad. No puedo entender que alguien se piense solo en el mundo, únicamente puedo pensarme como miembro de una comunidad. Aparece un problema terrible. No vivimos en un mundo en el que los problemas puedan ser resultos por el diálogo. En general, la solución se produce a través de la violencia o la negociación, que supone siempre una amenaza, directa o implícita."

Karl-Otto Apel


“No se puede filosóficamente validar el principio crítico, si lo aplicamos a todo.”

Karl-Otto Apel


"Se trata de una ética regulativa, no empírica. Debemos contribuir a mejorar la situación de la humanidad, con el objetivo de llegar a una comunidad ideal de comunicación a la que sabemos que nunca llegaremos. No creo en la utopía."

Karl-Otto Apel



"Tanto en el problema del conocimiento como en el problema moral, lo verdaderamente importante es alcanzar la posibilidad de establecer una fundamentación racional, pues ello conduce a garantizar una validez de carácter intersubjetiva, ya sea para los conocimientos o para las normas. La lógica pretende superar la solución característica de la filosofía trascendental que se valió del mero recurso a las «evidencias de conciencia» para asegurar la validez; evidencias que, aunque necesarias, resultan sin embargo insuficientes. Se debe partir del hecho de que todo conocimiento que busque asegurar objetividad —es decir, validez intersubjetiva— tiene que estar formulado lingüísticamente y tiene que poder ser, además, defendido por medio de argumentos que también sean formulados lingüísticamente. La idea dominante de tal planteamiento tiene que ver con el hecho de que, para que una validez objetiva —entendiendo la objetividad como intersubjetividad— pueda quedar asegurada, es preciso superar el «solipsismo metódico» característico de la filosofía que se extiende desde Descartes a Husserl. De tal modo, al superar este recurso metodológico propio del trascendentalismo clásico se supera, a la vez, la concepción monológica de la razón, y se la sustituye por una concepción dialógica de la misma. De esta manera queda de hecho determinado un principio formal procedimental mediante el cual debe garantizarse la igualdad de derechos de todos los participantes del discurso en cuanto representantes de diferentes intereses, como también, su igual responsabilidad en el planteamiento y la resolución de todos los problemas que se tienen que discutir. Y es que, si los problemas éticos socialmente relevantes tienen en absoluto alguna solución, las soluciones concretas, referidas a las diferentes situaciones, tiene que alcanzarse, conforme a la ética discursiva, mediante discursos prácticos de sujetos iguales y corresponsables, y no mediante alguna suerte de deducción monológica a partir de principios últimos."

Karl-Otto Apel
La ética del discurso


“Un pueblo que carece de la capacidad de crítica que proporciona la reflexión desde principios universalistas; un pueblo que no quiere argumentar de modo que sus argumentos sean también convincentes para los adversarios, ha perdido la iniciativa propia del Logos para dirigir racionalmente la historia y está pasivamente a la espera de cualquier caudillo que sepa persuadirle.”

Karl-Otto Apel






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