Jane Leade

El 8 de octubre de 1676 

Después de pasar dulcemente una parte de esta noche en Contemplación y Oración, cercano a la mañana tuve una Visión de una Esfera luminosa, que asemejaba la cara de un hombre, atravesando una nube, e inmediatamente dos Estrellas le siguieron, las cuales eran brillantes y flameantes. La Interpretación de lo cual esperé recibir en mi Espíritu; porque ninguna Representación carece de significado para mí. Pero el Señor no me lo explicó aquel día, sino que sentí una Virtud que me impregnó y llenó desde ese momento hasta la tarde. 

El 19 de julio de 1679

Esta Mañana, después de despertarme [...], apareció un Círculo muy Brillante, en el que había una imperceptible Profundidad sin fin, todo hecho de una Materia Etérea: y salieron dos Ruedas llameantes; y anclada en ellas había una Casa de Cristal trasparente, con cuatro Ventanas y Puertas a sus lados. Cada lado tenía una apertura, y la Casa era lisa por encima. Y era tan clara que podía ver a través de ella, y vi a Uno de Apariencia muy gloriosa caminando por dentro de un lado a otro; pero ninguna de las Puertas estaba abierta. Y yo miré hasta que [la Casa] salió del Círculo: descendió de él sin romperlo. Y se me acercó, pero ninguna de las puertas abrió, y la Persona que allí se encontraba dijo: Sube aquí. Y yo dije, Señor, ¿cómo puedo? No hay ninguna Puerta abierta. E inmediatamente una de las Puertas laterales fue abierta, y me llevaron arriba para entrar por ella [...] Después de esta Conferencia, la Rueda Llameante se movió, y el Círculo descendió: y recogió la Casa; y entonces salieron numerosas Personas Celestiales, todos Ángeles vestidos de blanco, formando un Círculo que encerraba la Casa, y gritaban con Sonidos de Serafín, diciendo: El Tabernáculo que descendió ha subido de nuevo. Y todo esto yo oí, y vi, y entendí que era una Transportación de mi Espíritu, y que yo tenía que bajar a mi Casa Mortal de nuevo... 

 El 23 de agosto de 1679

(He tenido una visión de una estrella) tan Esplendorosa que resplandecía más que la Luz del Día, que también era muy brillante». Lo que la distinguía de las estrellas normales era que se movía, lo que a Leade le pareció algo muy extraño. De pronto, de forma completamente inesperada, es transportada a otro lugar. Así lo describe ella: «me llevaron desde el exterior, donde estaba viendo esta Estrella, a una Habitación oscura.

Me comunicaron mucho más, demasiado para apuntarlo aquí."

Jane Leade o Jane Lead
Tomada del libro Viajes inexplicables de Chris Aubeck y Jesús Callejo, página 173










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