Velibor Colic

"El capitalismo se ha convertido en un animal herido que mata."

Velibor Colic


"La felicidad es pequeña, corriente y discreta, son muchos los que no son capaces de verla."

Velibor Colic



"La guerra no hizo de mí un escritor. Antes de la guerra ya era escritor. Narro mi búsqueda un poco torpe de querer volver a ser un escritor pero en francés. Quería que me trataran como tal. Para mí ser escritor es venir a Madrid, encontrarme con periodistas… En serio, es poder contar historias. Soy oriental y eso me gusta. Dar un poco de luz y transmitirla en los libros. Un escritor es ante todo alguien muy emotivo. Y yo soy alguien muy motivo y esto me permite contar mis cosas. Mi padre esperó hasta hace poco a que yo tuviera una profesión de verdad. A él le gustaba la idea de escritor pero no para su hijo. No pensaba que fuera una cosa seria."

Velibor Čolić



"La iglesia católica fue destruida el primer día de la entrada de las tropas serbias en Modriza. Aquella misma noche, la incendiaron y despanzurraron con tanques.
Unos días más tarde, cuando un pequeño destacamento de la Defensa Territorial de Bosnia-Herzegovina volvió a la ciudad «liberada», entré en ella.
Todo estaba en silencio, no se oía sino el repiqueteo de la lluvia primaveral. Los bancos de los fieles habían sido quemados, el altar destruido y profanado. Joka, el cura de Modriza, estaba allí de pie, con las manos unidas, y contemplaba las ruinas sin decir palabra. En medio de la iglesia, entre todo aquel desorden, yacía un ángel de escayola al que le habían arrancado las alas y la cabeza.
Aplastando los escombros bajo mis botas militares, me acerqué y fui a colocarme en silencio cerca del cura que rezaba ante el ángel despedazado.
La plegaria de Joka y mi silencio tuvieron efecto, creo.
Quizás fuera a causa de las noches de insomnio, del miedo que habíamos conocido, pero a ambos nos pareció, durante un instante, que se dibujaba una sonrisa en el espacio vacío que antes había ocupado la cabeza del ángel."

Velibor Colic
Los bosnios


"Nunca olvidas tu lengua materna. El francés es mi lengua como escritor. En Francia hay un gran debate sobre en qué lugar está el escritor extranjero que escribe en francés. En las grandes librerías siempre estoy calificado como Europa del suroeste. Pero mi patria es el idioma. Soy extranjero por mi idioma, por mi acento. Si no digo nada puedo parecer francés, belga, o incluso español. Pero cuando empiezo a hablar ya vuelvo a ser un extranjero. Todas las historias que hay en el libro sobre el idioma y la escritura son por mi ambición literaria. Pero es que si no dices nada siempre habrá alguien que hablará en tu nombre, y eso ya no es democracia. La lengua es como erigirse, te vertebra."

Velibor Colic




"Oficialmente sigo siendo apátrida. Hay una historia estupenda. Soy el último yugoslavo de la tierra, y por una vez la administración ha caído en su propia trampa. Cuando pides asilo político, lo que te define es el pasaporte que vas a entregar. Es decir, si eres un argentino, te conviertes en un refugiado argentino, si eres bosnio, en un refugiado bosnio etc. Pero yo entregué un pasaporte yugoslavo, y Yugoslavia es un país que ahora no existe. Sin embargo, en mi pasaporte de refugiado sigue poniendo Yugoslavia, así que soy el último yugoslavo de la tierra, pero como no existe el país, soy doblemente apátrida. Ahora mismo tengo un pasaporte francés en el que pone refugiado yugoslavo, lo que significa que no soy francés, pero, al no existir Yugoslavia, tampoco soy yugoslavo."

Velibor Colic










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