Mário de Carvalho

"Afortunados vientos que golpean todas las alturas y puntos cardinales y elevan más y más las palabras, a veces frases enteras, párrafos, voces gruesas, para ahogarse en el mar, empaparse en los lameiros de España, helarse en los confines de Siberia, perderse en las inmensidades del éter. Es el favor de un Dios único y verdadero. El país perecería en un sofoco, afligido de ronquera, aturdido de vocablos, envenenado de sandías, si la Providencia caritativa no las diseminara por desatinadas paradas."

Mário de Carvalho
Fantasía para dos coroneles y una piscina



"Cada uno ve a los personajes según sus vivencias, el lector también aporta algo a la novela y es muy interesante este encuentro entre dos espíritus, en el sentido transitivo, de comunicación entre dos disponibilidades, dos experiencias, dos experiencias, la del autor y los lectores."

Mário de Carvalho


"El mar, para mí, era un mundo de sorpresas, de imaginación, de aventura. Entonces crecí, crecí. Perdí algunas ilusiones que fueron bastante agradecidas."

Mário de Carvalho




"La dictadura de lo políticamente correcto es insoportable."

Mário de Carvalho



"Los contemporáneos siempre se equivocaron sobre el valor de las obras de los escritores de su época."

Mário de Carvalho



"No entiendo por qué deberíamos considerar la pasión más humana que el sexo, al contrario: esta relación casual y fugaz me parece mucho más feliz. Las pasiones son algo muy serio y, con demasiada frecuencia, muy atormentador. Pueden atormentarnos, pueden causarnos inquietud y sufrimiento. No es casualidad que hablemos de la pasión de Cristo durante la crucifixión. En Alentejo, la pasión también tiene un significado de sufrimiento. La pasión siempre parece implicar una dimensión del sufrimiento: es la angustia, los celos, la incertidumbre que están en esta apuesta total que es la pasión."

Mário de Carvalho



"No son sentimientos generosos los que motivan la campaña antiaborto, sigue siendo el viejo deseo, que viene de aquellos tiempos fanáticos de la Inquisición, de humillar, herir, decidir sobre el otro."

Mário de Carvalho



"Nuestra cultura ha sido a menudo una cultura de inhibición sexual y no es casualidad que todas las llamadas religiones del Libro (judaísmo, cristianismo e islam) tengan un impacto sobre el sexo y sean marcadamente contrarias a la libertad sexual. Son fuertemente condicionantes y establecen reglas muy estrictas y coercitivas en relación al sexo. Creo que la racionalidad y el avance está en soltarlo y no en asumirlo. En esta relación no hay idea de “apareamiento”, es decir desde el punto de vista de un obispo, diría un arzobispo. El sexo puede asumirse dentro de un espíritu racional que no necesariamente será libertino, con extrema curiosidad y con su lado humano de misterio y encuentro con otra persona. El sexo es profundamente humano."

Mário de Carvalho


"Nunca voy a confesarme y mis cosas no son autobiográficas."

Mário de Carvalho



"Soy una persona reservada y no soy dada a las confesiones."

Mário de Carvalho



"Todo lo que escribimos moviliza todo lo que experimentamos y todos los libros que leemos, las películas que vimos, las exposiciones a las que fuimos y la música que escuchamos... todo eso acaba integrándose en este proceso de escritura. Nadie puede escapar de esto. En este sentido, Borges decía que todos los libros son autobiográficos. Evito poner cosas directas en mi vida. Ahora bien, es cierto que si no hubiera hecho las tropas, quizás no hubiera escrito el libro sobre la guerra colonial, pero también es cierto que, si hubiera ido a África, quizás no hubiera escrito sobre África, porque Me cuesta mucho hablar de mí, prefiero imaginar. Imagina que, al leer las historias de este libro, una señora que conozco dice: "Soy yo". Prefiero que esto no suceda."

Mário de Carvalho


"Veo a Portugal como un país interesante. es mi pais No hay duda, el idioma que hablo es mi gente, mi gente, y no se compara, pero no se compara, con el Portugal en el que me crié. A veces la gente piensa que somos iguales, pero no somos iguales, hemos cambiado mucho. Recuerdo las dificultades de mi padre y de otros escritores con los que se llevaba bien, Urbano [Tavares Rodrigues], por ejemplo. Nunca sabías si el chico de la mesa de al lado estaba espiando, si el coche detrás de nosotros era un coche de policía. Vivíamos en un mundo vigilado y nuestra imaginación lo hacía aún más opresivo. La policía política era una cosa siniestra. Hoy somos un país libre, eso no tiene precio."

Mário de Carvalho















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