Henri Charrière

"China va a sustituir la filosofía marxista del comunismo como existe actualmente en Rusia; es decir, convertido en un imperialismo. Liberar al hombre es completamente diferente que manejarlo. Esa distinción del pensamiento maoísta atrae muchos alumnos, especialmente entre la juventud, puesto que la juventud se está desperdiciando en razón de que se enfrenta o pertenece a partidos políticos más viejos que Matusalén."

Henri Charrière


"Con un cuartillo de café en la mano, el especialista en asesinatos en serie me despierta y, como si nada hubiera pasado, me da los buenos días con una sonrisa magníficamente cordial. El día se ha levantado.
—Toma, bébete el café. Cómete una galleta: ya tiene margarina.
Después de haber comido y bebido, me lavo afuera, tomando agua de un tonel que está siempre lleno.
—¿Quieres ayudarme, Papillon?
—Sí —le digo sin preguntarle a qué.
Tiramos de los pies de los cadáveres medio quemados. Advierto, sin decir nada, que los tres tienen el vientre abierto. El simpático Cuic-Cuic debió de buscar en sus intestinos si llevaban un estuche. ¿Seguro que eran cazadores de hombres? ¿Por qué no cazadores de mariposas o de bestias? ¿Los ha matado para defenderse o para robarles? En fin, ya he pensado bastante en eso. Volvemos a colocarlos en un agujero de la carbonera, bien cubiertos de madera y arcilla. Abrimos dos chimeneas de aireación y la carbonera reanuda sus dos funciones: hacer carbón vegetal y transformar en cenizas los tres fiambres."

Henri Charrière
Papillon


"¿Cuál es mi crimen?
La tragedia de una vida desperdiciada.
 ¡Culpable, culpable!"

Henri Charrière
Papillon

"Duerman en paz, ustedes oh miembros del jurado que me han condenado a este lugar, duerman en paz."

Henri Charrière
Papillon


"El setenta y cinco por ciento de lo narrado es la pura verdad. El resto son espantosos sufrimientos padecidos por mis compañeros."

Henri Charrière
Sobre su novela Papillon


"Este siglo tiene solamente una cosa importante: la evolución técnica, en donde se han hecho maravillas. Pero ha resultado un fracaso total por la paz, por el respeto del individuo y por la repartición de la riqueza. Y es un fracaso total porque los trusts y los monopolios son más poderosos que nunca y no abandonan esa guerra de veinticuatro horas sobre veinticuatro por la posesión de más riquezas, por más expansión y más beneficios económicos. Nos encontramos además demasiado condicionados por la sociedad de consumo, ya que estamos provocados por todos los medios de difusión a consumir y consumir. Entonces, este hombre que está “supervisado”, siempre está insatisfecho y motivado constantemente a comprar más cosas inútiles. Por el sistema de venta a crédito, el hombre está empeñado para toda su vida, desde el momento que nace hasta que muere, porque deberá comprar hasta el pedazo de tierra para su entierro a crédito. La sociedad de consumo en un país superdesarrollazo convirtió al hombre en una molécula de un átomo. La gente vive frustrada y disminuida porque no hay tiempo, en ese tiempo que uno vive, de vivir."

Henri Charrière



"Francia, no en vano, es la cuna de los derechos del hombre. Francia puso a mi disposición todos los medios de difusión oral, escrita y visual para que yo hiciera un cara a cara con el sistema jurídico-policial francés. Eso fue extraordinario. Yo soy ahora ciudadano del mundo, pero quien me hizo ciudadano del mundo fue el mismo pueblo francés que me sentenció brutalmente y me trató como una inmundicia de la sociedad. El tratamiento bárbaro y medieval de su policía pesó sobre algunas conciencias."

Henri Charrière


"Hay muchas izquierdas. Hay una izquierda condicionada a las órdenes de Moscú; hay otra influenciada por la filosofía maoísta; y hay otra que se identifica con el nacionalismo y que es la más interesante, puesto que sacan de ellos mismos la solución de su país sin recibir órdenes del exterior, y como conocen mejor que cualquiera los problemas de su país y como les gusta vivir al pueblo, son los más autorizados para intentarlo."

Henri Charrière


"Hay que rectificar nuestra forma de vivir. Si somos un pueblo subdesarrollado somos una rueda de una inmensa máquina. Vivimos con dos medidas: distancia y tiempo. Nuestro propio sistema de vida ha destruido la familia, porque la madre y el padre trabajan afuera y entonces se pierde esa cosa tan importante que es la unión familiar, la comunión familiar, la dulzura, la ternura, una cantidad de cosas…"

Henri Charrière
Papillon


“La bofetada fue tan fuerte que necesité trece años para sobreponerme. No fue un sopapo corriente, y para dármelo se esmeraron al máximo.”

Henri Charrière
Papillon


"La democracia es el peor sistema, pero también es el mejor. El peor sistema porque se basa en la cantidad y sufre de numerosos errores y defectos. Pero pese a eso, no existe una política más aceptable para los hombres libres."

Henri Charrière


"Lo que he escrito es cierto aunque he dejado fuera muchas verdades, precisamente para no pecar de sensacionalista. Te podría contar mil historias de la crueldad y la tragedia humana en las cárceles. Hablarte de los pederastas, de la corrupción, del terror y del dolor de jóvenes infelices que son forzados a ejercer la prostitución en sus celdas. Por eso digo que no he contado toda la verdad..."

Henri Charrière


"Lo sé desde hace mucho tiempo, porque cuando Napoleón III creó los bagnes y le preguntaron: “¿Pero quién protegerá a estos bandidos?” él respondió: “Peores bandidos”."

