Henri Gouhier

"No se trata de repetir aquí una declaración de la filosofía de Renan, sino simplemente de releer algunas páginas que expresan su visión del mundo o la época en que retomó la actividad dramática. En Los Fragmentos filosóficos que siguen a los Diálogos filosóficos en la colección de 1876, Renan incluye una carta enviada a M. Marcellin Berthelot, fechada en agosto de 1863 y publicada en La Revue des Deux Mondes del 15 de octubre siguiente, con el título: Las ciencias de la naturaleza y las ciencias históricas. Este texto es importante para descubrir la subestructura filosófica de los Dramas.
El tema fundamental es que las ciencias de la naturaleza se convierten en las ciencias históricas, de modo que la filosofía de la naturaleza es una inmensa historia del universo, una historia del ser.
La historia en sentido ordinario es el devenir del hombre a lo largo de tres o cuatro mil años, nos aclara únicamente el último período del mundo, o mejor dicho, la última fase de este período, ilumina de forma intermitente, porque hay pozos de conocimiento; en definitiva es la historia del último tiempo. Otras ciencias nos permiten remontarnos más atrás en el pasado e incluso, ahora mismo, Renan creen que atestiguan todos los conocimientos humanos enciclopédicos y cronológicos."

Henri Gouhier
Renán, autor dramático



"Todo esto es lo que podríamos llamar una crítica de la razón pura en su sentido teórico: Los hombres requieren una crítica de la razón en sentido práctico o ella deja de ser pura. Por tanto, la razón es perfectamente capaz de descubrir una parte de la verdad implicada en la revelación; de hecho, un texto ya mencionado se ha referido a esto, las pasiones, el orgullo, la confusión de la libertad con el libertinaje enervan la capacidad de raciocinio. Se enfatiza que el mayor obstáculo para la razón no es de orden intelectual sino moral.
Muy sensible a la fluidez y los matices de nuestra alma cotidiana, Fénelon sabía que existe una psicología de la certidumbre: en fin, no todo es rigurosamente racional en la vida de la razón y existen condiciones vitales tales que la razón debe defenderse como puede de la acechanza de los sentimientos. El arzobispo de Cambrai también declaro estar persuadido que ningún hombre, sin la gracia, lo lograría por sus meros dones naturales, toda la constancia, toda la regla, toda la moderación, toda la confianza en sí mismo se necesita para el descubrimiento de verdades que no requieren la luz superior de la fe."

Henri Gouhier
Fénelon el filósofo






No hay comentarios: