Pablo de Azcárate

"-Mi embajada en Londres durante la guerra civil española-

Sin duda, teniendo en cuenta esta peculiar situación, pensó el ministerio de Estado en mi candidatura, considerando que el gobierno británico no podría negar el placet a una persona que durante catorce años había gozado de la entera confianza del Foreign Office, como funcionario de la Sociedad de Naciones, y que llevaba tres desempeñando el alto cargo de secretario general adjunto de la misma organización internacional, gracias, entre otros, al voto favorable del propio representante británico en la Asamblea y en el Consejo.

El resultado de todo esto fue que uno de los últimos días de agosto recibí una llamada telefónica del subsecretario de Estado, a la sazón Rafael Ureña, para preguntarme, por encargo del gobierno, si estaría dispuesto a aceptar el nombramiento de embajador en Londres. Mi respuesta fue inmediata: dadas las circunstancias graves por que atravesaba el país estaba totalmente y sin reserva a la disposición del gobierno. A los diez minutos volvió a llamarme Ureña para decirme que el Consejo de ministros había acordado mi nombramiento y que aquella misma noche se pedía el placet al gobierno británico. Y así, en cosa de unos minutos, me encontré, de buenas a primeras, colocado ante uno de los más violentos virajes de mi vida. Se cerraba el capítulo de mis catorce años de servicios a la Sociedad de Naciones y se abría otro preñado de incertidumbre y de peligros."

Pablo de Azcárate

Mi embajada en Londres

"... una de las aglomeraciones urbanas más insalubres, tal vez, del mundo (...) por muy malas que sean las condiciones actuales o futuras en las que su población sea obligada a vivir, nunca serán peores o incluso iguales a la miseria que rodeaba sus sórdidas viviendas de la ciudad vieja de Jerusalén."

Pablo de Azcárate y Flórez

"Y lo que es de desear, en interés de los mismos refugiados, es que cuanto antes se ponga término a esta estéril y desmoralizadora controversia. Las dos partes deberían dejar de buscar una cabeza de turco y reunir sus esfuerzos para liquidar este problema de los refugiados árabes de Palestina que, no sólo constituye un peligro internacional, sino que perjudica la reputación de todos los pueblos del Próximo Oriente, tanto en el orden de la eficacia como en el de la humanidad."

Pablo de Azcárate y Flórez