Henri Charrière
Papillon


"Los seres que carecen de la hipocresía que da la educación del mundo civilizado reaccionan con naturalidad, tal como perciben las cosas."

Henri Charrière
Papillon



"No había problema para quitar de en medio la tierra en el jardín, que mide dieciocho metros de largo por diez de ancho. Extendimos la tierra sobre toda la amplitud, respetando el camino que conducía al garaje. Pero como la tierra extraída era muy distinta de la otra, nos hacíamos traer, de vez en cuando, un camión de mantillo. Todo marchaba bien.
¡Y seguíamos socavando, y transportábamos los cubos llenos de tierra! Por decirlo así, habíamos entarimado el suelo de la galería porque había filtraciones de agua que convertían el suelo en completamente fangoso. Y sobre las planchas, el cubo se deslizaba más fácilmente cuando se tiraba de él con la cuerda.
Trabajábamos así: Uno de nosotros estaba en el fondo del túnel. A fuerza de pico y de sierra circular, socavaba y arrancaba las piedras y la tierra, con las que llenaba el cubo. Un segundo hombre estaba en lo más profundo del pozo y arrastraba el cubo hacia él. Arriba había un tercer hombre que subía el cubo y lo echaba en una carretilla con rueda de caucho. Habíamos abierto un paso en el tabique que comunicaba directamente con el garaje. El cuarto del grupo no tenía más que coger la carretilla, pasar por el garaje y hacer su aparición, con toda naturalidad, en el jardín.
Trabajábamos muchas horas, impulsados por la feroz voluntad de triunfar. Era un extraordinario derroche de energías. El fondo de la galería resultaba terriblemente duro de soportar, a pesar del ventilador de aire acondicionado y del aire puro que proporcionaba un tubo que nos arrollamos alrededor del cuello y de cuyo extremo chupábamos de vez en cuando. Estaba cubierto por completo de granos rojos a causa del calor, tenía placas inmensas por todo el cuerpo. Parecía urticaria y me producía un picor espantoso. El único que estaba bien era Paulo, porque él no se ocupaba más que de la carretilla y de esparcir la tierra en el jardín. Al salir de aquel infierno, incluso después de habernos duchado, necesitábamos más de una hora para recuperarnos, respirar normalmente y, untados con vaselina o manteca de cacao, sentirnos algo mejor. «De todos modos, somos nosotros quienes nos hemos buscado este trabajo de chinos, ¿no? Nadie nos obligó a hacerlo. ¡Entonces ánimo, soporta, cierra el pico, y el cielo te ayudará!». Esto es lo que me decía y repetía dos o tres veces al día a Auguste, cuando empezaba a renegar por haberse metido en semejante cosa.
Será ocioso decir que, para adelgazar, nada mejor que hacer un túnel bajo un Banco. Era formidable lo flexible que se volvía uno a fuerza de encorvarse, de trepar, de contorsionarse. En aquel túnel se sudaba tanto como en una sauna. Haciendo ejercicios en todas las posiciones posibles, no había cuidado de que le sobraran grasas a uno; por el contrario, se desarrollaba la musculatura. Era algo positivo desde todos los puntos de vista y, además, en el extremo del pasillo esperaba la magnífica recompensa: el tesoro de los demás.
Todo marchaba bien, excepto en lo tocante al jardín. A fuerza de elevar su nivel echándole tierra, las flores, en lugar de crecer, se hundían más y más, lo que no parecía muy normal. Si continuábamos así, pronto no se verían más que los pétalos. Encontramos un paliativo: pusimos las flores en tiestos que hundimos en la tierra recién puesta. Los tiestos bien cubiertos no se veían, daba la impresión de que la planta salía de tierra.
Esta historia empezaba a durar demasiado. Si, al menos, hubiéramos podido descansar por turno. Pero, ni hablar. Era preciso que los cuatro estuviéramos presentes para conservar un ritmo eficaz. Con tres habría sido interminable, y se habría necesitado almacenar provisionalmente la tierra en el interior de la villa, lo que hubiera resultado peligroso."

Henri Charrière
Banco



“Nuestro hermosísimo país no tiene una hermosa justicia.”

Henri Charrière
Papillon


"Se critica (el libro Papillon) porque ataca a las tres instituciones en las que descansan muchas naciones: Justicia, Policía y Sistema Penitenciario. Fíjate, después de tantos años, llego de vuelta a Francia y digo: La justicia está podrida, la policía es corrupta y las cárceles una vergüenza. ¡Y esto se lo digo al país que promovió la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad y los Derechos del Hombre!"

Henri Charrière


“Tenemos demasiado progreso tecnológico, la vida es demasiado agitada y nuestra sociedad tiene un solo objetivo: inventar aún más maravillas tecnológicas para hacer la vida aún más fácil y mejor.
El anhelo por cada nuevo descubrimiento científico engendra un hambre de mayor comodidad y la lucha constante por lograrlo. Todo eso mata el alma, mata la compasión, la comprensión, la nobleza. No deja tiempo para preocuparse por lo que le sucede a otras personas, y menos a los delincuentes. Incluso los funcionarios en las áreas remotas de Venezuela son mejores porque también están preocupados por la paz pública. Les da muchos dolores de cabeza, pero parecen creer que vale la pena el esfuerzo de lograr la salvación de un hombre. Lo encuentro magnífico.”

Henri Charrière
Papillon


“Un hombre nunca está perdido. Es preciso darle una oportunidad para que, ayudándole, se convierta en un hombre honrado.”

Henri Charrière
Papillon










No hay comentarios: