Rosa María Britton

"La lectura te lleva a otro mundo, te abre otros espacios, te hace soñar, te hace pensar, te hace sentirte que eres otra persona, te lleva de la mano al infierno, al cielo, al fondo del mar..."

Rosa María Britton


"Lo peor que le puede pasar a un ser humano es tener un hijo que no quiere."

Rosa María Britton



"No entiendo esas poesías descunchifladas, desconectadas. Son una maravilla, pero no las entiendo. Así que yo trato de no meterme con las poetas. Además, me encantaba decir “poetisa”. Eso de “poeta” me suena como…"

Rosa María Britton


"Nunca se supo exactamente cómo empezó el asunto del ataúd. Muchos años después de la muerte de don Manuel, todavía se hablaba en Chumico de todos aquellos acontecimientos, claro está con más exageraciones de la cuenta. Como ya se sabe, "Pueblo chiquito, infierno grande." y si algún pueblo merece esta descripción es Chumico. El chisme allí es "modus vivendi" para la mitad de sus ciudadanos. Los otros, pacientemente escuchan y callan. ¡Gracias a Dios! Si no fuera así, ya los gallotes se habrían llevado al pueblo entero creyéndolo carroña. Volviendo a lo del ataúd, que en realidad es el asunto que nos atañe. Mucho se dijo y mucho se exageró. Unos, contaban después que el ataúd era de ébano traído de Africa y tenía las agarraderas de oro puro. Otros aseguraron que estaban forrado de sándalo para terciopelo del tapiz, don Manuel había colocado abultados fajos de billetes de a diez y veinte dólares para llevarse su plata en el último viaje. Esta última versión de los hechos era narrada por doña Higinia Gómez, matrona de Chumico, asidua lectora de los folletines "Romance a la antigua" que encargaba a Panamá mensualmente. Las malas lenguas adujeron después que doña Higinia había inventado esa historia del dinero en el ataúd después de leer una novela acerca de una princesa egipcia, calumnia que la buena señora rechazó indignada. En realidad, el ataúd fue construido de madera de cedro que el mismo don Manuel cortó en su propiedad y pulió con infinito esmero. Las asas eran de plata pura mandadas a hacer en el Perú por el cura Juan, y por dentro tuvo toda clase de forros en su larga historia. Para entender lo que realmente pasó, es necesario no hacer caso de habladurías de comadres que jamás llegaron a entender las acciones del hombre más famoso que hubiera salido de Chumico."

Rosa María Britton
El ataúd de uso



"Para mi desgracia, yo también lo quería desde el primer día que lo vi y cada vez que pasaba a mi lado exhalando ese aroma de perfume caro y macho indomable se me encogía el corazón con esa desazón que nos entra cuando el amor no es correspondido. Claro que en voz alta no desperdiciaba ocasión para hablar mal de Gustavo y su machismo con las compañeras, habrase visto, todas las idiotas que se dejan manosear por ese sinvergüenza, ni loca andaría con un tipo así, ni loca, repetía y el corazón ahí, latiendo y latiendo por él, a veces las mujeres somos tan hipócritas en lo que se refiere al amor, decimos no en voz alta cuando por dentro hay un sí desesperado que pugna por hacerse oír. ¿En qué lugar de la anatomía nace la querencia por ese otro ser que no nos determina? ¿Cuál es la química, o en qué lugar del cerebro, del corazón o el alma está el secreto del amor? me preguntaba angustiada. Cuando no es una la involucrada en el affaire es tan fácil condenar, opinar y a veces despreciar a esas mujeres que hacen lo que sea por conquistar o conservar a un hombre, aguantando insultos, infidelidades y hasta violencia. No son solamente las pobres, las que no tienen educación las que se dejan maltratar, no. He sido testigo de relaciones amorosas que al amargarse se convirtieron en campos de batalla en donde la mujer usualmente tenía las de perder y los que trataban de inmiscuirse en el asunto casi siempre salían malparados. "

Rosa María Britton
El ritual de los arcángeles


"Quisiera ser recordada como alguien que trató de hacer lo mejor pocible como médico y escritora."

Rosa María Britton













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