Laura Freixas

"A mí no me parece mal que alguien se haga preguntas sobre su identidad, sus deseos, sus conductas, sus creencias... Me parece que es normal empezar una terapia sin prejuzgar cuáles han de ser sus resultados. Lo único que se debe sancionar son los métodos brutales tipo electroshocks. Pero los métodos, no el contenido."

Laura Freixas


"Al principio acogí la existencia de personas trans con curiosidad, simpatía y esperanza. Y hubiera sido estupendo si no nos hubiéramos encontrado con esa agresividad que tienen hacia las feministas y con esa invasión de nuestros espacios. Y yo lo siento, porque a priori tengo simpatía por las personas trans."

Laura Freixas


"Anteayer también tuve un día triste, tristísimo, caminando por los feos, tristones corredores de metro; viendo mi propia vida como algo gris, oscuro, sin brillo ni relieve; contando la peseta; ah, que la vie est quotidienne!, como decía no recuerdo qué poeta. Pero me enorgullece vencer la tristeza por la fuerza de voluntad; no directamente —eso ya lo he intentado fracasando siempre—, sino a través del trabajo. Trabajar, por mi cuenta, me hace sentir auténtica, fuerte, productiva; olvidarme de mí misma, esa pesada carga. No preguntarme por qué, para qué trabajo, pues eso siempre se sabe a posteriori.
Pero este ambiente tétrico de la editorial me desmoraliza, no puedo evitarlo. Hacer otras cosas: proponer, para el segundo trimestre, un curso de una semana al Círculo de Bellas Artes —quizá sobre la novela epistolar, bien mirado; lo de la autobiografía es un poco vago—; escribir sobre arte, porque me abre puertas nuevas, y porque colocar un artículo es más fácil que tratándose de literatura, debido a las ilustraciones. Ganar dinero de esa manera, aparte de lo mucho que voy a aprender, es aleatorio, pero no arduo —todo lo contrario de una traducción—: lo más importante es recibir, con antelación, información sobre exposiciones. En literatura, he encontrado el tema, pero no la forma. En cuanto a mi vida profesional en un sentido más amplio: he identificado el malestar; es esto: me siento muy por debajo del nivel al que mis aptitudes y conocimientos me autorizarían a aspirar; pero este desajuste tiene un motivo evidente, creo: soy nueva en esta plaza. Vivir en el extranjero tiene un precio: el que ahora estoy pagando.
Y voy a vestirme, que he quedado para ir al cine con Elisa."

Laura Freixas
Una vida subterránea: diario, 1991-1994


"Cuando tu padre tenía cuatro años», contestó ella. Eso significaba 1936, pero me llamó la atención que no mencionara el año, ni el mes. Digo lo del mes porque ese año es totalmente distinto según se trate de antes o después del 18 de julio. En otra ocasión, una vez que fui con mi padre a visitar la tumba de mi abuela quise saber dónde estaba enterrado el abuelo. Mi padre me dijo que en su pueblo —San Roque, en Andalucía—, porque había muerto allí. A mí me extrañó, porque si estaba allí sería de vacaciones, y eso no casaba con lo del andamio… Prometido, es que es una historia muy larga y no quiero perder el hilo ahora.
Mi abuela se puso de cocinera en un bar. ¿Qué otra cosa podía hacer? No sabía hacer nada más que limpiar y guisar. ¡Qué vida!, todo el día metida en un cuchitril, con luz eléctrica y el rugido del extractor, la cara encima del aceite hirviendo… Se llevaba al niño, de eso le viene a mi padre la afición a los bares, se encuentra como en casa. Más tarde se colocó de portera en la calle Ferraz.
Vivía en la parte trasera de la portería: un chiscón sin ventanas, con un fluorescente en el techo, siempre encendido, como en las granjas industriales, y la radio también; una mesa cubierta por un mantel de hule, una silla, olor a coliflor hervida y a meados de gato —tenía un gato que dormía en su cama, y al que a las horas de comer sentaba en su regazo y le metía en la boca con los dedos trozos de comida que sacaba de su plato—, y a todas horas se oía, como si estuviera dentro de la casa, el chirrido del ascensor —un ascensor antiguo, lento, en una jaula de hierro—, y de vez en cuando una voz desde arriba: «¡Ascensoooor!» cuando una puerta se había quedado abierta… Y así un día y otro día, un año y otro año, como si ella y media España estuvieran purgando, interminablemente, los pecados de su breve juventud, los años locos de la República, de la que no hablaba nunca."

