Mohamed Chakor

Canto inconcluso a Tetuán

A mis padres que se marcharon cuando más los necesitaba, dejándome «duelo en el corazón, llanto en los ojos»

Tetuán, destello de Albaicín,
remembranza estelar
del Paraíso Perdido.
Al tiempo que Al-Andalus
entregó a Dios su alma,
nobles granadinos
heredaron vida y esperanza.
Una sultana andalusí veló
la Paloma Blanca hasta el alba.
En el halo del monte Al-Alam
está su vigía y su valedor,
mientras que sus hafices,
Gorgues y Dersa,
escancian rocío, incienso
y la arrullan noche y día.

Es la ¿antorcha del Yihad,
éxtasis de sufíes, pétalo del espíritu,
brizo de heroísmo y de sabiduría,
estro de poetas, mihrab de ulemas,
jardín de belleza y de enamorados;
y para los indefensos y dolientes
es paz, misericordia, dulzura.
En mezquitas, madrasas y templos
entre arcos, peristilos y surtidores
se desgranan y fluyen cadenciosas
aleyas, azoras, alabanzas y plegarias.
Tetuán, crisol de Marruecos.
Aquí la vida nace a borbotones
y el homicida tiempo desfallece.
En los anales de su vivir anidan
ramilletes azules de glorias y de gestas.
Y en las pupilas de sus niños
se anuncia, majestuosa, la alborada.
Jazmines con alas de palomas
a sus huéspedes, ofrenda dadivosa.

Perfumes sensuales embriagan sus zocos,
y su siempre despierta juventud
es el capullo de la aurora.
Son edén de edenes sus vergeles,
bañados de sol misericorde y luna plateada,
relucientes y frescas primaveras,
en la enramada las palomas zurean,
la fuente murmura y cuchichea,
mientras el cisne de grácil majestad
surca arrogante el curso de las aguas.
Mujeres bellas, de ojos heridores,
donde aletean ensueños e ilusiones
junto a deseos y lágrimas iridiscentes.

Tetuán: de la garganta y el pecho de tus hijos
brota la sed de justicia, llamaradas de amor,
Poemas encendidos, rojos como amapolas,
se vierten del dolor de los que sufren.¡Oh, Tetuán, cinco veces centenaria!
te añoran quienes en tu tierno regazo
su corazón ardiente reclinaron.
Y todos aquellos que, a tu sombra,
profirieron el primer vagido
y enhebraron las alas de su imaginación,
jamás olvidarán su ayer feliz,
aguardando que tu esplendor recobres.
Anhelamos que tú seas
divina sultana del tiempo,
radiante querubín del paraíso,
luz de beldades que postrado adoro.
¡Oh, tú, mi dulce Tetuán,
aleya de lo sempiterno!
En los bordes del alba
izamos azucenas y claveles
al son de laúdes y arpas,
apurando la copa del éxtasis
mientras un coro de huríes
mil y una casida canta.

Mohamed Chakor



El Sultán de Agmat

"El destino mata sin espada, aniquila sin sangre y asaetea sin manos"
(Al Mutamid)

AGMAT, sepultado en el olvido, se incrusta,
de súbito, en la historia. Peregrinar
a este bosque de versos y suspiros, reverdece
mis raíces del sur. Pero no quiero sonrisas
que lloran, ni cadáveres hechos de sueños rotos.
¿Quién salmodia aún una azora en memoria
del Rey Poeta? ¿Acaso el hombre es un ángel
ahogado en la desdicha? ¿Es el recuerdo
la única supervivencia? Si el tiempo
no es favorable, no culpemos al destino. Nuestra
existencia es destierro vitalicio.
La flor cautiva enciende soles ineclipsables
y alumbra lunas llenas. En el oasis
del silencio la poesía abre caminos de luz
eterna. Ni siglos ni milenios destronarán
al sultán que reina en el corazón del poema.

Mohamed Chakor



Lamento Morisco

"Viajar a Al-Andalus es viajar a un bosque de lágrimas"
(Nizar Kabbani)


PEDÍ, al Tribunal de la Historia
el examen del Manuscrito verde morisco.

Un inquisidor díjome sin ambages
que es documento tabú y secreto
¿quién usurpa mi memoria y mis raíces?
¿quién decide sin apelación mi destino?
¿quién registróme en el obituario
si todavía aletea en el aire
el resuello de mis antepasados?.

En cada gota del mar azul y luminoso
hay una lágrima morisca.

La injusticia es recuerdo hiriente.
Los moriscos también existen.

Mohamed Chakor



"Mi vida tiene semblante de muerte.
Soñar con emigrar es el pan cotidiano
para paliar el hambre."

Mohamed Chakor



Tánger

"De cerca, todo es misterio, de lejos, todo es leyenda"
José María Delgado Arnau

Tánger, diadema de jazmín y de azahar,
refulge en la cristalina pecera del Estrecho,
coronada por gallardos alminares,
faros serenos de la espiritualidad.

Alma de Oriente, flor de Occidente.
Engarce áureo entre África y Europa.
Mediterráneo y Atlántico,
se abrazan en sus orillas como hermanos,
derramando fragancia de sal en su Medina.
La luz lunar baña su playa dorada.

Jardín de pensamientos y de enigmas
que florecieron en epopeyas inmortales
inspiradas a Hércules, Tarik e Ibn Battuta.

Tánger, en tus calles de ilusiones
miradas de miel me fascinan y me embrujan.

Mohamed Chakor












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