Héctor David Gatica

Autobiografía

Me decían
eso es llanto y yo les respondía
no, eso es amor.

Me gritaban
no te cuelgues del agua
y yo iba y caminaba sobre el miedo.

Así anduve en el temor de los que pensaron 
que a la hora de los vientos
sería un árbol tumbado.

Me cansa la llanura sin peldaños.
Hay quienes siguen creyendo aún
que el dolor es un castigo.

Héctor David Gatica



Desnucado está Dios

“Dirán que andas por un camino equivocado si andas por tu camino”. (Antonio Porchia)

A pocos kilómetros de Punta de los Llanos quedó
sobre la tarde con los brazos en cruz
de cara al cielo.

Comenzaron a llegar desde los barrios a La Catedral
así como estaban cuando los sorprendió la terrible noticia. 
Por las puertas laterales
ellos intentaron entrar portando carabinas. 

Doña Angelita los atajó desenfundando sus setenta años 
-¡Nadie va a venir a sacarme de la casa de mi padre! 
-les gritó- y se sentó 
los demás hicimos lo mismo 
atajaron entonces la puerta de calle 
por eso la gente que llegó después fue ganando la plaza.

Lo trajeron a la morgue y no lo entregaron hasta la madrugada
una duda atroz flotaba en la noche de oración y horror. 
Dos días desfiló La Rioja ante su féretro.

En el atrio estaban
 el cardenal primado de la Argentina 
ocho obispos ochenta sacerdotes y otras tantas religiosas. 
Y en la calle y en la plaza un pueblo acongojado.

La policía abrió camino a empujones entre los fieles 
para que pasaran sin ser molestados
 el señor Gobernador Interventor
 el Jefe del Batallón el Jefe del CELPA 
las esposas de los jefes. Las autoridades en fin.
Ahí nos apretujamos para que pasaran ellos.

Habla el Obispo de La Rioja.
Habla Monseñor Angelelli:
 - Que no me vengan a ver estos que hoy mandan
portadores de armas y de poder 
dejen que los sin voz vengan a mí
quiero seguir estando entre los pobres
como lo hice en vida
yo Enrique Angelelli el Pelado
obispo y además difunto suyos. 
Que vengan todos esos que ustedes dejaron sin trabajo
o que llevaron a las cárceles.

La Rioja no esconde lágrimas. 
Nuestro pastor va a ser retirado a su panteón.
 Angelelli va a ser depositado
 en la basílica menor del corazón de los pobres.
El gentío llora y lo saluda levantando pañuelos
 desconsoladamente lloramos
 no hay miedo que detenga ni oculte estas lágrimas
 en especial las de los más humildes
 los que ya no tienen nada que perder.

“Y si tienes algo todavía, no has perdido todo; 
te falta perder algo todavía”. (Antonio Porchia)

Héctor David Gatica



Guitarra

Tarde afinada en manos de algarrobo
con una letra azul en los estambres
Hay todavía pájaros redondos
en tu boca juglar resucitada.
Cómo levante el agua de los labios
la raíz escondida de tu música.
Qué novia ausente me tocó las manos
para crear la luna en una zamba?
Tal vez te abarque el brazo de la espera
donde encender la fe de los suspiros
y habrá una luz de cuerdas
en el alba pluvial de los oídos.
Mi voz es polen en tu son pulido
donde se cuaja el ritmo de la tierra,
la sangre, la madera y el amor. 

Héctor David Gatica



Orígenes

Este lento y descuidado modo de caminar
Me acerca a los arboles
Al aire
A un poste esquinero.

El campo.
Las tres Marías.
El canto del molino que golpea las sombras.
El viento de siempre.
Y también esta arena donde me he sentado.

Aquí sí que toda la noche es grande
Y el silencio ausencia de cuanto es falso.
Puedo pensar sin que nada me destroce la soledad
Y alcanzar con el mentón el alba.

Sé que esta noche viajas
Que vuelves a la antigua comarca del halcón.

Una brisa bastará para reunirnos
La rama más simple
Aquí donde el nombre más leve
Tiene el tamaño de lo eterno.

Héctor David Gatica




Rioja
escondida en el pecho de la piedra famatina
déjame que te explote con mis versos
para encontrar tu corazón minero.

Héctor David Gatica



Sobreviviente

Ellos miraban el abandono de la tierra
Y se veían en el empeño del arbusto.

Aquí a las plantas las despojaron de sus hojas
Y hay una participación de espinas
Que mucho se parece al espíritu de los cuchillos
Defensores de la vida y amigos de la muerte.

