Franz Brentano

“Con ello se toca el último extremo de la decadencia. Se cree saberlo todo y no se sabe nada, pues no se sabe ni siquiera aquello que se sabía al comienzo de éste período y era sentido como un doloroso anhelo: que no se sabe nada.”

Franz Brentano


"Cuanto mayor sea el sacrificio y la pérdida personal, tanto más hermoso es el acto de liberalidad. Mas Dios, siendo para nosotros la fuente de los supremos bienes, no puede cedernos nada de lo que constituye su bien, primero porque Dios no puede perder nada, y además (y esto es lo que Aristóteles subraya) porque nosotros no somos capaces de participar de la esencia divina, en la que consiste todo el bien de Dios, su pensamiento, su noble amor y su bienaventuranza. Y lo que se dice de nosotros hay que decirlo también de todo cuanto existe fuera de Dios. Por eso no hay en el Dios aristotélico la posibilidad de una vida, como nuestra vida práctica, ni de una bienaventuranza como la que nosotros sentimos en la alegría del sacrificio.
Más tampoco puede atribuírsele deliberación, puesto que toda deliberación se refiere a lo simplemente efectivo, no a lo necesario: y, como Aristóteles dice en su Física, hasta en los asuntos de arte, el que conoce lo mejor, no necesita deliberación. Ahora bien; ya hemos visto que el Dios aristotélico lo piensa todo necesariamente en el pensamiento necesario de sí mismo; y de igual manera, que, al amarse a sí mismo necesariamente, ama también todo necesariamente según la medida de su semejanza consigo mismo; y que ama necesariamente lo mejor por ser lo mejor, con el máximo amor; por consiguiente, que, sin necesidad de deliberación previa, prefiere el mejor mundo posible a cualquier otro y se halla decidido por él desde toda la eternidad. Su actividad cognoscitiva no es, pues, en manera alguna semejante a la nuestra, que requiere deliberación. Es acabada y perfecta, y en todos y cada uno de los respectos (para expresarse a la moderna) tan apodíctica, como con respecto a su propio objeto, que es el pensamiento divino mismo. Así, pues, cuando Aristóteles dice que la vida de la divinidad no debe pensarse análoga a nuestra vida práctica, esto no está en contradicción con el hecho de que el pensamiento, como el amor de Dios (que es idéntico a él), se extienda a todo lo bueno, y como voluntad todopoderosa sea la causa de todo lo bueno fuera de él."

Franz Brentano
Aristóteles

"Todo fenómeno psíquico está caracterizado por lo que los escolásticos de la Edad Media llamaron la inexistencia intencional (o también mental) de un objeto, y que nosotros podemos llamar, aunque no sin ambigüedad, referencia a un contenido, dirección hacia un objeto (por lo cual no debemos entender una realidad) u objetividad inmanente. Todo [fenómeno psíquico] incluye en sí mismo algo como objeto, aunque no todos lo hacen del mismo modo. En la representación [ Vorstellung ] algo es representado; en el juicio [Urteile] algo es aprobado o rechazado; en el amor amado, en el odio odiado, en el deseo [Begehren] deseado."

Franz Brentano










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