Liliana Díaz Mindurry

"A quién le gustan las contrariedades: a un masoquista. No lo soy."

Liliana Díaz Mindurry


"Al no comprender el hombre se convierte en todas las cosas y así se defiende contra la muerte que es el orden por excelencia de lo eternamente estático.
Escribir tal vez parte de una desesperación asumida, que al emprenderse en su vacuidad se vuelve una muy extraña esperanza."

Liliana Díaz Mindurry



"Amo el silencio, me llevo bien con la oscuridad, las sorpresas me gustan en los textos, la desolación en los desiertos, el fervor en la lectura de mis favoritos, la intemperancia en ningún momento. Los gestos, para trabajarlos en una novela donde se quiere sugerir lo contrario de lo que dicen los personajes."

Liliana Díaz Mindurry



"Digo y mi decir, es un decir de algo que no me pertenece, algo que se filtra solapadamente en mi lenguaje. Algo que no quiero, que no deseo decir. Digo o aprendí a decir, no como los animales en sus gritos para expresar subjetivamente una emoción que no comunica. Hablo para dar unidad a mi pensamiento desestructurado, a mi masa de sensaciones sin unidad, hablo para dar una imposible unidad a lo que siento y para comunicar a otro un mensaje que necesito. Hablo y en seguida aparece la ambigüedad, el malentendido: no quiero decir lo que digo, digo lo otro, la ajenidad absoluta. Y el otro entiende lo que no quise decir, lo que ni siquiera se filtró en mis palabras, sino en su propio pensamiento que tradujo de acuerdo a su masa oscura de sensaciones primordiales, su universo absolutamente distinto e incomunicable. Las tinieblas, la confusión, el desorden de antes de “Hágase la luz”, luz que no mostró sino una nueva oscuridad: la sombra de la luz."

Liliana Díaz Mindurry
La maldición de la literatura


"El amanecer para la belleza, la mañana para la alegría, la tarde para la tranquilidad, el crepúsculo para la meditación, la noche para el amor y la creación. Suprimo mediodía y siesta."

Liliana Díaz Mindurry



"El amor es misterio indefinible."

Liliana Díaz Mindurry



"Hay una gran cantidad de espectáculos insufribles. Como le decía Virgilio a Dante: “Non ragioniam di lor, ma guarda e passa”."

Liliana Díaz Mindurry



"La pasión es una violencia maravillada. El entusiasmo (entheos: en Dios) es necesario para crear."

Liliana Díaz Mindurry



"La simple lluvia no me gusta nada. La tormenta es otra cosa: recuerdo una tormenta que vi en Asunción desde un hotel de arriba de la ciudad y me resultó fascinante desde la ventana. Era una cortina de agua con un cielo cargado de relámpagos. Me producía tanto temor como felicidad: había una sensación de catástrofe. Me gusta la ciudad de Toledo a la luz de la tormenta por El Greco. Pero que no me encuentre a la intemperie."

Liliana Díaz Mindurry



"Odio la idea de velocidad como eficacia. Suena a capitalismo, a cosas burdas, mal hechas. La lentitud es sensual. Sólo me gustan las respuestas veloces de ciertos ironistas naturales."

Liliana Díaz Mindurry




"Para mí la buena literatura, la buena poesía es amoral y lo ideológico es una discusión fuera del arte."

Liliana Díaz Mindurry


Pensamiento afantasmado

Y si eso fuera todo,
dirá la mujer del quinqué expulsada por el fuego,
y si eso fuera todo,
lo dirá porque aún no ha tomado en serio su tarea de difunta,
es decir,
de ser inmóvil, de no tener ni siquiera
pensamientos,
y si la nada es lo único que una puede guardar
en eso
llamado
corazón,
y si es eso de lo que no se habla,
o es de la injusticia
que llueve
como lluvia
finita
persistente.

Liliana Díaz Mindurry



Poema cero

Porque no hay quien entienda,
cantan
las moscas.

Ni aunque se piense en reinas sin corazón nacidas en países de
torpes maravillas,
o reyes que sueñan el mundo
sin despertarse.

Cantan las moscas. Porque no hay. Por eso.

Y alguien puede dejar los ojos en el Reina Sofía
de Madrid
frente a un cuadro.
Y es posible que uno se tiente
con verdades a medias
o con párpados
en cuarto menguante. Es Guernica
del treinta y siete. O son habitaciones
abiertas,
sorprendidas
en corredores
inhóspitos,
deshabitados,
solos

Las moscas cantan en el hospital. No hay quien entienda.
Los perros del ansia se comen el sol de esa tarde en Guernica
o salen los pájaros disparados
en el limpio
vacío
del mundo.

(Y uno piensa en las sílabas, repetirlas
o decir bajito los nombres de la muerte,
pero mejor
dejar
todo
así).

Liliana Díaz Mindurry


Subida al techo

Lástima el que sube
y desde el ojo se le baja el dolor en forma de agua
o se congela.
Y  abajo del hielo duermen los antepasados,
las contradicciones adentro de la casa.

Lástima el que sube
y  no sabe qué quieren decir las cosas
y advierte
que le han mentido.

Un mundo erróneo. Lástima
la confusión del frío y esas palabras
endurecidas
que lo miran.

Lástima el que sube a ese lugar donde lo sagrado
brilla por su ausencia. 

Liliana Díaz Mindurry


Un toro que viene

El toro está listo, dicen. El toro dice que está listo. O alguien dice:
“ha caído un toro del cielo”.
Las palabras son oscuras: sobretodo si dicen toro, minotauro,
hombre
con cabeza de toro. Minotauro de Creta o de Guernica,
es lo mismo,
siempre hay una corte de perros
detrás del toro. Y en los vasos con agua se bebe el dolor de
siempre,
y cuando viene el toro, las casas se salen de sí,
se salen de sus raíces de casas
o se derrumban. Los hombres y mujeres caen despacito y no
vuelven
a respirar,
se salen de sí como las casas
porque es un esfuerzo enorme vivir cada día
con la demencia
cerca
respirando
con el toro muy cerca.

(El sol tiene olor fuerte
a vacío)

El deseo de un loco, de un toro, de un Minotauro
es que nadie lo entienda.
Los hombres y mujeres muertos de Guernica no saben que están
muertos
como cuando duermen no saben que duermen.

Del ojo bajan todas las tristezas:
los alambres de púas
están listos.

Liliana Díaz Mindurry


"Yo no quiero a personas que no valoro. Si quiero es que valoro. Si te referís a lo meramente literario, podría suceder, pero no me sucede tanto. Sí puedo valorar del punto de vista literario a poetas o escritores que en lo afectivo me son desagradables. No me perturba."

Liliana Díaz Mindurry




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