Laura Freixas
Los otros son más felices


"El patriarcado tiene miles de años y está profundamente enraizado en todo, no es solo una cosa superficial que se puede arreglar con unas cuantas leyes, con que las mujeres votemos o vayamos a la universidad, sino que está en nuestro inconsciente más profundo y consiste entre otras cosas en ideas que, precisamente porque nunca las hemos formulado en voz alta, no sabemos que tenemos y sin embargo ejercemos.
Asumimos por ejemplo que una historia de hombres es una historia universal y que habla de toda la humanidad, mientras que una historia de mujeres es una historia que solamente concierne a las mujeres. La idea de la universalidad de lo masculino y también esa idea de, a priori, superior calidad e interés de lo masculino, y de lo femenino como algo particular y de menor alcance."

Laura Freixas



"Hacer un relato es la primera forma del poder; tener la palabra. El patriarcado es una sociedad en la cual el relato lo hacen principalmente los hombres. La ausencia del relato de las mujeres devalúa nuestras experiencias."

Laura Freixas


"Hay que distinguir la cancelación de la crítica radical. Cancelar no es criticar, es impedir que el otro hable, cesarle, prohibir que publique su libro, amenazarle con una sanción... Pero hacer una enmienda a la totalidad, ¿por qué no?"

Laura Freixas


"Interpretamos ahora con criterios de hace pocos años unos fenómenos anteriores que entonces no significaban esto. Es decir, ¿Catalina de Erauso se sentía hombre? No lo sé. Pero me parece que para embarcarse, ser soldado y acostarse con mujeres tuvo que vestirse de hombre, pero eso para mí no significa que fuera hombre en un sentido que además no me queda muy claro. Hoy diríamos que era lesbiana."

Laura Freixas



"La orientación sexual no afecta a la realidad, afecta a los deseos y conductas. Tenemos que distinguir entre realidades materiales y otras que son emocionales o espirituales."

Laura Freixas




"Las personas trans existen y deben tener los mismos derechos que cualquiera. Hubo una mesa redonda en la que hablando de 'nosotras, las mujeres' hablaban Elizabeth Duval, Marina Sáenz... y yo puse un tuit que decía: 'Hombres con falda nos explican cosas'."

Laura Freixas



"Otra de las ideas que no cuestionamos porque ni somos conscientes de ellas es la de que todas las mujeres son idénticas, como decía Celia Amorós. Como si los hombres fueran todos distintos y las mujeres fueran todas la misma. Esa idea de que una representa a todas nos perjudica. En cuanto a que las mujeres desaparecen: hay una discriminación que se traduce en un malestar difuso de las mujeres, algo que tú no sabes muy bien qué es, pero que te hace sentir menos reconocida, peor tratada... A mí un editor me dijo una vez: “No te quiero ofender, Laura, pero reconozcamos que a ti te leen mujeres”. Es esa idea de que las mujeres somos un público de segunda, que te degrada. Eso te va minando."

Laura Freixas



"Pero si ser mujer no significa tener un cuerpo biológico de mujer y tampoco significa que te guste el rosa, ¿qué significa?"

Laura Freixas


"Se ha interpretado mal la frase de Simone de Beavouir : “No se nace mujer, se llega a serlo”. Del libro y de la época en que lo escribe se desprende que lo que ella dice no es lo que dice Judith Butler ni mucho menos. Ella no pone en duda que nacemos biológicamente mujeres sino que desde el punto de vista de género llegamos a serlo. El género sí que se construye, la biología no. Cuando dice “se llega a serlo” obviamente eso no significa que existan dos identidades, un cerebro rosa y uno azul y entonces tú descubres lo que eres o lo eliges... Esa es una parte de la vulgata queer que no me queda clara, si quienes la comparten consideran que es algo que se elige, que se descubre dentro de sí... Hay un sistema y dentro de ese sistema hay cierto margen de negociación pero es un sistema, no un supermercado donde tú eliges ser de los rosas o de los azules. Yo me puedo sentir hombre pero no me puedo ir de putas, por ejemplo, por más que yo me sienta hombre. No puedo ser obispo."

Laura Freixas



"Una parte del movimiento trans está transgrediendo las fronteras del género y otra parte las está imponiendo de nuevo con una posición absolutamente reaccionaria. Allí donde la derecha dice 'a este sexo le corresponde un comportamiento y unos gustos', el movimiento trans dice 'a este comportamiento y gustos le corresponde un sexo' pero ambos, la derecha y una parte del movimiento trans, quizá la menos sofisticada, está diciendo lo mismo: tiene que haber correspondencia entre el cuerpo de niña y el gusto por el rosa. Se está divulgando una forma de pensamiento queer súper simplificado."

Laura Freixas


"Yo no quiero que mis genitales me aboquen a cuidar gratuitamente a mi familia, me hagan vivir con miedo a las agresiones sexuales y rebajen mis oportunidades profesionales, pero eso no quiere decir que yo sea hombre."

Laura Freixas



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