Francisco Salmerón García

"El autor (se refiere a Peter Gotzsche en el libro Vacunas. Verdades, mentiras y controversias) se manifiesta abiertamente contrario a la vacunación frente a la gripe. En este punto debo reconocer que el hecho de que yo iniciara mi actividad profesional produciendo vacuna de la gripe en el Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda (Madrid) hace que mantenga una relación especial con esta vacuna y que no pueda valorarla con el suficiente equilibrio. Es cierto que su carácter temporal obliga a suspender su producción durante largos periodos, y que cuando esta se reanuda genera una actividad desbordante. Sin embargo, no habiendo antivirales específicos de gran nivel, la vacuna es lo único de lo que disponemos, al margen de algunos consejos para dificultar individualmente la infección. Al inicio de mi carrera, alterné el trabajo en la vacuna de la gripe con la investigación sobre el virus de la polio (con el tiempo pasaría a dirigir el laboratorio de serología de enterovirus), pues en aquella época todavía había casos de polio en España. Debido a esta última actividad, me midieron los anticuerpos de los tres tipos de virus de la polio y se constató que tenía anticuerpos fruto de la infección natural y por lo tanto estaba protegido para siempre. En el caso de la gripe, por el contrario, una persona puede infectarse sucesivamente; por ello no es fácil producir una vacuna a semejanza de las otras. En definitiva, podemos decir que la vacuna de la gripe es peculiar. Desde el punto de vista de la experimentación clínica, el hecho de que las cepas cambien cada año obliga a manejar la vacuna de un modo distinto. Incluso los estudios de seguridad pueden verse afectados con el cambio de la cepa. Todas las dudas que se exponen en el libro sobre la bondad de los estudios realizados al respecto proceden de esta situación particular. Nunca un ensayo clínico será definitorio, ya que otra cepa, en otra temporada, puede hacer que los resultados varíen. Hay datos que indican que la vacuna funciona con una baja eficacia. En general, hay más protección frente a gripes comunes que frente a gripes severas o con internamiento en hospital. Quizá los mejores y más fiables estudios se han hecho con mujeres embarazadas y niños. No obstante, en una situación límite, con una cepa muy virulenta, una pequeña ayuda puede ser muy importante. Teniendo en cuenta lo que significó la «gripe española», cualquier movimiento debe hacerse con prudencia. Probablemente la vacuna de la gripe siempre será imperfecta; no obstante, a día de hoy, no estamos en condiciones de prescindir de ella. Salvo que alguien dé con una vía original, habrá que seguir investigando en nuevos antivirales. Lo que no es posible, o resulta muy difícil, es improvisar una producción en una situación límite sin que haya previamente una infraestructura ya rodada."

Francisco Salmerón García
En el Prólogo del libro  Vacunas. Verdades, mentiras y controversias de Peter C. Gøtzsche, página 10


"El coronavirus no será tan difícil como el sida, estoy convencido, porque es distinto. Pero no podemos dar por sentado que habrá una vacuna. Hay que tener en cuenta otro factor. Si el denominador de la enfermedad es muy alto y resulta que hay muchísima gente que ya la ha pasado, el interés por conseguirla también decaerá. Si el virus infecta a toda la población en los próximos cuatro meses, dejará de ser una enfermedad grave. Además, se da la circunstancia de que, salvo uno, los grandes laboratorios internacionales no están trabajando en la vacuna. En su mayoría son proyectos de equipos pequeños. Desarrollar una vacuna es complejo y caro. Hay que pagar los seguros de las personas que participan en los ensayos, por ejemplo. También es difícil moverse en el mundo regulatorio. Probablemente, las grandes compañías no hayan entrado porque creen que hay demasiada competencia."

Francisco Salmerón García


"El sida ha cambiado muchas costumbres de los jóvenes que iban en una dirección, sobre todo, en las relaciones sexuales, estableciendo un principio de precaución porque era posible contagiarse de una enfermedad severísima. Ahora uno va por la calle y ve a la gente dándose besos, aunque se acaben de conocer. Con el coronavirus, eso se terminará, la gente se lo pensará dos veces antes de hacerlo. Y modificar cosas tan cercanas a la vida de las personas, como saludar a alguien con un gesto de afecto, supone evidentemente un cambio. Pasará con muchas otras cosas. Salvo que tengamos la suerte de que el denominador sea muy alto, y esta enfermedad pase a ser asumible muy pronto y se pueda empezar pronto a trabajar. Porque no hay que olvidar que una depresión profunda también puede generar mortalidad."

Francisco Salmerón García














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