La falta de agua estaba en sus destinos.
En esa heredad te conocí.

¿Desde dónde venias?
De algún rito quizás.

Te encontré en la costra de la sal
Y en el tranco petrificado de las tortugas.
Te encontré
En el país de las lejanías.

Héctor David Gatica



Sólo salgo de visita

Estaba rompiendo papeles cuando lo vi
se lo hace casi sin mirar me dijo
porque si no duele mucho
me recuerda a Fernández Moreno
«media vida me pasé juntando papeles
y la otra mitad rompiéndolos».

Lo sigo visitando casi diariamente
de su huerta arranca y me da unas plantas
cada vez que las riegue lo recordaré.

Plomero albañil carpintero
músico poeta periodista cuentista novelista.

Completados grandes baúles y otros cajones
donde va embalando su laboratorio fotográfico
cañas de pescar soldador
-Puedo ganarme la vida haciendo notas
escribiendo ensayos enseñando música
trabajando como fotógrafo o plomero.
-¿Por qué me miras así, Irma?
¡Qué poca confianza que me tienes, mujer!
habla y sigue embalando
libros ropas ropas libros
embalando veinte años de haber vivido en La Rioja.
Lo que más cuesta es salir
después desde el barco el mar nos abrirá otro horizonte.

Artistas de variedades La lombriz Una luz muy lejana
El niego interrumpido El oscuro El trino del diablo
El estuche del cocodrilo.

De tarde pasé por su casa
me llamó la atención ver tantos bultos descargados
entré sin llamar
era la casa de un amigo
rostros desconocidos me frenaron.

Lo fui a encontrar en lo del poeta Paredes
como te va poeta subdesarrollado de los llanos
me dijo y agregó
perdoname estoy en pedo.
Y en inglés alemán francés castellano italiano (idiomas que dominaba)
hace suyos estos versos tan simples como desgarrantes para la ocasión
«no me pregunten dónde voy
sólo salgo de visita».

Ya en la terminal nos juntamos unos pocos amigos
no quería que lo despidieran
-Comprendo tu dolor Daniel
mas no he podido no verte partir
antes era tan fácil
con caminar unas pocas cuadras bastaba
ahora habría que tragarse el Océano Atlántico y algo más.

-Me despedí de Ariel Ferraro
él me trajo a La Rioja hace veinte años
le dejé un abrazo a la Nena Lanzillotto
con ella compartí la cárcel.
Este pedacito de montaña que se ve desde aquí
y aquella luna
alcanzaba a ver en puntas de pie
por una hendija de la celda.

Todos sufrimos a la hora del adiós
al verla lagrimear a Irma
llorar a su hijo Ricardito
despedirse contenta a la pequeña María Inés
ciñendónos el cuello con sus bracitos
abrazarse fuertemente a nosotros y sollozar a Daniel.
Subió al colectivo
llevaba el violín enfundado.

Desde la ventanilla nos gritó:
El tiempo no es más que algo chiquito así
la distancia también
Madrid está apenas a doce horas de la Argentina
y a dos mil dólares... Esos sí son muchos.

Sonreímos.

No
no le pregunten al gran novelista adónde va
que se ausenta para poder escribir De Navíos y Borrascas,
Tres Golpes de Timbal, Dónde Estás con tus Ojos Celestes,
no le pregunten a Daniel Moyano adónde va
sólo sale de visita
...y para siempre.

Héctor David Gatica


Un Cuento

- Papá, contame un cuento…
- tendría que haberte contado un cuento
El de Caperucita por ejemplo o Blanca Nieve;
Pero hoy debo corregir las pruebas de mis alumnos.
Otro día ¿sabes?

- Papá, contame un cuento…
- ahora no pues me voy a la universidad a rendir.
En esta semana ha de ser.
Te contará La Lámpara de Aladino.

- Papá, contame un cuento…
- Si, si, mañana te lo prometo. Palabra.

Tendría que haberte contado un cuento
Fabricado un avioncito de papel o un barco.
Tendría que haberte arreglado el triciclo.

En fin
Que una tarde un niño puede no viajar en un barco de papel
Y que una noche un niño puede dormirse sin un cuento.

Necesito llevarte a las columpias
Darte un paseo por mi corazón asomarme a tus lagrimas
Y jugar contigo a ser tu padre.
A lo mejor mañana
a lo mejor
cuando ya mi niño seas un hombre
y el barco tenga que hacérselo a mi soledad
y el cuento no tenga a quien contárselo. 

Héctor David Gatica














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