Howard Fast

"Cuando, media hora después, David llegó a la sinagoga, Nash MacGregor estaba realizando la misma operación: abrir un sendero en la nieve desde el templo «Shalom» hasta el aparcamiento. MacGregor era un negro de cuarenta y tantos años, alto y fuerte. Vivía en Bridgeport con su mujer y sus tres hijos y había trabajado varios años en una fábrica de cajas, propiedad de un miembro de la congregación de David. La fábrica había sido vendida hacía tres años, y el nuevo propietario no empleaba a negros. David necesitaba alguien que se encargara del cuidado de la nueva sinagoga y tomó a MacGregor por recomendación de su antiguo patrono. MacGregor era un hombre bueno y trabajador. Los viernes por la noche se quedaba a dormir en el sótano y las otras noches se iba a su casa. En aquella época, aún no se permitía a los negros vivir en ninguna de las ciudades del Condado de Fairfield, aunque David no se enteró hasta después de haber contratado a MacGregor. Lindando con los terrenos de la sinagoga había una pequeña granja que se vendía por seis mil dólares, y David pensó que MacGregor y su familia podrían instalarse allí, y el hombre se ahorraría el viaje hasta Bridgeport. MacGregor le aseguró que él mismo podría acondicionarla."

Howard Fast
El extraño


"El que resiste a los tiranos obedece a Dios, decía el estandarte de los Macabeos, y encabezando primero un grupo de agricultores de su aldea y luego al ejército judío que formaron, llevaron a cabo la más gloriosa de las guerras contra el conquistador extranjero de su patria. Guerra de bravura y de sacrificios, de liberación e independencia fue el primero de los movimientos de oposición a la dominación y el sojuzgamiento que registra la historia de la humanidad. Integrado por hombres que vivían cultivando la tierra y sirviendo a Dios, bregando por la paz y la vida, que reposa en tres principios: la Ley, la verdad y el amor, aquel minúsculo pueblo, el único que no tenia ejércitos mercenarios, tuvo que organizarse en grupos de resistencia para enfrentar monstruosas fuerzas de centenares de miles de soldados profesionales. Los judíos transformaron su país en una trampa mortal para los invasores, descargaron lluvias de flechas desde todos los cerros, todos los riscos y todos los árboles, pelearon en los desfiladeros y las quebradas con lanzas y cuchillos, en sangrientos encuentros cuerpo a cuerpo, y después de treinta años de incesantes batallas aprendieron, y enseñaron al enemigo a su costa, que es imposible arrancar a un pueblo de la tierra donde nació."

Howard Fast
Mis gloriosos hermanos


"En el último siglo antes de la Era cristiana, Roma era el centro del mundo civilizado. Los orgullosos ciudadanos de la República romana no podían imaginar que quienes reducían a los demás a esclavitud terminarían convirtiéndose, a su vez, en esclavos. Por aquel entonces, y en la conquistada provincia griega de Tracia, una de las esclavas aumentó la riqueza de su amo dando a luz a un hijo, al que llamó Espartaco. Antes de que hubiera cumplido los 13 años, fue vendido para trabajar en las canteras. Allí, encadenado, bajo el látigo y el sol, Espartaco creció y se hizo hombre soñando con la abolición de la esclavitud. Los historiadores de la Roma pagana registraron el fracaso de su sueño, el total exterminio de su vida y sus esperanzas. Pero su recuerdo se mantiene vivo mientras los últimos vestigios de la esclavitud del hombre agonizan ante nuestros ojos. El sacrificio de Espartaco se convirtió en el triunfo de la humanidad."

Howard Fast
Espartaco



"En este país, donde todos los hombres leen, charlan y filosofan, no puede formarse una capa superior y culta de seres humanos, un grupo como el que es riqueza y gloria de Roma; esta extraña democracia judía es tan persistente y diabólica que debe ser mirada como una enfermedad contra la que ningún país es inmune."

Howard Fast
Mis gloriosos hermanos




“Espartaco era un esclavo nacido de esclavos, pero entre los de su propia clase había héroes legendarios tan maravillosos como Aquiles y Héctor y Odiseo el sabio, tan admirables y, en mayor medida, tan orgullosos, aunque no se les dedicaran canciones ni se les transformara en dioses para que los hombres les rindieran culto. Lo cual estaba bien, porque los dioses eran como los ricos romanos y estaban tan escasamente preocupados como ellos por la vida de los esclavos.”

Howard Fast
Espartaco


"La dignidad está en el trabajador, no en el trabajo."

Howard Fast


 “La gente me ha dicho muy consternada: ‘Supongamos que
usted como escritor, tuviera que dar algo de su preciosa libertad. Supongamos que tenga que prescindir de la gran literatura, como usted dice. ¿No es éste un pequeño sacrificio a la luz de la poderosa marcha de la humanidad hacia el socialismo?’
Si hay un sofisma peligroso, lo es seguramente ese argumento. Porque no sólo está el carro delante del caballo, sino que ambos están patas arriba. Un fin no existente (el socialismo) es utilizado para justificar
los medios más tiránicos; y por primera vez en toda su existencia la sociedad humana se encuentra frente a grandes masas de gente sencilla que aceptan la  disminución de la libertad…”

Howard Fast



“Me miro a mi mismo y sólo veo el vacío, ¿y por Dios que me he mirado!

Howard Fast
El asesino que entregó su arma


"Poco más de un siglo y medio antes del nacimiento de Cristo, un puñado de labradores judíos se levantó contra los conquistadores sirio-griegos que habían ocupado su pais.
Por espacio de tres décadas libraron una batalla que, como esfuerzo de resistencia y liberación, casi no tiene paralelo en la historia de la humanidad. Fue, en cierto sentido, la primera lucha moderna por la libertad y estableció una pauta que siguieron muchos movimientos posteriores.
La historia de los Macabeos, celebrada aún ahora por los judíos de todo el mundo con la festividad de Janucá, o Fiesta de las Luces, es la que he tratado de narrar aquí, considerando que en esta época trastornada y áspera es útil y necesario recordar la antigua entereza del género humano.
Todo lo que pueda tener de bueno este relato lo debo al pueblo que recorre sus páginas, ese maravilloso pueblo de la antigüedad que con su religión, sus normas de vida y su amor a la patria, forjó la espléndida máxima de que la resistencia a la tiranía es la forma más genuina de la obediencia a Dios."

Howard Melvin Fast
Mis gloriosos hermanos


“¿Quiere usted que adore al Partido Comunista como si fuera un icono? Créame, adoro algo mucho mejor: la verdad y la libertad.”

Howard Fast
Carta al escritor soviético Boris Polovoy


“…resaltar el hecho de que Espartaco no vivió sólo para su tiempo, sino que su figura constituye un ejemplo para la humanidad de todas las épocas. He escrito este libro para infundir esperanzas y valor a quienes lo lean, y durante el proceso de su escritura yo mismo me sentí con más ilusiones y más coraje.”

Howard Fast
En el prólogo de la novela Espartaco




"Volveré y seré millones."

Howard Fast
Espartaco












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